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sábado, octubre 5, 2024
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COVID-19: El doble discurso del Gobierno de BC

Baja California fue, una vez más, el conejillo de indias del país, ahora para la realización de eventos masivos, argumentando la vacunación al 80% y la necesidad de promover la derrama económica, a costa de la salud de sus habitantes. Hospitales como el General de Tijuana y el Instituto Mexicano del Seguro Social, han iniciado la reconversión de sus espacios de atención, exclusivamente para pacientes contagiados del nuevo coronavirus

 

 

 

Baja California vive el punto álgido de la tercera ola en medio de eventos masivos en cada uno de los municipios, avalados por las mismas autoridades que piden a los ciudadanos quedarse en casa.

Con la excusa de que el 80 por ciento de la población de BC ya está vacunada y la entidad se encontraba en semáforo epidemiológico Verde, las autoridades de Salud y Economía han permitido una serie de eventos y festivales masivos, principalmente dirigidos a público extranjero, pero con repercusión directa en la región.

El 14 de julio se dio a conocer la autorización para realizar las tradicionales Fiestas del Sol en Mexicali, asimismo, se anunciaron las inauguraciones de las ferias de Rosarito y Tijuana, con la apertura del Palenque, es decir, conciertos en un lugar cerrado.

Pero el reto lo representaba el Baja Beach Fest en Rosarito, un evento con cantantes del género denominado urbano que se realizaría en 2020 y, a causa del cierre provocado por el virus SARS-CoV-2, se pospuso hasta ahora, cuando la semaforización ya estaba en Verde y bajo supuestos nuevos lineamientos.

La promoción se hizo en Estados Unidos, los interesados compraban sus boletos en línea y, para permitir la venta, debían comprobar que ya están vacunados.

El 7 de agosto se confirmó que Baja California ya estaba viviendo la tercera ola de COVID-19, una semana después de que la Feria de Rosarito tuviera la asistencia de más de mil 500 personas y que no todas cumplieran con los protocolos de salud, como el uso de cubre bocas o la sana distancia.

Aun así, se siguió adelante con la autorización para realizar el Baja Beach Fest, incluso realizaron una conferencia de prensa la alcaldesa de la ciudad, Araceli Brown Figueredo; el secretario de Economía, Mario Escobedo; y el titular de Salud, Alonso Pérez Rico, para presentar el protocolo de salud, los beneficios económicos que traería el evento a la región y cómo garantizarían la aplicación de las medidas, a modo de justificación.

El primer día del festival fue el viernes 13 de agosto, y 17 mil 900 personas abarrotaron las playas de Rosarito. Lo que menos hubo fue respeto al protocolo de salud.

Alonso Pérez Rico, secretario de Salud, informó que hubo mucho control y seguridad en el segundo día del Baja Beach Fest, celebrado en Rosarito, luego de que el viernes se documentara el evento en el que hubo 20 mil asistentes, sin tomar las medidas de control necesarias para evitar contagios.

FUERA DE CONTROL

De acuerdo con lo anunciado, los extranjeros debían traer una pulsera con chip, el cual estaba enlazado a la base de datos de Estados Unidos, en el que se enlistan las personas que ya recibieron la vacuna, todo de forma digital.

En el caso del público mexicano, debían llevar su certificado de vacunación emitido por la Secretaría del Bienestar y, de no contar con el mismo, realizarse una prueba de antígeno en el lugar.

Sin embargo, la situación se salió de control. Fotos y videos subidas a redes sociales por los asistentes al Baja Beach Fest, exhiben cómo entraron personas sin vacuna, retiraron el cubre bocas al acceder al foro y no se respetó la sana distancia.

En respuesta, el sábado 14 de agosto, la presidente municipal de Rosarito salió a defender el evento en una conferencia de prensa en la que se dedicó a culpar a los medios de comunicación por la distribución de las imágenes que evidenciaban la falta de protocolos.

“El uso del cubre bocas es una cuestión cultural”, afirmó en ese momento, ya que el 95% de los asistentes fue de origen estadounidense, por lo que, al venir de ese país, tienen la cultura de no usarlo, pero la autoridad cumplía con pedirles su uso.

Al respecto, Alonso Pérez Rico dijo a ZETA que después de un año y medio de vivir en pandemia, y ante la experiencia de una tercera ola, jamás va a recomendar no usar la mascarilla como una de las principales herramientas para evitar contagios y propagación del virus.

Las reacciones en las redes sociales abundaron, la mayoría de los comentarios culpaban al Gobierno del Estado por permitir la realización del evento, por dejar que extranjeros -algunos sin vacuna- vinieran a México en plena tercera ola, cuando los mexicanos aún no pueden ir a Estados Unidos en viajes no esenciales, y por preferir la derrama económica antes que evitar más contagios.

Mientras que había otros, los menos, que afirmaban que era el mismo riesgo acudir a un evento así, que a un bar, un restaurante, plazas comerciales o las mismas escuelas, ahora que está por iniciar el regreso a clases presencial.

El mismo sábado, el gobernador Jaime Bonilla Valdez pidió de manera directa a Pérez Rico hacerse cargo del descontrol de la noche anterior, por lo que, en el segundo día del festival, él, el secretario de Economía, Mario Escobedo de Economía y todo el personal de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), se apersonaron en el lugar para vigilar que se cumpliera con el protocolo.

A decir del gobernador, el domingo 15 de agosto, Baja California “se volvió ejemplo” ante el país, por realizar un evento masivo con tal control e innovación, pero al parecer no notó que precisamente ese día hubo mil 154 casos activos, la cifra más alta desde la segunda ola.

NOSOTROS SEREMOS LOS AFECTADOS: COMERCIANTES

Para Melisa Ibarra, copropietaria de un bar en Plaza Fiesta en Tijuana, el descontrol registrado el pasado fin de semana en los eventos masivos, repercutirá de manera negativa en los negocios locales, ya que la semaforización a Amarillo en la que se encuentra BC, trae consigo una reducción del aforo y vigilancia más estricta por parte de la Coepris y Reglamentos en sus negocios, a diferencia de lo visto en el primer día del Baja Beach Fest.

“Vienen, hacen su evento masivo, se incrementan los contagios, los casos activos, y los que pagamos las consecuencias somos nosotros, porque nos van a volver a cerrar si volvemos a Rojo”, señaló Ibarra.

En recorrido realizado por ZETA durante el fin de semana, se pudo observar que el turismo también llegó a Tijuana, donde bares como Las Pulgas, El Copeo, La Cantina del Copeo, Zebras y otros, estaban a su máxima capacidad y con fila de espera para ingresar.

Muchos de los asistentes a los distintos bares de la Zona Centro de Tijuana eran de Estados Unidos, y sin nadie que les dijera nada, circulaban por la calle Sexta y Revolución, incluso fumando cigarros de marihuana en vía pública.

Mientras que en Plaza Fiesta, los asistentes eran locales, y bares como Lumi y Green Witch estuvieron más llenos que lo permitido -75%-, a la entrada sólo revisaban cubre bocas y se proporcionó gel antibacterial, pero una vez adentro, era fácil andar sin mascarilla y sin aplicar la sana distancia.

NÚMEROS AL ALZA

Cifras emitidas por la Secretaría de Salud de Baja California, indican que han trascurrido siete semanas con casos activos al alza, así como casos nuevos confirmados y la ocupación hospitalaria que, si bien ha subido de manera gradual, ya está a un 45%.

El Hospital General de Tijuana ya tiene dos pisos llenos de pacientes COVID y están considerando convertir el área de Urgencias, mientras el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha reconvertido a área de tratamiento COVID la zona de Urgencias Pediátricas.

Asimismo, ya van más de dos semanas con el número de casos activos por encima de mil, y aunque hay días que bajan a poco más de 900, al día siguiente vuelve a subir.

Aun así, Jaime Bonilla Valdez ha dado prioridad al sector económico por encima de la salud, argumentando el 80% de la población mayor de 18 años ha sido vacunada.

Movilidad en la Feria de Tijuana 2021

BAJA BEACH FEST=LOLLAPALOOZA: PÉREZ RICO

El secretario Alonso Pérez Rico, comparó el Baja Beach Fest con el festival Lollapalooza, celebrado en Chicago, Illinois del 29 de julio al 1 de agosto, ya que se aplicó el mismo protocolo sanitario.

En ese evento, al que asistieron más de 385 mil personas, hubo 203 contagios de SARS-CoV-2, es decir, 4 por cada 10 mil asistentes. El funcionario estatal espera que la cifra sea proporcional en Rosarito sólo por el protocolo de salud, sin embargo, el monitoreo se hará de 7 a 14 días.

“385 mil personas asistieron a ese evento, 90% estaban vacunadas y solamente tuvieron 200 casos positivos -203- en Estados, esa es una tasa bajísima de morbilidad en una población de esa magnitud”, expresaría.

“Lo que podemos constatar y garantizar que, de los 17 mil, que fueron los mismos en los tres días (Baja Beach Fest), el 100% de los que estaban como staff, que eran 3 mil rosaritenses y tijuanenses, estaban vacunados”, enfatizó.

Como parte de los nuevos lineamientos para permitir eventos masivos, la Secretaría de Salud de Baja California requerirá que el organizador garantice el 90% de asistentes vacunados, a pesar que de la Secretaría de Bienestar, encargada de emitir los certificados de vacunación, lleva meses de atraso en la captura de datos.

Por lo pronto, faltan días para comenzar a registrar los brotes de COVID-19 surgidos en Baja Beach Fest, así como actualmente están emergiendo los que fueron al primer fin de semana de la Feria de Rosarito, cuya tasa de incidencia es de 41 por cada 100 mil habitantes, la más alta en BC.

Por último, Alonso Pérez Rico mencionó que después de ver el incremento de casos activos y confirmados después de ese evento, se implementará el mismo protocolo para todos los eventos masivos que se quieran hacer en la región.

 

 

Habilitan área para pediátricos con COVID-19; gobierno reconoce cinco menores hospitalizados por contagio

 

 

 

Mientras que autoridades de la Secretaría de Salud afirman que sólo hay cinco menores de 18 años hospitalizados por COVID-19, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ya prepara Urgencias Pediátricas para recibir a niños.

De acuerdo con información confiada a ZETA, el miércoles 18 de agosto se notificó al personal de salud de la institución federal que iniciarían con la reconversión de Urgencias Pediátricas a pacientes COVID menores de edad, debido a que los cuartos aislados ya estaban llenos, pues hay tres pacientes en ellos y requieren habilitar más en caso de que sea necesario.

Alonso Pérez Rico, titular de Salud en el Estado, enfatizó a este Semanario que sólo hay cinco pacientes menores de edad internados: tres de 10 a 14 años, y dos de 15 a 19, todos en Mexicali, cuatro pertenecientes al IMSS y uno a Isesalud; en contraste con los tres menores de la Clínica 1 de Tijuana.

En el Hospital General de Tijuana, fuentes confirmaron a ZETA que el fin de semana pasado había dos menores con diagnóstico de COVID-19 y dos más sospechosos, a diez días de que inicie el regreso a clases presenciales en algunas escuelas de educación básica y un incremento de casos activos a más de mil desde hace dos semanas.

Sin embargo, la disposición del Gobierno Federal ha sido regresar a clases en plena tercera ola de la pandemia, con la mayoría de las entidades federativas en semáforo de riesgo Amarillo y Naranja, puesto que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, lo considera “una actividad esencial”.

Al respecto, el secretario Pérez Rico mencionó que, aunque se confía en que los protocolos implementados en las escuelas sean seguros para evitar el virus SARS-CoV-2, los padres están en su derecho de no enviar a los niños a la escuela y seguir tomando clases vía internet, pues estas no se suspenderán.

Agregó que en cada escuela van a monitorear las partículas de dióxido de carbono en cada salón, además de que cada aula habrá la cantidad de mesabancos indicada en 1.5 metros de distancia, sin importar el número de alumnos que tenga cada grupo.

Foto: Cortesía

 

 

Reconvierten Urgencias de HGT a atención COVID-19

 

Luego de cinco meses y medio de convertir los hospitales COVID a mixtos, nuevamente inicia la reconversión, con el fin de estar preparados ante el incremento de hospitalizaciones a causa de la tercera ola de la enfermedad derivada del virus SARS-CoV-2.

El 24 de febrero se anunció que los siete hospitales dedicados a la atención de pacientes COVID regresarían a ser mixtos, pues ya se tenía el control de la segunda ola, y, además, debían atender otras enfermedades que se habían quedado a la espera cuando la pandemia llegó.

Sin embargo, el 18 de agosto inició la habilitación de Urgencias Pediátricas para menores con COVID-19 en el Instituto Mexicano del Seguro Social, y en el Hospital General de Tijuana (HGT) ya hacen lo propio.

Actualmente dos pisos del HGT ya están llenos de pacientes COVID -50-, y el área de Urgencias será dividida en dos, una para esta área y la otra para personas con heridas producidas por arma de fuego.

En el hospital auxiliar del IMSS, instalado en el estacionamiento de la Clínica 1, tienen internados a 49 adultos con la enfermedad, y aunque no tienen contemplado destinar un piso del hospital por el momento, el personal ya está atento.

 Hospital General de Tijuana

En recorrido realizado por ZETA se pudo observar que personal médico y de laboratorio está dando celeridad al alta de pacientes, estudios, cirugías, consultas y demás cuidados no relacionados con coronavirus, ya que esperan sacar la mayor carga de trabajo antes de que el hospital vuelva a cerrar, con el fin de tener camas disponibles en caso de un incremento de ingresos, así como prevenir contagios entre los pacientes que están ahí por otras razones y a su vez son vulnerables por tener el sistema inmune comprometido.

El jueves 19 de agosto, Baja California registró mil 292 casos activos, la cifra más alta en lo que va de la tercera ola, así como 394 casos nuevos confirmados. Misma cantidad que el 22 de enero de 2021, en el punto álgido de la segunda ola.

 

 

Autor(a)

Ángela Torres Lozano
Ángela Torres Lozano
Soy licenciada en Comunicación por UABC, periodista desde 2008, reportera en ZETA de temas generales y especializada en periodismo de ciencia y salud, también soy miembro de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia desde 2017.
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