Pese a ser un destino turístico, el servicio público de recolección de basura dejó de operar hace muchos años y la red de agua potable bombea cuando la planta cuenta con diésel, aun cuando el pago de impuestos ha beneficiado al Ayuntamiento de Comondú
A poco más de tres horas de carretera, desde la cabecera municipal de Comondú, se encuentra el poblado de San Juanico, que ha sobresalido a nivel mundial por sus playas y poseer las olas más grandes del mundo, algunas con longitud de un kilómetro.
La pandemia derivada del virus SARS-CoV-2 puso a la comunidad pesquera en el ojo del huracán, ya que las principales necesidades fluyeron con un brote de contagio en más de 50 personas. Salud, servicios públicos y demás, por fin cimbraron a las autoridades federales, estatales y municipales por lo negligentes que han sido.
“Tenemos las peores autoridades, San Juanico es grande por su gente, pero en servicios tenemos los peores, ni se acuerdan que fuimos quienes le dimos voz a Morena en 2018, les creímos porque eran cambio, hoy sabemos de qué está hecho, de mentiras. Somos quienes hemos sacado la casta”, lamentó Carlos, servidor público de San Juanico.
Flor Nallely Aguilar, habitante de la comunidad, se comunicó de inmediato a ZETA, pues culparon a los habitantes por el brote de coronavirus por una supuesta fiesta, la cual no existió, sino que la falta de equipo médico, asistencia, traslados y unidades de atención, expandió el contagio.
El pueblo está limitado, la pesquería es la principal fuente de recursos, no obstante, la falta de apoyo ha detenido el crecimiento como destino; solo el capital privado ha mejorado algunos aspectos.
“Es un pueblo pesquero, no porque yo sea de ahí, sino que es muy bonito, es un polo turístico, la mayoría de las personas, el que no es pescador es albañil, también hay empresarios que son dueños de hoteles, tienditas. Hoteles no tan lujosos como los que encuentras en la ciudad, también hay muchos turistas que están invirtiendo, hay un hotel que es de unos italianos”, expresó Flor Nallely Aguilar.
Aun cuando el turismo es el principal motor de la economía estatal, a San Juanico no se le ha impulsado, los apoyos son nulos, pese a que el pago de impuestos ha beneficiado al Ayuntamiento de Comondú, este no reditúa con servicios de calidad.
Agua, recolección de basura y rescate de espacios públicos son nulos, agua potable cuando hay combustible, la recolección de basura dejó de operar hace muchos años y la red de agua bombea cuando la planta cuenta con diésel.
“Por su turismo, por todo lo que conlleva el pago y cobro de impuestos como el Predial, el gobierno (municipal) se abastece muy bien de lo que sale del pueblo, siempre hemos sido parte muy fundamental para ellos, y aun así nos tienen bien olvidados; pero el pueblo es muy unido, muy bonito, es el pueblo perfecto si te quieres desconectar de todo, luz las 24 horas no tenemos, el internet apenas lo ponen por antenas repetidoras o satelitales, no hay líneas para teléfonos. En cambio, sus playas y paisajes son hermosos”, describió Aguilar.
SERVICIOS DE TERCER MUNDO
Un destino turístico de altura que pudiera sobresalir aún más por sus bellezas naturales y espectáculo que brinda a la comunidad de surfistas extranjeros, queda en un sitio tercermundista, ni siquiera para dar un servicio de calidad a los visitantes.
Los habitantes de San Juanico están en penumbra todos los días, y el alcalde de Comondú, Walter Valenzuela, ha quedado muy mal en su gestión, con constantes paros en servicios públicos, agua potable y seguridad pública.
“Es una administración golpeada porque no hemos tenido la cantidad recursos necesarios para sacar los problemas como quisiéramos, es un tema ya sabido por todos. Yo represento a mil 600 trabajadores, dicen que en Comondú hay problemas en la basura, pero que vayan y revisen los bulevares; Comondú es el municipio más limpio, mucho dicen que somos el municipio más seguro de Baja California Sur, aunque les duela, somos el segundo municipio con mayor capacidad para los policías, el 97% de la población tiene agua los 365 días del año”, refirió el alcalde.
Pero San Juanico ni siquiera cuenta con un camión recolector de basura, ciudadanos en autos propios recolectan los desechos a cambio de combustible para sacar los residuos, aunque hay quienes la abandonan en predios debido a la falta de combustible y no es nada fácil acceder.
“Hay un camión de la basura que nunca ha servido y siempre es un rollo, la gente siempre quejándose, pero pues mucho tienen que ver las condiciones en que tiene el vehículo, y también, que el señor (alcalde) salga y apoye para la gasolina, pero no; nosotros la pagamos en el pueblo, pero la gasolina está súper cara, no hay gasolina tan cerca”, denunció la habitante.
La falta de equipo para la operación de los servicios públicos, recolección de basura, rescate de espacios y atención de las avenidas, ha limitado la operación del personal municipal, de hecho, la mayor atención es apoyar a los pobladores en tareas muy limitadas, ni siquiera cuentan con unidades para moverse en la comunidad.
“Hubo un tiempo que sí funcionó, cuando recién se llevó, no recuerdo en qué año fue, pero no tenemos camión de la basura y cada quien lleva su basura. Ahorita la gente se mal impuso, hay personas que llevan la basura de manera particular y piden cooperación, no se le da mantenimiento (al camión) por parte del gobierno, no hay manera, a los delegados los dejan atados de manos sin recurso”, acusó Flor Nallely.
LUZ Y AGUA CON PETRÓLEO
Aunque parezca un apocalipsis, la realidad de los habitantes de San Juanico es que están en total abandono por parte de sus autoridades. Mientras, Walter Acosta se la pasa de viaje tras viaje, incluso está desaparecido desde abril, que se le vio haciendo campaña con Iliana Talamantes, actual alcaldesa electa por Morena.
Los habitantes desconocen el paradero de Acosta desde que iniciaron los paros de trabajadores entre noviembre y diciembre de 2020, cuando el mandatario municipal dejó de asistir a reuniones y recorridos en Comondú. Solo se le vio en fiestas.
Aun con el reclamo de los habitantes de San Juanico, Valenzuela se llena la boca al decir que es el único que realmente ha trabajado por sus pobladores: “Somos la única administración que ha hecho todo lo posible para que su población no quede rezagada y cumplir con los compromisos”.
A San Juanico ni siquiera ha enviado apoyo en combustible para que sus pobladores cuenten con el servicio de agua potable, son ellos quienes compran el combustible para que funcionen las plantas generadoras. El esfuerzo es para que, por lo menos unas horas, puedan gozar del servicio, aunque sea una vez a la semana.
“El servicio de agua se carece mucho, y el servicio se cobra bien, no es nada barato, aparte lo dan seccionado, cada día lo dan a una sección o a otra, hay hasta que se acaba el combustible, y hay que juntar y luego ahí no venden combustible, hay que ir hasta Constitución, como a tres horas y media, son como 202 kilómetros o algo así. Tienen que salir hasta allá para traer combustible y poder echar a andar una planta, que hacer que nos llegue el agua, para bombearla, pues”, evidenció Flor Aguilar.
Están privados de servicios como la energía eléctrica, para San Juanico solo hay luz unas cuantas horas al día, por décadas han carecido del servicio y, con las altas temperaturas -34 grados Centígrados durante la noche-, es terrible conciliar el sueño.
El problema ha persistido y la Comisión Federal de Electricidad ha hecho caso omiso de las quejas de los habitantes, sin que el presidente municipal solicite apoyo.
“De la luz nos llegó de diversos sistemas, híbrida, eólico, solar y diésel, eso fue hace muchos años, más de 20, estuvo funcionando muy poco tiempo y ya no funcionó porque salió mal un convertidor para que pudiéramos ascender y ya, no lo arreglaron, no hubo para comprar otro, así quedó”, mencionó la habitante de San Juanico.
Los habitantes de la zona pesquera solo tienen energía eléctrica seis horas al día, duermen sin energía eléctrica y pasan la mayor parte del tiempo sin la misma.
“Tenemos luz de siete de la mañana a doce del día, y como de cinco de la tarde a ocho de la noche, pero pues ha subido el diésel, empezó a no haber abasto de energía, el caso es que solo tenemos luz de cinco de la tarde a once de la noche, cuando tenemos diésel, y cuando se acaba ya no hay luz por cuatro o cinco días. Ha sido el botín político cada que hay elecciones, vienen a prometernos siempre poner luz en San Juanico y saben que con eso nos convencen, pero siempre es la misma promesa por décadas”, lanzó Flor Nallely Aguilar.
SALUD DE CUARTA
La pandemia fue el factor principal que destapó la cloaca de las carencias en salud, no hubo ambulancia para trasladar a pacientes COVID que tuvieron complicaciones, fueron llevados en autos particulares y algunos murieron en el camino.
El Centro de Salud es inexistente, las fotografías que enviaron los pobladores son desgarradoras, se sabe que es el Centro porque los habitantes así lo conocen, pero no son funcionales las instalaciones.
“No tenemos doctor, no tenemos enfermera, ambulancia apenas tenemos porque el pueblo compró una ambulancia, y también llegaron con una ambulancia de aquí del Ayuntamiento, pero pues ya que teníamos la otra no, ya que vieron que empezamos a movernos, ya nos habían dado una y nos la quitaron, por eso no estábamos seguros de que nos ayudaran, pero ya el pueblo compró la suya. Doctor pues no hay, va solamente tres días, a la semana va una o dos veces cuando bien nos va, y no siempre, no todas las semanas”, puntualizó la ciudadana.
La Clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) está en pésimas condiciones, no hay doctor, medicinas o enfermeras. En lo que refiere al brote reciente de coronavirus, los ciudadanos requirieron de una unidad de traslados, esa fue la petición a través de las redes sociales, ningún funcionario se acercó, fueron grupos de voluntarios y pobladores los que aportaron.
“La ambulancia es manejada por un muchacho, Diego Simental, que llegó de La Paz hace unos días, él trabajaba en Protección Civil y no sé qué hizo, si renunció o qué, pero dejó su trabajo y se fue a San Juanico como voluntario. La otra ambulancia, se quedaron otros dos chicos a moverla ahorita que está el brote allá, afortunadamente ahorita está controlado el brote. Al parecer el Ayuntamiento se estaba parando el cuello de que ellos los habían mandado, pero al preguntarles allá, entendí que se quedaron por voluntad propia”, compartió a ZETA Aguilar.
VOLUNTAD QUE SALVA
El dolor fue muy grande, familias enteras contagiadas de coronavirus y no hubo apoyo necesario, algunos organismos civiles fueron los principales promotores de la ayuda, pero quienes fueron el motor de empuje, su gente. Ante la necesidad y la actitud negligente de los gobiernos, los habitantes se organizaron para reactivar la pesca y llevar alimento a esas familias necesitadas.
“Dependemos mucho de la pesca, pero nos ha ido muy mal, no ha habido manera de echar mano de ahí, ahorita sí se ha estado sacando un poquito de ahí, por ejemplo, hay personas ahorita que se organizan y hacen comida para los que están enfermos y les llevan, también hay algunos pescadores que empezaron a echar redes y así brindar pescados a las familias. Llevan tres días haciendo eso, pero en cuanto al trabajo, ahorita está parado”, celebró la habitante de San Juanico.
No obstante, “estamos careciendo de muchas cosas, pero gracias a Dios ahí vamos, las autoridades nos dejaron, para las autoridades solo existimos en campañas políticas, cuando vienen las elecciones quieren que les demos el voto, van y nos endulzan el oído y todo bien bonito; te dan despensas, regresan y hacen una fiesta, quieren ganarse el premio, ‘Cuando ganemos, vamos a hacer esto y esto’, lo que más llegan a prometer es la luz, porque saben que es de lo que carecemos también, y cuando llegan al poder ni se vuelven a acordar de San Juanico, se queda en el olvido total”, reiteró Flor Nallely Aguilar.
Como tampoco alguna acción de vivienda fue ejercida en favor delas familias necesitadas. A ese respecto el alcalde de Comondú reviró:
“Son 271 acciones de vivienda, y lo he dicho siempre, es algo que se está dando, voy a tener reunión con la Orientación de Naciones Unidas. Comondú va a ser el primer municipio a nivel nacional, que va arrancar con el programa de vivienda, es una ganancia que tenemos”. Dicho programa y todos los servicios públicos quedaron a deber a la comunidad, ha sido la peor administración municipal, tanto así que Walter Valenzuela solo asistía a eventos sociales, no a recorridos o a conocer las necesidades de los habitantes.
“Ese señor llegó al poder y no lo conocemos en San Juanico, creo que las únicas veces que fue, cuando falleció el papá del delegado, volvió a ir al bautizo del hijo de uno de sus amigos, y hasta ahí, no volvió a presentarse. De hecho, quedó muy mal, anduvo ofreciendo unos pies de casa, en el que pedían un tanto por ciento a la persona que lo iba a obtener, y andaba eso de que era un fraude. Lo bueno que en San Juanico nadie alcanzó a depositar”.
La última ocasión que Walter Valenzuela visitó San Juanico fue el 23 de septiembre de 2020, en sus redes sociales compartió la foto con dos personas que recibió, no hubo más asistentes a las “audiencias públicas”, los propios habitantes reconocen que ya no recorrió, menos ahora que está en problemas. No ha estado presente para ayudar a los enfermos y, con el actual brote de COVID, ni sus luces. Pero en su última visita a San Juanico, presumió “atención mediante audiencias a los habitantes del lugar, se instalaron mesas receptoras con personal de las diferentes áreas, quienes brindaron facilidades y descuentos en los servicios que otorga la presente administración; este tipo de jornadas se vienen realizando en todas las comunidades del municipio, llevando hasta sus poblaciones la atención del Ayuntamiento y sus servidores”.
SAN JUANICO DE PIE
Un pueblo que ignora sus raíces, sus problemas y virtudes, es un pueblo condenado al fracaso. En cambio, una comunidad dispuesta a afrontar juntos un problema y hacer frente ante la adversidad, habla de gente de valor, fuerza y empuje para salir adelante.
San Juanico está de pie gracias a sus pobladores y la gente que se acercó y dio la mano a los necesitados.
“Toda esa gente voluntaria que fue a San Juanico, a San Juanico también, porque se unió y sacó adelante este problema y le demostró al gobierno que no los necesitamos, a toda esa gente externa al pueblo que nos apoyó, tanto económicamente como con víveres para que pudiéramos salir de este brote y la situación que tenemos ahorita”.
En San Juanico despertaron, no serán botín político de nuevo, y están dispuestos a exigir a las nuevas autoridades lo que por Ley les pertenece, iniciando por el reclamo de servicios básicos, que es obligación del Ayuntamiento de Comondú.
“Gracias por nada al gobierno, porque no nos ha apoyado y espero que este gobierno que entra, se dé cuenta que San Juanico ya se alzó, alzó la voz, ya se dio a conocer que no va a ser nada fácil, que nos ayuden o ya saben lo que les espera. El pueblo ya despertó, ya está saturado, el pueblo estamos unidos, este gobierno saliente, por más que haga, vean nada más como nos tiene, el delegado se ha movido mucho junto con su esposa y toda la gente, han estado al pendiente”, celebró la pobladora Flor Aguilar al Ayuntamiento.
A aquellos que estuvieron y están presentes ante la problemática, sin duda les irá muy bien, la comunidad está muy agradecida y a sus órdenes, es el mensaje que dejaron los pobladores. El problema de San Juanico hizo que despertaran, hoy están pidiendo también por El Dátil, zona afectada por la COVID, donde ni siquiera tienen médico un día al año y atraviesan por una terrible crisis sanitaria.
“Al presidente de la cooperativa Puerto Chale, que han estado echándonos la mano y cuando se ha ocupado la cooperativa se mueve y ellos ponen, han aportado mucho. Todo el pueblo se ha unido y ha estado al pendiente de un pueblo vecino, muy preocupados para el lado del Estero El Dátil, que está pasando por una situación similar, y es preocupante porque ahí es mucho más chico que San Juanico, hay muchas familias contagiadas y ellos sí de plano no tienen ni siquiera un Centro de Salud, una clínica para atenderse, ahí sí no hay doctor nunca, ni enfermeros, ni nada”, puntualizó la habitante de San Juanico.