Luego de más de 600 días de puertas cerradas, las gradas y los pasillos del estadio Chevron, la casa de los Toros de Tijuana, cobraron vida al regresar la afición para el primer juego de la serie ante los Sultanes de Monterrey.
Cuando han transcurrido más de tres semanas de la temporada 2021 de la Liga Mexicana, y la novena local ya había jugado dos series en casa sin público, las autoridades de salud del estado cambiaron el semáforo epidemiológico a verde, lo que permitió la reapertura a los espacios deportivos profesionales con capacidad al cincuenta por ciento. El acceso al inmueble fue preferentemente a los Toroabonados y para quienes adquirieron accesos de primera serie para la temporada 2020.
Para ingresar al inmueble, los aficionados debieron pasar por un filtro sanitario, con gel antibacterial, toma de temperatura, cubrebocas y respetar los asientos que están rodeados con una cinta amarilla para mantener una distancia considerable entre los grupos de personas.
“Esperé casi dos años para volver a sentir esta emoción. Yo soy sobreviviente de la COVID-19 y estar aquí es una bendición”, comentó Juan López, profesor jubilado de 71 años. Toros se reencontró con más de cuatro mil aficionados del primer juego de la serie, donde los visitantes se llevaron el triunfo 5-1. Con la derrota, el conjunto fronterizo dejó su récord en 11-5 y se mantienen en la primera posición de la Zona Norte, sin embargo, se vieron alcanzados por Mariachis de Guadalajara.