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viernes, febrero 16, 2024
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Papá sabiondo

Un niño está haciendo la tarea, encuentra una palabra que no entiende y pregunta a su papá qué es sintaxis.

El hombre lo piensa durante un segundo y responde:


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Que tienes que tomar el autobús.

“Gracias papá, eres muy inteligente”.

— ¡Eso es porque uno ha estudiado!


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Autor: Padre con niño en clases a distancia.

 

Pingüinos en el zoo

Un transportista llevaba una partida de pingüinos hacia el zoológico, cuando a medio camino se le estropea el camión refrigerado. Preocupado, trata de reparar el problema, pero ve pasar un camión repartidor de leche y consigue que se detenga. Entonces dice al lechero:

“Te voy a dar 500 euros para que me hagas el favor de llevar estos pingüinos al zoológico”.

El lechero acepta el dinero y se lleva con gusto los pingüinos en su camión refrigerado.
Mientras tanto, el transportista logra arreglar el daño y de inmediato enfila hacia el zoológico.

En cuanto llega, ve salir al lechero con los pingüinos detrás de él, en fila. El chofer pregunta al lechero dónde se dirige con los pingüinitos, a lo que responde:

“Ya los llevé al zoológico, pero como me sobró dinero, ¡los pensaba llevar al cine!”.

Autor: Transportista divertido.

 

En el gym

Un hombre de unos 65 años pregunta al entrenador en el gimnasio:

¿Qué máquina debo usar para impresionar a una chica de 30?

“Le recomiendo el cajero automático”.

Autor: Entrenador burlesco.

 

Abogados en el banco

Dos abogados están en un banco, cuando entran unos tipos enmascarados con pistolas.

Rápidamente uno de ellos le da 100 dólares al otro. Sorprendido, pregunta:

¿Qué es esto?

“Te lo debía por la cena del otro día”.

Autor: Otro abogado.

 

Discreto

Dos amigos conversan en un bar:

Te veo preocupado. ¿Te pasa algo?

“Sí, tengo que contarte algo muy importante”.

Dímelo, somos amigos.

“No, aquí no, es un secreto y podrían oírnos”.

Entonces salen el bar y el amigo confiesa que tiene un problema de juego y debe 6 mil dólares. El preguntón le dice:

No te preocupes, hombre, ¡no se lo contaré a nadie!

Autor: Ludópata anónimo.

 

Bien pirata

Un marinero y un pirata se encuentran en un bar y empiezan a contar sus aventuras en los mares. El marinero nota que el pirata tiene una pierna de palo, un garfio en la mano y un parche en el ojo. Curioso, pregunta:

— ¿Cómo terminaste con esa pierna de palo?

“Estábamos en medio de una tormenta y una ola me tiró al mar, caí entre un montón de tiburones. Mientras mis amigos me subían, un tiburón me arrancó la pierna de un mordisco”.

¡Guau! ¿Y qué te pasó en la mano, por qué tienes ese garfio?

“Estábamos abordando un barco enemigo, y mientras luchábamos con nuestras espadas contra los otros marineros, un enemigo me cortó la mano”.

¡Increíble! ¿Y qué te paso en el ojo?

“Una paloma que iba pasando y me cayó caquis en el ojo”.

¡¿Perdiste el ojo por un excremento de paloma?!

“Bueno, ¡es que era mi primer día con el garfio!”.

Autor: Cirujano oftalmólogo.

 

Al servicio del rey

Había una vez un rey que quería ir a pescar. Llamó al meteorólogo real y preguntó por el pronóstico del tiempo para las próximas horas. El meteorólogo le aseguró que no había ninguna posibilidad de lluvia en los próximos días.

Así que el rey fue a pescar con su esposa, la reina. En el camino se encontró con un granjero que iba en su burro. Al ver al rey, el granjero le dijo:

“Su Majestad, debe regresar al palacio de inmediato porque en poco tiempo una gran cantidad de lluvia caerá en esta zona”.

El rey hizo caso omiso, confiando en su pronosticador profesional del tiempo y siguió su camino.

Poco tiempo después, una lluvia torrencial cayó del cielo. El rey y la reina quedaron totalmente empapados y su séquito rio al verlos en tan vergonzoso estado.

Furioso, el monarca regresó al palacio y dio la orden de despedir al profesional. Entonces convocó al granjero y le ofreció el prestigioso y muy bien pagado trabajo de pronosticador real.

Pero el granjero argumentó:

“Su Majestad, no sé nada de previsiones, obtengo mi información de mi asno, si veo las orejas de mi asno caer, significa con certeza que lloverá”.

Así que el rey contrató al burro… y así comenzó la práctica de contratar burros para trabajar en el gobierno y ocupar las posiciones más altas e influyentes.

Autor: Anónimo de la 4T en BC.

 

Permiso

Capitán, ¿puedo desembarcar por la izquierda, por favor?

“Se dice por babor”.

¿Puedo desembarcar por la izquierda, por babor?

Autor: Capitán frustrado.

Autor(a)

Gabriela Olivares
Gabriela Olivares
Gabriela Olivares Torres Gabriela Olivares Torres GabrielaOlivares 10 gabriela@zeta.com
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