El salario mínimo nació el 5 de febrero de 1917, con la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. En la fracción VI del Artículo 123, se dice que deberá ser suficiente “para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”.
A partir de entonces, se determinó que dicho monto no podría ser objeto de embargo, compensación o descuento alguno. En 1931 se promulgó la Ley Federal del Trabajo, y en 1933 nació la Comisión de los Salarios Mínimos, que fijó el primer salario mínimo a nivel nacional. Y desde 1962, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos revisa, aprueba y fija los salarios mínimos anualmente.
Al salario mínimo le empezó a ir mal desde los gobiernos de Luis Echeverría hasta Peña Nieto. Este último sacó a quienes se van jubilando por el Issste y los puso a expensas del Inegi para que les fijara su salario; entonces el Inegi puso los salarios en UMAS, que les rebaja su salario, ya que las UMAS valen mucho menos que el salario mínimo. La UMA fue creada para calcular multas, resarcir daños a víctimas de la delincuencia, etcétera, pero no para fijar salarios, para eso está la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos.
De acuerdo con el Inegi, la UMA en 2020 aumentó un 2.83 por ciento, quedando en $86.88 pesos, y en 2021, la UMA aumentó un 3.15 por ciento, por lo que actualmente está en $89.62 pesos.
De acuerdo a la Comisión de los Salarios Mínimos, en 2020 el salario aumentó un 20 por ciento, quedando en $123.22 pesos, y en 2021 el salario aumentó un 15 por ciento, por lo que actualmente está en $141.70 pesos (los salarios del Issste se pagan igual que los de la Ciudad de México).
Ahora que el Gobierno Federal quiere federalizar al sistema educativo estatal de Baja California, los trabajadores de la educación estamos sumamente “paniqueados” porque se teme que nos vayan a pasar a las UMAS.
La SCJN ignoró la Constitución, ya que corruptamente dio un aberrante veredicto a favor del salario en UMAS. Ello es un fundamento para que se les haga juicio político y se les envíe a su casa con una patada en el trasero por sinvergüenzas y vendidos al régimen corrupto, que aún continúa, y en este caso desdice al Presidente AMLO, porque evidencia que sí, son más de lo mismo.
Las aportaciones de toda una vida laboral al fondo de pensiones, se hicieron con base en el salario mínimo. ¿Entonces?
Atentamente,
Profr. Gabriel Fernando Santillán Roque.
Correo: gafersanroque@hotmail.com
Ensenada, B.C.