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jueves, febrero 15, 2024
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En libertad, junior que mató a policía

Israel Clemente Corti, hijo del oficial mayor del gobierno de Jaime Bonilla Valdez, que en estado de ebriedad impactó su vehículo contra una patrulla estacionada y ocasionó la muerte de un oficial e hirió a otro, ambos de Rosarito, fue vinculado a proceso, pero le permitieron seguir en libertad. A diferencia de la joven que el 18 de mayo, también en estado de ebriedad, impactó su vehículo y mató a dos, ella sigue encarcelada. El padre del imputado estuvo siete años en prisión por operación con recursos de procedencia ilícita


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Israel Clemente Corti, hijo del oficial mayor del Gobierno del Estado de Baja California, que el 24 de junio, en estado de ebriedad, impactó su vehículo Dodge Challenger 2020 contra una patrulla estacionada en el municipio de Rosarito, matando a un elemento y dejando herido a otro, fue vinculado a proceso, pero puesto en libertad.

El junior del oficial mayor del gobierno de la Cuarta Transformación, presentó como identificación una licencia de Baja California con domicilio en el exclusivo fraccionamiento Cumbres de Juárez, pero él es de nacionalidad estadounidense, y, según confiaron a ZETA autoridades del vecino país, solía frecuentar muy poco la frontera mexicana.

Además, el auto que conducía portaba placas de California, Estados Unidos. Las mismas autoridades confirmaron que fue adquirido por el joven de 24 años en la Unión Americana, a un precio que supera el millón 750 mil pesos.


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Israel Clemente no cuenta con una cédula profesional inscrita en México. Beneficiado por el Poder Judicial, fue puesto en libertad bajo proceso por el Juez de Control, José Chávez Castro, a diferencia de la joven Nailea “N”, quien permanece en prisión luego que el 18 de mayo, también en estado de ebriedad, impactara su vehículo contra otro que hacía fila para internarse a Estados Unidos, matando a dos personas. Fue vinculada a proceso y encarcelada.

César Ernesto Ledezma Lopez, Honraz fúnebres policía caído en Rosarito

El jueves 1 de julio se llevó a cabo la segunda audiencia de vinculación a proceso de Israel Clemente Corti, y tuvo como resolución que el juez Joel Chávez Castro le señalara como probable responsable del homicidio del oficial municipal de Rosarito, estipulando que llevará su proceso en libertad, tendrá la obligación de presentarse de manera periódica ante el Juzgado cada tres semanas hasta que concluya el juicio, y se le exigió una garantía económica de 130 mil pesos.

El plazo de investigación complementaria dictada por el juzgador será de cinco meses, hasta el 1 de diciembre de 2021.

A la causa penal 323/2021, se decretó auto de vinculación a proceso por los delitos de homicidio por culpa, lesiones por culpa, daños en propiedad ajena por culpa y contra la seguridad de tránsito de vehículos y conducir en estado de ebriedad. Por su parte, la Fiscalía General del Estado (FGE) interpondrá un recurso de apelación.

Autoridades norteamericanas revelaron a este Semanario que el joven Israel Clemente Corti, rara vez cruzaba la frontera a Tijuana, que su vida la desarrollaba mayormente en la Unión Americana. Ahora, de acuerdo a lo estipulado, deberá residir en Tijuana para presentarse al Juzgado a firmar.

 

EL PAPÁ ESTUVO EN PRISIÓN POR SIETE AÑOS

Israel Clemente González es el séptimo oficial mayor de Baja California en menos de dos años. Antes había sido funcionario de la Secretaría de Salud, pero fue dado de baja cuando se ventiló que contaba con antecedentes penales.

En efecto, se hizo público que en enero de 2006 fue aprehendido en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México cuando transportaba 725 mil 494 dólares en efectivo. Veinte días después, en el Juzgado 12 de Distrito con sede en el centro del país, le dictaron auto de formal prisión.

Clemente González provenía de Tijuana cuando fue detenido, y no manifestó el origen, destino o propiedad del dinero, por lo que fue consignado por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, en la modalidad de transportar recursos dentro del territorio nacional con el propósito de ocultar su localización, y sentenciado a siete años de prisión y a pagar una multa de 97 mil pesos.

A la llegada de Jaime Bonilla Valdez al Gobierno del Estado de Baja California, Clemente González asumió el cargo de subdirector general de Administración del Instituto de Servicios de Salud (Isesalud), del cual fue despedido por Alonso Pérez Rico, secretario de Salud, en diciembre de 2019, por sus antecedentes penales. Incluso se dijo que se había iniciado un procedimiento administrativo en su contra, pero fue recontratado por Bonilla como su séptimo oficial mayor.

A la fecha, el colaborador de Bonilla Valdez no ha declarado el origen lícito de los recursos confiscados en 2006, por lo que fue acusado de lavado de dinero.

Ante el Registro Público de la Propiedad y el Comercio (RPPC) de Baja California, Israel Clemente padre tiene registrada solo una propiedad en la entidad, ubicada en el fraccionamiento Los Olivos en Tijuana, la cual adquirió en 2015 por 75 mil dólares.

Sin embargo, cuenta con cuatro automóviles de lujo a su nombre registrados en otro domicilio: un BMW Mini Cooper modelo 2019, con un costo de medio millón de pesos; una camioneta Honda CR-V Touring CVT, modelo 2018, con valor de 380 mil pesos en el mercado; un Audi A3 Cabriolet 40, modelo 2020, de más de medio millón de pesos; y una camioneta Chevrolet Tracker 2021, de 455 mil pesos.

El domicilio al que tiene registrados estos automóviles no coincide con sus propiedades ante el RPPC estatal, ni con la dirección en la licencia de conducir con la que se identificó su hijo tras chocar y privar de la vida a un policía municipal de Playas de Rosarito.

El registro de los vehículos pone como domicilio del oficial mayor del Estado, un departamento en la calle Central número 12600, interior 404, Colonia Hipódromo II. La licencia de conducir con la que se identificó Clemente Corti, tiene cómo dirección Cumbres de Acultzingo número 8502, Colonia Cumbres de Juárez. Ambas en Tijuana.

EL CHOQUE Y LA MUERTE DEL OFICIAL

El reporte de un automóvil abandonado en el Kilómetro 9 de la Carretera Escénica Tijuana-Playas de Rosarito llevó a dos policías municipales del puerto a bordo de su unidad a revisar la denuncia. Eran alrededor de las 02:00 horas de la madrugada del jueves 24 de junio cuando un automóvil a exceso de velocidad embistió a los elementos de seguridad.

El saldo fue un oficial sin vida y otro gravemente herido: César Ernesto Ledezma López y Gonzalo Sánchez Guzmán, respectivamente.

El conductor del vehículo que chocó y mató a un agente de seguridad rosaritense fue identificado cómo Israel Clemente Corti, hijo del oficial mayor del Gobierno del Estado Baja California, Israel Clemente González.

De acuerdo con la carpeta de investigación formulada por la FGE, el joven de 24 años de edad conducía en estado de ebriedad un Dodge Challenger 2020 color naranja, placas 8TML272 del Estado de California, Estados Unidos.

En el Informe Policial Homologado se asentó que el accidente se suscitó sobre la Escénica a Playas de Rosarito, viajando de Norte a Sur, a la altura de la colonia Reforma. Mientras los oficiales atendían el reporte de un auto abandonado con supuesto reporte de robo, la patrulla se encontraba estacionada sobre el acotamiento cuando fue embestida por el automóvil de lujo de Clemente Corti.

A causa del choque, la unidad quedó destrozada. Ledezma López y Sánchez Guzmán quedaron tendidos sobre el carril de acotamiento, en la terracería, a unos metros de la patrulla hecha pedazos. César Ernesto fue trasladado a la clínica del Issstecali El Mirador, sin embargo, perdió la vida; mientras que Gonzalo Sánchez quedó gravemente herido y se le atendió en Cruz Roja de Tijuana.

El hijo del oficial mayor fue presentado ante la FGE a las 07:00 horas del jueves 24 de junio, para después desahogar las pruebas en su contra y comenzar el proceso de judicialización en su contra por el delito de homicidio simple intencional.

 

“SOLO PIDO JUSTICIA”: POLICÍA LESIONADO 

Gonzalo Sánchez Guzmán narró a este Semanario cómo ocurrieron los hechos que resultaron en el fallecimiento de su escolta y amigo:

“Estaba atendiendo el reporte de un vehículo abandonado, por lo que nos acercamos al lugar, en todo momento tomamos medidas de seguridad. Lo que hicimos fue estacionarnos en la zona del acotamiento, para no entorpecer la circulación, con las luces prendidas para que cualquier ciudadano pudiera observarnos a más de 20 o 30 metros. Estábamos abajo del vehículo de la unidad patrulla cuando fuimos embestidos. Lo único que recuerdo, ya cuando desperté, es que estaba tirado en el suelo, posteriormente solicité el apoyo y ya no recuerdo más, hasta que llegué al hospital”.

Denunció que, ante los hechos, solicitaron el apoyo de Cruz Roja Rosarito, sin embargo, esta nunca acudió y fue atendido por una unidad proveniente de Tijuana, “no es la primera vez en Playas de Rosarito que pasa eso, no solamente con elementos policiacos, sino con la ciudadanía en general”.

La FGE tampoco entregó a sus abogados copia certificada de la investigación, como les fue solicitada, ni les notificó de una audiencia que se llevaría a cabo a las 09:30 horas del sábado 26 de junio.

“Le pido a la autoridad que tome en cuenta que es un elemento, que no le quita la vida solamente a un ciudadano, sino a miles de ciudadanos que él protegía y que no sean… que no estén del lado de nadie, simplemente del lado de la verdad, que se hagan las cosas como se tienen que hacer. Pedimos justicia y que se lleve el debido proceso como corresponde, sin ocultar nada, solo eso pido”, exhorto el policía municipal.

 

EL ADIÓS

El sábado posterior al accidente, entre llanto, indignación y clamor de justicia, familiares, amigos y compañeros de trabajo de César Ernesto Ledezma López le rindieron homenaje y lo despidieron con una ceremonia solemne de cuerpo presente en la comandancia.

A las 10:00 horas del 26 de junio, las sirenas de patrullas y unidades del Cuerpo de Bomberos de Rosarito, retumbaron sobre las vialidades principales del municipio. El cortejo fúnebre que acompañaba la carroza fue percibido en colonias aledañas al Bulevar Benito Juárez.

La ciudad se detuvo por unos minutos. El sonido era un enjambre. Quienes desconocían la razón del sonido de las sirenas, suponían que había una emergencia de gran magnitud, sin embargo, pronto cesaron las sirenas y el silencio del luto por el oficial caído en cumplimiento de su deber se hizo presente.

El silencio luctuoso se rompió cuando entró la madre de César, una mujer de la tercera edad que, al ver el ataúd de su hijo, rompió en llanto. Inconsolable, abrazaba a los hermanos de Ernesto durante el discurso del secretario de Seguridad Ciudadana, Francisco Javier Arellano Ortiz.

Durante la ceremonia se detonaron en tres ocasiones las escopetas con disparos de salva al cielo y posteriormente dedicaron un minuto de aplausos a la labor del oficial caído. La esposa de César y sus tres hijos se tomaron fuertemente de las manos en señal de fuerza y unidad familiar ante la pérdida que los embiste.

Ahí también se encontraba Gonzalo Sánchez Guzmán, portando collarín, gafas oscuras y muletas, acompañado de su esposa. Las marcas del choque eran más que visibles, pero caminó hasta el lugar de la ceremonia y acompañó a la familia de su escolta y amigo caído.

Cuando el maestro de ceremonias procedió con el último pase de lista, los elementos gritaron al unísono “¡PRESENTE!” cuando el secretario de Seguridad leyó el nombre de Ledezma López.

Posteriormente se realizaron las guardias de honor alrededor del ataúd con el cuerpo del oficial asesinado. La primera estuvo a cargo de la alcaldesa reelecta de Playas de Rosarito, Araceli Brown Figueredo, y el secretario Arellano Ortiz. Posteriormente se realizaron dos guardias más de honor por parte de elementos de la corporación.

Con la bandera nacional a media asta en señal de luto, la carroza fúnebre de César Ernesto partió de la comandancia rumbo a la Parroquia Santo Niño de Atocha, donde se llevaría a cabo la ceremonia católica de cuerpo presente. De nuevo las sirenas retumbaron por el municipio.

La misa concluyó alrededor de las 12:00 horas. Familia, amigos y compañeros de trabajo le dieron el último adiós a César en silencio, no así su madre. La señora López lloraba amargamente mientras la carroza se alejaba de la iglesia. Entre su sollozo se le escuchaba decir “No te vayas… mi hijo”.

Esa tarde, el cuerpo de César Ernesto Ledezma López fue cremado en Tijuana.

Autor(a)

Alejandro Arturo Villa
Alejandro Arturo Villa
Reportero de investigación del Semanario ZETA. Miembro del Border Hub y el International Center For Journalists.
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