Cero y van tres inconclusos nombramientos o compromisos que dejó Marina del Pilar desde que es morenista, al haber arribado a tal partido, navegando antes en el Partido Acción Nacional.
Dejó una diputación federal en la 64° Legislatura, para buscar la alcaldía; luego, de nueva cuenta pidió “permiso” al Cabildo para dejar la municipalidad cachanilla. Se dejó enrolar y, con dedazo de AMLO incluido, fue electa candidata a gobernador en 2021. Hoy, ya como gobernadora electa, está pensando regresar a la alcaldía, siendo que firmó un compromiso y fue elegida por el pueblo para tal cargo. ¿Ahora la piensa?
¿Y su palabra, en estas tres responsabilidades que adquirió? ¿Dónde está el compromiso, la responsabilidad, el cumplimiento, la vergüenza (si posee)?
La falta de respeto al elector, la palabra bajo protesta, que no llevó a cabo. La poca visibilidad de ética política, al no hacer valer la ley electoral. El engaño a tales instituciones. Y tantos casos más… pero en fin, ya hizo eso. Y no sé qué cosas más que prometa y no cumpla, realizará de aquí hasta 2024.
Estará en ojos de todos, ojalá sepa cumplir y no haga de las suyas en estos seis años.
Atentamente,
Leopoldo Durán Ramírez.
Tijuana, B.C.