A sus 27 años y tras una carrera en la que ha librado varios obstáculos, el tijuanense Brandon Moreno se convierte en el primer campeón mexicano de UFC
Su historia comenzó a escribirse el 30 de abril de 2011, con apenas 17 años en Tijuana. Entonces, Brandon Moreno era un joven que denotaba sus ganas de triunfar en las Artes Marciales Mixtas (AMM), debutando con victoria ante Atiq Jihad en una función de UWC.
Aunque sus primeros años no fueron lo que esperaba, con un récord de tres triunfos y tres derrotas, con el paso de los años fue adquiriendo experiencia y enderezando el rumbo acumulando victorias.
En 2014, el tijuanense daría sus primeros pasos fuera de la frontera y debutaría en la promoción de la World Fighting Federation, donde quedaría invicto con marca de 5-0, ganando el campeonato de peso mosca que lo llevó a participar en el torneo de peso mosca en la temporada 25 de The Ultimate Fighter.
Dos años después, debutaría en UFC, derrotando a Louis Smolka. Brandon recibió la oportunidad de estelarizar su primera cartelera el 5 de agosto de 2017 en Ciudad de México. Enfrentó a Sergio Pettis y cayó derrotado por decisión unánime. En 2018, caería de nuevo ante Alexandre Pantoja, obligándolo a dejar las filas de la empresa UFC. Pero el destino estaba ya escrito, la pausa que tuvo Brandon lo llevó a dar un máximo esfuerzo en sus entrenamientos para retornar a la mejor empresa de AMM en el mundo.
“En cierta manera le ayudó porque hizo Box un año, que era lo único que le faltaba por perfeccionar. Su entrenador de Box, Drift Cortez, es un genio. Ya tenía todo, su Lucha, sus patadas, su acondicionamiento, y con el Box, tiene todo para seguir ganando mucho más”, afirmó Raúl Arvizu, entrenador de “The Assassin Baby”.
“En ese entonces, obviamente yo vi a un muchacho con hambre, pero jamás me imaginé que llegaría a lo que está viviendo ahorita, en lo personal me llena de honor y en nombre de mi empresa, que se haya convertido en el primer campeón mexicano. Yo solo puse mi granito de arena, así que todo el mérito es de su entrenador Raúl Arvizu y del propio Brandon”, reconoció Alejandro Islas, promotor de UWC.
En 2020, Moreno tuvo su gran oportunidad al medirse al campeón Deiverson Figueiredo en el evento UFC 256. La pelea terminó en un empate mayoritario, en uno de los mejores combates de ese año. Pero el momento cumbre llegaría el 12 de junio de 2021, cuando volvió a enfrentar a Figueiredo en UFC 263. Moreno ganó la pelea por sumisión en el tercer round, convirtiéndose en el primer campeón mexicano de UFC en Peso Mosca. Luego de cumplir su sueño en Glendale, Arizona, que puso su marca en 19-5-2, Brandon regresó a Tijuana.
En medio de una emotiva reunión, Moreno fue recibido por sus familiares y amigos en Entram Gym, que ha sido su casa desde sus inicios, a los 13 años.
Brandon arribó al lugar mientras el mariachi tocaba su propio corrido “El Bebé Asesino”. Entre globos, un borrego de vuelta en vuelta que se cocinaba y hasta pastel, ya lo aguardaban ansiosamente sus invitados, encabezados por su esposa y sus hijas.
El tijuanense aún mostraba las huellas de la gran batalla, lucía su ojo izquierdo morado y aún inflamado. Aun así, se dispuso a disfrutar cada instante de su cálido recibimiento y en todo momento se mostró feliz.
“Es algo increíble, aún no lo digiero lo suficiente. Ayer y hoy me levanté y no lo sentí real todavía, pero luego digo, aquí estamos, es de verdad y todo ha sido fruto del trabajo que hemos hecho”, declaró visiblemente emocionado.
“Comencé en este gym desde 2006, cuando estaba en la (colonia) Independencia. He pasado de todo con este equipo, momentos buenos, momentos malos, pero hemos estado juntos hasta el final. Siempre soñé con estar en el lugar de poder apoyar a mis compañeros, yo me acuerdo de estar en su posición, de buscar patrocinios, de pedir ayuda porque los torneos son carísimos, no tenemos quién nos apoye para entrar a competir y yo dije que un día iba a poder ayudar a mis compañeros, y si se puede, yo encantado de apoyarlos”, agregó el peleador.
Moreno recordó haber recorrido un camino difícil hasta tener el cinturón en sus manos.
“Yo les digo que no se rindan, para mí el 2018 fue un año horrible. Me despidieron de la UFC, comencé a tener problemas económicos, personales y familiares. Fueron momentos duros, es una relación de amor-odio porque fueron momentos horribles, pero a la vez me formaron como persona. Por ello aprecio esos momentos tan duros, disfruto hasta cierto punto. Simplemente no se rindan, soy fiel creyente de que tenemos distintas posibilidades, unos mejores que otros, pero el trabajo duro es el que te puede ayudar a mejorar tu posición. No se rindan, sigan para adelante”, insistió.
El triunfo de Brandon Moreno rápidamente surtió efecto, ya que al día siguiente, en las calles de Tijuana ya figuraba un mural del artista Mode Orozco en honor al peleador y hasta un seguidor se realizó un tatuaje a manera de homenaje.
“Si puedo inspirar a un cierto número de personas para que hagan algo con sus vidas, independientemente del deporte, lo que sea, esto es general, esto es la vida; si puedo inspirar a alguien ahora que siga sus metas, hice algo bueno”, considera Moreno.
Sobre su discurso que dio al final del combate, resaltando el “Sí se puede”, el cual prácticamente le dio la vuelta al mundo al ser muy emotivo, explicó:
“Me frustraba mucho que nos dieran carrilla de ‘pinches mexicanos, siempre dicen que sí se puede y nunca se puede’. Me enojaba mucho y, ganando este combate, esa idea se me vino mucho a la mente. Yo pensaba en que se va a poder, no es nada más el ‘Sí se puede’, es que se va a poder. Gané y ese recuerdo estaba tan fresco en mi cabeza, no sé qué va pasar mañana ni cuánto tiempo voy a durar de campeón, pero lo único que sé, es que hoy les estoy dando esta alegría, que hoy sí se pudo y hay que disfrutarlo en grande”, finalizó el campeón de UFC.