Recientemente tuve el honor de estar dentro de las instalaciones de la Preparatoria Federal “Lázaro Cárdenas”: pisar y caminar por los pasillos, y entrar al centro deportivo de tan prestigiado centro de estudios.
Igualmente, miles y miles de personas han caminado ya, que nunca creyeron estar algún día en el interior de la primera preparatoria de Tijuana, esto con motivo de la vacunación anticoronavirus, que se puso de manifiesto en dicho centro estudiantil de la famosa torre Minarete… Hasta dan ganas de tener matrícula de estudiante en este complejo, al ver tan hermosa preparatoria, saber su origen, sus luchas, sus miles de egresados, y la zona tan famosa, que fuera área casinera de Tijuana. Así como su alta excelencia académica y alumnos con magníficas calificaciones, que son de admirar a sus disciplinados educandos.
En buena hora la prepa Lázaro abre sus puertas para arrancar suspiros de quien caminó por allí, ahora (y desde hace meses) recibiendo su antídoto antiSARS-CoV-2, sintiéndose orgulloso de que tenga Tijuana una prepa de tal calidad, fama, iconicidad, desarrollo, excelencia, seriedad, anhelos, sueños…
Gracias al director Olguín por prestar en todo este tiempo sus instalaciones preparatorianas. Y a quienes tuvimos la oportunidad de caminar por ese centro de enseñanza, comparto la alegría también de quien ha sido egresado de este conjunto de formación de jóvenes futuristas tijuanenses. Sí… una envidiable preparatoria para quien piensa y sueña en grande; y ese es un tercer escalón hacia la realización y plenitud de la persona que quiere destacar y ser ciudadana de bien.
Felicidades a quien es actualmente estudiante de tal prepa, así como a sus egresados, que son tantos, y a sus profesores, que son el pilar de la educación, sobre todo ahora en tiempos de pandemia.
No hay duda. Viva la Preparatoria Federal “Lázaro Cárdenas” de Tijuana.
Atentamente,
Leopoldo Durán Ramírez.
Tijuana, B.C.