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sábado, febrero 17, 2024
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Las relaciones sexuales no deberían doler

Conzultoría Matrimonial y Familiar

 


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Las relaciones sexuales de la pareja se deberían disfrutar, no sufrir, ya que el dolor al tener relaciones sexuales no es normal; y por supuesto, esto habla de que a las mujeres les queda mucho por conocer y mucho por interiorizar, y a los hombres preocuparse por atenderlas.


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El dolor que lo causa se le llama dispareunia, es el nombre médico que recibe el dolor durante las relaciones sexuales con penetración en la mujer. Para eliminarlo, explica la directora de Psicofertilidad Natural, la doctora Antonia González, lo primero que hay que hacer es buscar la causa que lo provoca.

Manifiesta la especialista en embriología integrativa, que en la institución que dirige han encontrado demasiadas mujeres que sufren con las relaciones sexuales, y que generalmente lo mantienen en silencio; que muchas lo aceptaban como normal y se resignaban, sin buscar ningún tipo de ayuda.

Sabemos que el sexo es un acto de amor y placentero, y se convierta en una pesadilla que afecta a la vida de las parejas en todos sus ámbitos, a ellas por el dolor y a ellos por considerar que las dañan.

Entre los dolores más comunes son cuando se produce la entrada del pene en la vagina, en la penetración profunda, durante y después de la penetración, ardor durante el acto sexual que acaba provocando dolor físico. Y la causa más habitual del dolor en las relaciones sexuales es la endometriosis, explica González, que es una enfermedad estrógeno dependiente con origen inmunológico, que la padecen millones de mujeres, y muchas ni lo saben, ya que no existen buenas técnicas diagnósticas y buenos médicos para poder detectarla.

También puede ser que muchas mujeres que han pasado por un parto vaginal, y que han sido sometidas a una episiotomía, cuando ésta no se cicatriza bien (o no se realiza bien) deja durante años, molestias y dolor en las relaciones sexuales. Si se está pasando por la enfermedad pélvica, la relación sexual también puede ser dolorosa.

El tener miomas en el útero puede provocar dolor en la relación sexual, ya que los miomas pueden estar posicionados en sitios muy distintos, y aquellos que estén más cerca del cuello uterino, serán lo que más molestias generen. Tener el útero en una posición de retroversión puede provocar más molestias durante la penetración, pero eso puede saberse fácilmente haciendo una ecografía, y aquellas mujeres que lo tengan en esta posición, pueden atenuar este dolor cambiando de posición sexual durante el acto.

Si la mujer ha pasado por una cirugía como, por ejemplo, le han quitado el útero (histerectomía), las cicatrices de la intervención también pueden provocar dolor en las relaciones. En ciertas infecciones, como tener cistitis, o alguna infección de bacterias en el útero, hay mayor inflamación de la zona, y por tanto mayor sensibilidad; y esto puede provocar dolor en la penetración, sobre todo en la penetración profunda.

Otra causa es la poca lubricación en demasiadas mujeres, sobre todo en aquellas que ya están en la menopausia o perimenopausia. Al tener unos valores hormonales más disminuidos, la libido normalmente se ve afectada, y también la lubricación que de forma natural el cuerpo fabrica; pero puede subsanarse con ayuda de lubricación artificial.

Pero no siempre el origen es físico, en muchas ocasiones es emocional. Muchas mujeres que sufren de vaginismo han pasado por procesos dolorosos relacionados con la penetración, han sido abusadas de niñas o han sido víctimas de una violación de adultas El padecer dispareunia puede convertirse en un círculo vicioso, ya que si antes de la relación sexual la mujer ya tiene miedo a que le duela, contrae más los músculos de la vagina y, por tanto, le duele más.

También hay alteraciones del deseo sexual/excitación; si no hay deseo no suele haber excitación, que se traduce en falta de lubricación, ensanchamiento de la vagina para acomodarse al tamaño del pene. Y lejos de ser placenteras, las relaciones sexuales son molestas y dolorosas.

El acto sexual nunca debe ser doloroso de manera persistente. Si es así, es importante conocer la causa y poner remedio, para evitar que el cerebro llegue a asociar la penetración o coito con dolor y prevenir un posible vaginismo.

 

El Lic. Roberto Bautista es terapeuta de parejas con maestría en Mediación.

Correo: bautista46@hotmail.com

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