Abordada a partir de experiencias humanas, acercamientos e infidelidades de la vida en pareja, la comedia romántica “Ni tuyo ni mía”, ópera prima de la productora mexicana Sandra Solares y debut histriónico del cantante rockero José Fors (La Cuca), arribará a salas de cine el jueves 19 de agosto. Tony Dalton y Alejandra Barros, son las figuras estelares
Conjugando su gusto por la música y retratando sucesos cotidianos del matrimonio, la experimentada productora Sandra Solares debuta como directora retratando la historia de Roberto (Tony Dalton) y Amanda (Alejandra Barros), una pareja adinerada y monótona cuya vida se transforma cuando éste conoce a una bailarina de flamenco (Lía) que lo enamora con su vitalidad, y mientras es descubierto por su esposa, ella pacta con Diego (José Fors), un músico callejero que casualmente es pareja de Lía (Prakriti Maduro), para encontrar la forma de atraer a sus respectivas parejas, sin sospechar que en el trayecto formarán lazo entrañable y descubrirán nuevas formas de vivir y amar.
“Escribí el guion pensando en conjugar dos pasiones, mi enamoramiento por la música y el cine. Quería tener un pretexto para incluir la música que nos acompaña diariamente, con la que bailamos o dormimos en una historia que considero cotidiana, real y que nos puede suceder a cualquiera, de manera que fui estructurando ‘Ni tuyo ni mía’ con la idea de que dos personas muy diferentes se pudieran llegar a conocer, ser amigos y apoyarse entre ellos”, apuntó a ZETA Sandra Solares.
“Logramos un trabajo de colaboración de mucho cariño, con un reparto maravilloso. A José Fors lo visualicé desde el principio porque quería tener un músico que admiro, soy una groupie desesperada del rock mexicano; por otro lado, como guionista fue un sueño tener a Tony, la historia la escribí con Alejandra siempre en la cabeza. Por suerte fuimos conjuntándola, tardamos años en levantarla, pero al mismo tiempo aportaron textos, correciones, secuencias, grabaciones, diálogos y acentuaciones. Se apoderaron de sus personajes”, expuso la realizadora.
Concebido como un filme de entretenimiento, más allá de reflexivo por tratar el tema de la infidelidad, “Ni tuyo ni mía” aborda la deslealtad sin buscar culpas: “El acercamiento al compromiso marital es ligero y positivo, la infidelidad existe y también se perdona, se puede llegar a entender el acto sin juzgarlo ni buscar culpables. La película aborda esa situación de forma positiva, tratando que cada uno sea intérprete de sus propios pensamientos y sentidos”, subrayó Solares.
Sobre su salto de la producción a su debut en la dirección, dijo:
“Tengo más de 30 años en el set, viviendo los procesos de otros directores. Lo que quería era escribir de la vida, un guion personal que equiparo con realidades de momentos de mi vida, con lo que me identifico y ha sucedido. Me sentí cómoda de soltar la producción y encabezar a mi propio equipo para encarar un proceso muy orgánico, de proponer y crear, con personajes que no son veinteañeros; por eso la infidelidad no es explosiva ni violenta, sino más bien asimila, entiende y pone en la balanza toda una vida en matrimonio”, asumió la cineasta, quien califica su obra como un retrato cercano al sentido humano y la música.
Por su parte, el músico, artista plástico y cantante jalisciense José Fors, relató su primera experiencia actoral para el cine:
“Sentí mucha libertad creativa e interpretativa, pude aportar un léxico natural. Aunque no es mi primer acercamiento al cine, he trabajado para uno de los seres humanos más bellos, prácticos e inteligentes (Guillermo del Toro), ilustrando algunas de sus películas, pero este territorio es un nuevo mundo. Había hecho teatro musical, pero como José, el de La Cuca, éste soy yo, inmerso en un mundo que me dio una oportunidad enriquecedora, de mucho aprendizaje”.
Para concluir, la actriz Alejandra Barros subrayó el filme como una experiencia “para divertirse con un tema polémico, para meditar, reflejarnos y explotar de risa sobre cómo hacer que una relación perdure y pueda reconstruirse para salvar el matrimonio. Más que nada es una película con corazón. Mi personaje (Amanda) retrata esa responsabilidad compartida que tenemos en la pareja cuando uno es infiel, por la falta de comunicación, o el caso omiso a los focos rojos, y también habla de las segunda oportunidades, de aprender de los errores. Y lo construí con cualidades de mis amigas y mis tías, algunas señoras casadas, otras solteras, con diferentes prioridades como salvar su matrimonio, mantener su situación económica y social, ser la mejor mamá, o mejor en su profesión”.