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lunes, septiembre 30, 2024
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“Los Rusos” alinean a “polleros” y narcomenudistas en Mexicali

En la última semana, Mexicali vio un crecimiento desproporcionado de asesinatos donde en menos de siete  días se documentó un total de 12 ataques armados, lo que representa una conducta atípica en la incidencia de homicidios en Mexicali. Alejandro Lora Torres, director de la Policía Municipal, atribuye estos crímenes a conflictos entre narcomenudistas y traficantes de personas, los cuales se focalizaron en la Zona Valle y Sur de la ciudad. Fuentes de inteligencia de autoridades estatales y federales consideran que se trata de una expansión de las operaciones de la agrupación encabezada por Jesús Alexander Sánchez Félix, de apodo “El Ruso”

Los dos primeros años de la llamada Cuarta Transformación en Mexicali, se han convertido en los más violentos de la historia en materia de homicidios, desde que comenzó a documentarse y publicarse la incidencia en el año 2006.

El 2020 fue el primer año en la historia de Mexicali que se superó la barrera de los 200 crímenes violentos al contabilizar 209. Sin embargo, para el mes de agosto de 2021 ya se documentan más de 170 crímenes de esta naturaleza, según las cifras proporcionadas por el Comité Ciudadano de Seguridad Pública (CCSP).

Datos de la Fiscalía General del Estado (FGE) indican que sólo en el arranque de 2021 -los primeros cinco meses- se registraron 100 homicidios, muy por encima de los 58 que registraron el año anterior. No conforme con ello, los meses de abril y mayo contabilizaron 50 homicidios en total, convirtiéndose en el peor arranque de la historia.

La tercera semana del mes de agosto se identificó una conducta atípica, puesto que en menos de siete días se registraron un total de 12 asesinatos, los cuales se focalizaron en la zona norte del valle de Mexicali y el fraccionamiento Lomas Altas.

Foto: Cortesía.- Quemado en Lomas Altas

En una declaración que dio el pasado domingo 22 de agosto, a las afueras de la Casa de la Cultura de Mexicali, el Director de la Policía Municipal, Alejandro Lora Torres, respondió que la principal hipótesis en estos hechos delictivos se le atribuía a pugnas entre agrupaciones ligadas al narcomenudeo, por un lado; y presuntos traficantes de personas.

Lora Torres no proporcionó más datos debido a que podrían entorpecer las investigaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), pero aseguró que dichas pugnas se han focalizado en zonas muy específicas de la ciudad.

Uno de los atentados más relevantes ocurrió la tarde del 19 de agosto en la carretera a Tijuana, en los alrededores de la colonia Progreso, donde los tripulantes de un vehículo Toyota, modelo viejo, fueron atacados a balazos con armas de grueso calibre.

Ahí resultó herido Jesús Torres Díaz y asesinado José Plácido García Martínez, ampliamente conocido en La Rumorosa como “El Chepe”.

El crimen se relacionó como un conflicto entre traficantes de personas que operan en la zona montañosa de Baja California.

Integrantes de las Mesas de Seguridad para la Construcción de la Paz, aseguran que el atípico repunte de homicidios, donde se documentó el uso de armas de grueso calibre, calcinados, asesinatos de mujeres y demás, se debe al avance de Jesús Alexander Sánchez Félix, conocido como “El Ruso”, quien extiende sus operaciones a la zona urbana de Mexicali, donde los traficantes de personas y narcomenudistas -históricamente- han trabajado como independientes.

HOMICIDIOS POR ZONAS

Durante la última semana, los asesinatos y ataques a balazos se documentaron principalmente en la zona norte del Valle de Mexicali y el sur de la ciudad; concretamente, el fraccionamiento Lomas Altas.

La mayoría de estos crímenes están relacionados, o al menos se presume que pudo participar el mismo grupo delictivo.

La jornada violenta comenzó la madrugada del 13 de agosto en un domicilio ubicado en el fraccionamiento Villa Lomas Altas, concretamente en la calle Berreo, hasta donde se movilizaron policías municipales para atender el llamado de emergencia.

Dentro del baño del domicilio yacía el cadáver de Carlos Alberto Espinoza Montana, alias “El Muñequito”, quien fue sorprendido a balazos al interior del domicilio que mostraba una apariencia de “picadero”.

El 20 de agosto fueron encontradas sin vida dos personas en el mismo fraccionamiento, Villa Lomas Altas. A una distancia de un kilómetro dentro de la misma comunidad, fue hallada muerta una mujer de nombre Norma Elizabeth Salcido Cervantes de 27 años de edad, con varias heridas provocadas por proyectil de arma de fuego en el rostro y cráneo.

Horas después de descubrir el cuerpo de la joven fue reportado un incendio dentro de un domicilio ubicado en el cruce de las calles Loja y Gorliz, en la misma zona de Lomas Altas, en un radio inferior a un kilómetro entre los primeros dos incidentes.

Luego de mitigar las llamas se confirmó que dentro del inmueble se encontraba un cuerpo totalmente carbonizado al interior. La investigación se inició como un incidente culposo, pero tras el dictamen forense se estableció como causa del fallecimiento un traumatismo craneoencefálico y disparo de arma de fuego.

Aunque formalmente no está identificado, se presume que se trata de un hombre de 30 años de edad y se relaciona con Norma Elizabeth Salcido, de manera sentimental, lo que crea un vínculo en la investigación de ambos casos.

Dos días después, en el mismo radio de acción, atacaron a otro individuo a plena mañana, sobre la calle Cadaqués y Laje, también en Lomas Altas.

Los responsables lo sorprendieron a bordo de un vehículo Scion, modelo 2005, color guinda con guardafangos blancos, y le dispararon en reiteradas ocasiones, para después retirarse; como única seña particular, se estableció que llevaban gorras.

Foto: Cristian Torres.- Alejandro Lora

El hoy occiso recibió un balazo en el cráneo que terminó con su vida, y tras varios días se desconoce su identidad. Familiares acudieron a la morgue para reconocerlo como Feliciano Plascencia Contreras. Y la madrugada del día siguiente fue acribillado un hombre de 35 años de edad, llamado José Ángel Zavala, el cual salía de su domicilio cuando fue sorprendido por dos sujetos que tripulaban una motocicleta.

El crimen se suscitó en la avenida Azteca, frente al domicilio del número 24, en Lomas Altas, y fue perpetrado con un arma tipo revolver, igual que el ataque contra Plascencia Contreras; la distancia entre todos los incidentes es muy reducida, pero -a diferencia del resto de los crímenes- en este ataque la víctima logró salvar la vida.

Además de estos incidentes se perpetró el ataque contra José Plácido García Martínez, “El Chepe” y Jesús Torres Díaz, durante la tarde del 19 de agosto, en la carretera a Tijuana, de los cuales el primero contaba sólo con sanciones administrativas, mientras que el segundo -que logró sobrevivir al ataque- registraba historial delictivo del 24 de febrero del 2020, donde fue detenido en un camino de terracería en La Rumorosa, junto con otros individuos, en posesión de 10 armas largas, dos armas cortas y cargadores, las cuales eran trasladadas a bordo de dos vehículos: un Tahoe, color blanco; y un Toyota Corolla.

Ese día fueron capturados por elementos de la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación (GESI) Juan Diego Velázquez Pérez de 50 años, originario de Mexicali; Carlos Ernesto Quiñónez Benítez de 49 años, originario de Sinaloa;  Efrén Aguilar Nande de 40, proveniente de Jalisco; y Armando Alonso Beltrán Peralta de 24 años, también de Sinaloa.

El 15 de agosto, también se perpetró otro ataque armado con rifles de asalto en Los Algodones, a las afueras de un domicilio ubicado en la avenida A, entre 7 y 8, donde perdieron la vida Édgar Iván Olegues Varela de 27 años y José Luis Haro Sánchez de 30, los cuales se dijo que trabajaban en un consultorio dental y en un negocio de herrería.

Los criminales huyeron a bordo de un vehículo blanco, dejando los cadáveres de ambos y un gran número de casquillos calibre .223.

La explicación general que brindaron investigadores en el caso refiere que todos los occisos se relacionaban con el tráfico de personas, o bien, narcomenudeo, los cuales aparentemente no se “alinearon” a las exigencias del “Ruso”, en el cobro de piso.

 

“El P1” y “El 80”

La ofensiva ordenada por “El Ruso”, está bajo las ejecuciones de dos personajes, según fuentes de las Mesas de Seguridad para la Construcción de la Paz. Se trata de Alfonso Peralta / Alfonso Amaya, alias “El P1” o “El Poncho de la Lima”, un hombre de todas las confianzas de Sánchez Félix que suele dirigir las operaciones armadas.

Junto a él se encuentra un operador que apenas ha cobrado notoriedad en las calles de Mexicali, identificado -de manera preliminar- como “El 80”, quien también forma parte del equipo armado de “El Ruso”.

Ambos, junto con Felipe Eduardo Barajas Lozano, alias “El Omega”, han ejecutado las peticiones de “alinear” a todos los grupos independientes dedicados al tráfico de personas y narcomenudistas, con la intención de cobrarles una suma a cambio de permitirles operar en la ciudad.

A inicios del año pasado, las células de dicha agrupación delictiva emprendieron una ofensiva similar y junto con un grupo de sicarios amagaron y asesinaron a varios narcomenudistas que operan en el complejo identificado como “Los Pueblas”, ubicados al oriente de la ciudad y que colinda con el valle de Mexicali.

Durante este periodo hubo varios homicidios, pero también detenciones importantes realizadas por la GESI, en temas de homicidios, la mayoría de los detenidos fueron jóvenes de entre 17 y 24 años de edad.

La incidencia de homicidios disminuyó en esta zona durante los últimos meses de 2020 y los primeros de 2021, cuando “Los Rusos” sostuvieron un enfrentamiento con células de “Los Garibay” y de “Los Salazar”, que pretendían extender sus operaciones a este municipio.

En los últimos meses, integrantes de las Mesas de Seguridad para la Construcción de la Paz comenzaron a notar un comportamiento atípico en otros puntos de la ciudad, pero no fue hasta las últimas donde se acentuó el conflicto en la ciudad.

Precisamente la zona sur, donde se ubica el fraccionamiento Lomas Altas, es identificado por integrantes de la GESI como un sitio donde se establecen traficantes de personas, los cuales sólo se trasladan al norte para “cruzar” a clientes que buscan hacer vida en Estados Unidos.

Tanto el “P1” como “El 80” -según las mismas fuentes- se han enfocado en presionar a traficantes y narcomenudistas para que les brinden una cuota, a cambio de permitirles trabajar de manera regular.

 

Esto provocó que incluso las cuotas de traficantes de personas y vendedores de enervantes se duplicaran, cobrando de 5 a 10 mil dólares por cruce de drogas, lo que ha impactado en las operaciones de estos grupos.

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