Miles de afganos se precipitaron, este lunes 16 de agosto, a la pista del aeropuerto internacional de Hamid Karzai, en Kabul, la capital y la ciudad más grande de Afganistán, misma que está a punto de ser tomada por completo por los talibanes, una facción política y religiosa ultraconservadora que surgió en Afganistán a mediados de la década de 1990 tras la retirada de las tropas soviéticas, el colapso del régimen comunista de dicho país y la posterior ruptura del orden civil.
Escenas mostradas por la prensa internacional, muestran, por ejemplo, a decenas de personas aferrarse a un avión C-militar estadounidense mientras despegaba y soldados de EE.UU. disparaban tiros de advertencia al aire. El caos, hasta el momento, ha dejado al menos siete muertos, según dijeron funcionarios de Estados Unidos, citados por medios de aquel país.
Los talibanes entraron a Kabul, ayer domingo 15 de agosto, después de un avance relámpago en todo el país, mismo que tomó poco más de una semana para destronar al gobierno respaldado por Occidente. Los insurgentes vaciaron las cárceles y saquearon las armerías.
El presidente Ashraf Ghani huyó del país, para evitar “un derramamiento de sangre”, poniendo fin a una campaña de dos décadas en la que Estados Unidos y sus aliados habían intentado transformar Afganistán. Las fuerzas de seguridad del país, entrenadas por Occidente, colapsaron o huyeron, antes de la retirada planificada de las últimas tropas estadounidenses a finales de mes.
Los residentes corrieron hacia el aeropuerto internacional de Kabul, donde el “lado civil” estuvo cerrado hasta nuevo aviso, según la Autoridad de Aviación Civil de Afganistán. Mientras tanto, el Ejército estadounidense y otras fuerzas occidentales continuaron organizando evacuaciones.
“En otro video, se podía ver a cientos de personas corriendo junto a un avión de transporte C-17 de la Fuerza Aérea de EU, mientras avanzaba por una pista. Algunos se aferraron al costado del avión justo antes del despegue. Otro video mostró a varios cayendo por el aire mientras el avión ganaba altitud rápidamente sobre la ciudad”, indicó la agencia estadounidense The Associated Press (AP).
Antes, la Embajada de Estados Unidos fue evacuada, la bandera y los diplomáticos se trasladaron al aeropuerto para ayudar con la evacuación. Otros países occidentales también han cerrado sus misiones y están enviando personal y nacionales.
Un grupo de 70 países de todo los continentes, incluidos España, Francia o Alemania, instaron este lunes a “quienes ocupan cargos de autoridad en todo Afganistán” que permitan a los ciudadanos del país y a los internacionales marcharse del país asiático.
Los afganos también están tratando de salir a través de cruces fronterizos terrestres, todos los cuales ahora están controlados por los talibanes, entre ellos a Uzbekistán o Pakistán. En entrevistas con cadenas de televisión estadounidenses, el asesor de seguridad nacional de EE.UU., Jake Sullivan, culpó al ejército afgano por la rápida toma del poder de los talibanes, diciendo que carecía de voluntad para luchar.
“La derrota amenazó con borrar 20 años de esfuerzos occidentales para rehacer Afganistán, en los que murieron más de tres mil 500 soldados estadounidenses y aliados, así como decenas de miles de afganos. La invasión inicial expulsó a los talibanes del poder y dispersó a Al Qaeda, que había planeado los ataques del 11 de septiembre mientras estaba refugiada en Afganistán. Muchos habían esperado que el gobierno afgano respaldado por Occidente marcara el comienzo de una nueva era de paz y respeto por los derechos humanos”, recordó AP.
“Bajo los talibanes, que gobernaron de acuerdo con una dura interpretación de la ley islámica, las mujeres fueron confinadas en gran medida a sus hogares y los presuntos delincuentes se enfrentaron a la amputación o la ejecución pública”, insistió la agencia estadounidense.
Suhail Shaheen, un portavoz de los talibanes, dijo en un mensaje en la red social Twitter que sus combatientes tenían órdenes estrictas de no causar daño a nadie. “La vida, la propiedad y el honor de nadie deben ser dañados, sino que deben ser protegidos por los muyahidines”, dijo.
Anteriormente, Mohammad Naeem, portavoz de la oficina política de los talibanes, declaró a la cadena de televisión Al Jazeera que el pueblo afgano y los talibanes acababan de ser testigos de los frutos de sus esfuerzos y sacrificios durante 20 años. “Gracias a Dios, la guerra ha terminado”, dijo.
Sin embargo, bajo el Gobierno talibán, entre 1996 y 2001, las mujeres no podían trabajar, las niñas no podían ir a la escuela y las mayores tenían que cubrirse la cara e ir acompañadas por un familiar hombre si querían salir de sus casas.
Después vino un conflicto bélico de casi dos décadas, que inició cuando Estados Unidos derrocó a los talibanes tras los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, en las Torres Gemelas de Nueva York, supuestamente orquestados por el grupo terrorista Al Qaeda, bajo la protección de los insurgentes.
El pasado 1 de mayo, Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) comenzaron la retirada de los 9 mil 500 soldados, entre ellos 2 mil 500 estadounidenses, todavía presentes en Afganistán. Luego, el 8 de julio del 2021, el presidente Joe Biden declaró que la retirada de las tropas estadounidenses estará “terminada para el 31 de agosto”.
“Nuestra razones para permanecer en Afganistán se han vuelto cada vez más confusas”, dijo Biden el pasado 14 de abril, quien recordó, además, que el motivo para ir a dicho país fue atrapar a Osama Bin Laden, lo que lograron hace 10 años.
El mandatario estadounidense aseguró que tiene “poco sentido” centrarse tanto en Afganistán cuando las amenazas que enfrentan son generalizadas. Sin embargo, aseguró que Estados Unidos “no quitará la vista de la amenaza terrorista”.
“Es hora de poner fin a la guerra más larga de Estados Unidos. Es hora de que las tropas estadounidenses regresen a casa […] Fuimos a Afganistán debido a un terrible ataque que ocurrió hace 20 años […] pero no pensamos que esta guerra duraría generaciones”, señaló Biden.
“Ahora soy el cuarto presidente estadounidense que encabeza la presencia de tropas estadounidenses en Afganistán. Dos republicanos. Dos demócratas. No pasaré esta responsabilidad a un quinto presidente”, dijo el mandatario de EE.UU.
Biden destacó que la salida de las tropas estadounidenses sería paulatina y ordenada con ayuda de sus aliados, quienes actualmente tienen mayor presencia en Afganistán que Estados Unidos. Ese mismo día, después de su mensaje, Biden acudió el Cementerio Nacional de Arlington para rendir homenaje a los militares que perdieron la vida en Afganistán y colocar un arreglo floral.
“Los hombres y mujeres que fueron a Afganistán lo hicieron por su país, por sus madres, sus padres, sus hermanos”, dijo el presidente estadounidense ante los reporteros que se encontraban en la Sección 60 del cementerio. Se estima que 2 mil 488 hombres y mujeres del Ejército de EE.UU. murieron durante su estancia en territorio afgano.
El expresidente Donald Trump intentó sacar a las tropas de Afganistán y firmó un acuerdo con los talibanes el año pasado, que establecía la salida de las tropas de EE.UU. para el 1 de mayo de este 2021, sin embargo, la nueva fecha de retiro sería cuatro meses después.
En la actualidad, la OTAN mantiene en Afganistán una misión de asesoramiento, entrenamiento y formación de las fuerzas de seguridad locales, con 9 mil 592 efectivos. Estados Unidos aporta 2 mil 500 militares y el resto se distribuyen entre miembros de la Alianza y socios de la organización, como Georgia.
Tras el anuncio, el expresidente Barack Obama dijo que Biden había “tomado la decisión correcta al completar la retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán”, y agregó que “deberíamos rendir homenaje a los extraordinarios sacrificios de los estadounidenses que han servido en nuestra guerra más larga”.
This is, perhaps, one of the saddest images I've seen from #Afghanistan. A people who are desperate and abandoned. No aid agencies, no UN, no government. Nothing. pic.twitter.com/LCeDEOR3lR
— Nicola Careem (@NicolaCareem) August 16, 2021
▶️ DESESPERADOS | 😧
Imágenes de hombres corriendo mientras un avión militar intenta despegar desde el aeropuerto de Kabul, Afganistán.
Algunos incluso intentan "agarrarse" del mismo buscando, quizás, volar "colgados" del mismo para huir. pic.twitter.com/PkgmNRsQ3s
— DELPY 📱🎬 (@delpynews) August 16, 2021
🇦🇫 | Personas caen de las aeronaves militares tras despegar del aeropuerto de Kabul: pic.twitter.com/TWgPjBp9Zj
— Alerta News 24 (@AlertaNews24) August 16, 2021
Video: Gunfire heard at Kabul airport. Reportedly shots have been fired at crowds seeking to board aircraft. Eyewitnesses report people killed or wounded in the shooting. #Afghanistan pic.twitter.com/Wiql3YygCe
— TOLOnews (@TOLOnews) August 16, 2021
Video on social media shows people falling to their deaths from an aircraft that had taken off from Kabul airport, presumably having attached themselves from the outside. pic.twitter.com/9KHeiuawXj
— TOLOnews (@TOLOnews) August 16, 2021
PIDE SECRETARIO GENERAL DE LA ONU, NO ABANDONAR A AFGANOS
El Secretario general de la Organización de las Naciones Unidas ONU, Antonio Guterres, pidió este lunes al Consejo de Seguridad de dicho organismo internacional, que “utilice todas las herramientas a su disposición para reprimir la amenaza terrorista global en Afganistán” y garantizar que se respeten los derechos humanos básicos.
“Estamos recibiendo informes escalofriantes de severas restricciones a los derechos humanos en todo el país. Me preocupan particularmente los relatos de las crecientes violaciones de derechos humanos contra las mujeres y niñas de Afganistán. No podemos ni debemos abandonar al pueblo de Afganistán”, dijo al Consejo compuesto por 15 miembros.
La ONU, que cuenta con unos 3 mil funcionarios nacionales y unos 300 internacionales sobre el territorio de Afganistán, dijo el pasado viernes 13 de agosto, que parte del personal había sido reubicado en Kabul, pero que ninguno había sido evacuado.
“La presencia de Naciones Unidas se adaptará a la situación de seguridad. Pero, sobre todo, nos quedaremos y prestaremos apoyo al pueblo afgano en su hora de necesidad”, indicó Guterres. Por su parte, el embajador de Afganistán ante la ONU, Ghulam Isaczai, dijo al Consejo de Seguridad que hablaba en nombre de millones de personas “cuyo destino pende de un hilo”, incluidas las mujeres y las niñas “que están a punto de perder su libertad para ir a la escuela, trabajar y participar en la vida política, económica y social del país”.
“Los ataques contra civiles u objetivos civiles deben cesar. Deben respetarse los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los ciudadanos afganos, especialmente de las mujeres, las niñas y los miembros de los grupos minoritarios”, declaró ante el Consejo la Embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield.
Isaczai pidió al Consejo y a las Naciones Unidas que no reconozcan a ningún Gobierno que llegue al poder por la fuerza ni a ninguno que no sea inclusivo.