Visibiliza Thom Díaz en “Distrito Olvido”, su acercamiento de la fotografía a jóvenes marginados que sufren en entornos violentos, y de alto consumo de droga, como una salida a la situación de abandono y falta de oportunidades.
San Miguel de Allende, Guanajuato. Retratos e historias de vida, de jóvenes que fueron rescatados de la droga y la violencia en los barrios de la periferia (Guadalupe y Juárez) de Nuevo León, visibilizan en la película “Distrito Olvido”, del cineasta, fotógrafo y activista Thom Díaz, proyectada en la vigésima cuarta edición del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF), la situación de abandono y falta de oportunidades para las nuevas generaciones.
Una fotografía viva que narra el sentir acerca de la construcción de ser joven, después de vivir una infancia violenta en medio de una ciudad que bajo su progreso lleva la sombra de juvenicidios, narcotráfico, feminicidios, e imparable consumo de drogas, común denominador de casi cualquier rincón del país, situación de la que ZETA platicó con el joven realizador, quien abundó sobre su interés por dicho retrato:
“Creo que lo que detona en mí es esta empatía que yo generé con los chavos, porque yo también vengo de un lugar cercano a donde se filmó ‘Distrito Olvido’, aunque eran otros tiempos, problemas y situaciones, pero las circunstancias laborales me llevaron de la fotografía al cine, a producir imágenes, pero empecé como maestro compartiendo este conocimiento de fotografía con jóvenes de zonas periféricas, para darles herramientas de emoción, una vez que se fue logrando, acumulé muchas historias, retratos de ellos, y míos, generándose una efervescencia de emociones muy similares en cuanto a historias, por lo que decidí expresar las cosas más representativas de los vecindarios, buscando que el documental genere un lazo de empatía entre quien está observando y quien está compartiendo, dado que ese lazo a veces es ignorado por desconocimiento y prejuicio, además por el aislamiento que viven en cuanto a acceso a medios culturales, educativos y deportivos, y no me refiero a escuelas de educación pública, sino a ofrecerles alternativas para que tengan un recurso de salida que puede ser la fotografía, pintura, danza, y que puede ser algún oficio que a ellos les interese, no uno impuesto, en este caso, es la fotografía lo que les interesó”, señaló Thom Díaz a ZETA, creador de la fotografía fija de la multipremiada cinta “Ya no estoy aquí”, de Fernando Frías (Netflix).
“Monterrey tiene un crecimiento muy desigual, y mi acercamiento con esas comunidades y vecindarios periféricos me permitió acercarme al cine a través de ‘Ya no estoy aquí’, porque yo no estudié cine, ni había trabajado en algo tan grande, sin embargo, en mi mente estaba este retrato personal basado en las empatías que pude generar con estos jóvenes que han vivido los últimos 10 años de violencia, y el cómo les impactó la pérdida de un papá, sufrir de cerca un ‘levantón’, el consumo de ciertas sustancias, la ausencia de un padre que está en el penal. Son historias que necesitan ser retratadas para de una manera empática conocer por qué fuman o consumen drogas, por qué se compartan de una u otra manera, cómo llegaron a introducirse a las pandillas y narcotráfico, para nosotros preguntarnos qué nos falló como sociedad, porqué los hemos abandonado”, subrayó su planteamiento.
“Distrito olvido” fue concebido en escala de grises por la formación fotográfica de Díaz, quien explicó al semanario el proceso de producción: “La fotografía análoga fue mi acercamiento para retratar, y cada vez me fui enamorando de la escala de grises por tratarse de matices que puede transmitir sencillez entre tonos de blanco y negro, y la gama de grises, entonces quise hacerlo también en el cine, pero no como un fetiche de dramatizar todo, o hacerlo triste, pobre, sino como una manera de mostrar espacios comunes en los que espectador pudiera percibir la belleza en la simpleza, e intensificar cómo entró la luz por la ventana, o cómo se refleja en el rostro de un niño. Jugar con lo que ya existe, del entorno sin necesidad de crearlo”, apuntó Díaz, quien fue apoyado sonoramente por el productor regiomontano César Meléndez (Nodriza Estudio) para crear atmósferas, y musicalmente por el colectivo Rebajado MX, Marea Boba y Lascivio Bohemia.
Cabe mencionar que Thom Díaz (www.1981diaz.com) continúa impartiendo clases de fotografía a jóvenes, de la mano de instituciones preocupadas por el futuro de las nuevas generaciones, mientras prepara un siguiente documental, y otro proyecto de cine experimental.