En entrevista con ZETA, el ex funcionario Antidrogas de EU enfatizó que en el combate al narcotráfico, urge cambiar de estrategia, “antes que sea muy tarde”. Acusó a los capos de la droga de apoyar “a políticos que los iban a favorecer, los iban a proteger”, y de no frenar la avanzada de los cárteles de Sinaloa y CJNG en el país, “eso llegará a ser una amenaza de seguridad nacional que seguramente no va a poder parar México”
La política de seguridad del Presidente Andrés Manuel López Obrador de “abrazos, no balazos”, el entorpecimiento de la colaboración bilateral entre México y Estados Unidos para combatir al crimen organizado y la Ley de Seguridad Interior, han generado que los cárteles de la droga operen con total impunidad en todo en el país.
Esta situación podría desencadenar una crisis de seguridad nacional, convirtiendo al gobierno de la Cuarta Transformación en un narco Estado, por lo que es necesario cambiar la estrategia “antes que sea muy tarde”, declaró a ZETA Michael Vigil, ex jefe de Operativos Internacionales de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
El ex agente más destacado de la DEA señaló que Baja California está siendo afectada por las políticas de seguridad centralistas de López Obrador, dejando a las autoridades locales sin apoyo y afectando la colaboración binacional.
Además, hizo hincapié en el alarmante crecimiento de trasiego de fentanilo entre nuestro país y el vecino del Norte, sobre cómo los narcotraficantes dejaron de enviar metanfetaminas y heroína por este otro opioide sintético 100 veces más potente que la morfina.
Asimismo, reconoció que hay corrupción de ambos lados de la frontera para que los criminales puedan continuar con sus negocios ilícitos trasnacionales, y que el ex Presidente estadounidense Donald Trump ha sido el más corrupto de la historia de ese país, al igual que consideró a los cárteles Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa como “súper poderosos”.
Mike Vigil fue el agente especial a cargo de las divisiones del Caribe y San Diego. Además, se desempeñó como jefe de Operaciones Internacionales a cargo de todas las oficinas de la DEA en todo el mundo. En este último cargo, fue parte medular del equipo de investigación que llevó a la captura de Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán Loera.
A continuación, la entrevista sostenida por ZETA con Michael Vigil, ex jefe de la DEA, agencia dedicada a la lucha contra el contrabando y el consumo de drogas.
— ¿Cómo observa la estrategia actual de seguridad en la frontera entre las Californias?
“Se han formado grupos de trabajo en Estados Unidos y también en Baja California. Se han logrado canales eficaces para intercambiar información que tiene impacto en ambos lados de la frontera; aparte de eso, se está utilizando tecnología del lado norteamericano para detectar drogas que se intentan introducir a Estados Unidos, como Rayos X, se está haciendo bastante de este lado.
“Uno de los principales problemas del lado mexicano consiste en que en la frontera, en casi todos los operativos, el enfoque es federal. El gobierno está centralizado y contenido en Ciudad de México, y los gobiernos estatales y municipales no tienen los recursos ni el apoyo para hacer el trabajo que se necesita hacer entre Baja California y Estados Unidos. Se necesita participación de los tres niveles de gobierno, porque si no hay estos esfuerzos, la coordinación bilateral fracasa”.
— ¿Cómo era la relación con México y el gobierno de BC durante su gestión en San Diego?
“Cuando yo estaba de encargado de la DEA en San Diego, teníamos muchos problemas con el tráfico de metanfetaminas, porque San Diego era considerado como Capital del tráfico de metanfetaminas en Estados Unidos. Lo que hice fue formar un grupo bilateral entre nosotros y autoridades de Baja California. Traje personal que estaba involucrado en el tratamiento de adicciones, aduanas, judicial federal, además de autoridades estatales y municipales. Realizamos reuniones cada mes para discutir estrategias y tener un intercambio apropiado de información que beneficiaba principalmente a Estados Unidos y consecuentemente a México”.
— ¿Actualmente hay algún cambio en la relación entre ambos países, en esta región?
“Ha cambiado algo. Con el fracaso en el caso del General (Salvador) Cienfuegos y las nuevas reglas que impusieron las autoridades mexicanas, no solo a la DEA, sino a otros departamentos de Estado para la cooperación con México en materia de seguridad, ha generado un grave fracaso en la coordinación entre ambos países. Ahora México les solicita a los agentes norteamericanos hacer un intercambio amplio; nos pide pasarle toda la información que desarrollemos en territorio mexicano a sus autoridades de seguridad, algo difícil, porque muchas veces hay información que es muy sensible que puede comprometer a agentes encubiertos, investigaciones, operativos e informantes.
“Además, el reglamento (de la nueva Ley de Seguridad Interna) dice que los miembros del gobierno mexicano tienen que hacer un informe cada vez que tienen contacto con la DEA u otras agencias de Estados Unidos, lo que también resulta problemático porque ¿quién va a tomar tus llamadas en un operativo táctico, si tienen que hacer un informe cada vez? Por ejemplo, va a aterrizar una avioneta cargada de cocaína u otro estupefaciente, entonces puede fracasar si la autoridad mexicana no toma tus llamadas por no hacer un informe en cada comunicación que existe durante el día.
“También nos quitaron la inmunidad diplomática, eso es problemático porque estamos trabajando en contra de cárteles, que son los más violentos de la historia, eso ha dañado la comunicación y el trabajo bilateral que se lleva a cabo con México en materia de seguridad”.
— Respecto al tráfico de fentanilo, ¿cuál es el escenario en Estados Unidos y los cárteles mexicanos?
“Hablando de fentanilo, los grupos que trafican esta sustancia son el Cártel Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa, que son los cárteles más potentes que existen en México. Durante los primeros cuatro meses de este año, se ha incrementado bastante los decomisos de fentanilo en Estados Unidos, además, estamos descubriendo que una de cuatro pastillas de esta droga puede ser fatal. Tan solo 2 miligramos de fentanilo puede ser fatal para un ser humano, y tenemos muchos problemas por eso.
“En China hay un laboratorio al que le puedes comprar un kilo de fentanilo puro por 9 mil dólares, con esa inversión podrías generar 2 millones de dólares, por este motivo están importando el fentanilo ya procesado, o los químicos precursores para procesarlo ellos mismos.
“Los cárteles corren menos riesgo porque en el pasado los grupos traficaban bastante heroína, pero corrían el riesgo de que los cultivos se iban a fumigar y ahora con fentanilo no corren ese riesgo, las ganancias son fuertes, porque además están mezclando fentanilo con heroína, metanfetamina y hasta con marihuana. Estamos sufriendo bastante de sobredosis en Estados Unidos, por eso necesitamos hacer mucho mejor trabajo para mermar la demanda por drogas ilícitas”.
— ¿Las estrategias y políticas de seguridad del gobierno mexicano están funcionando?
“La política de López Obrador, de ‘abrazos y no balazos’, no está funcionando, y me duele decir eso, pero no está funcionando, ahora los cárteles están operando con mayor impunidad. Cuando los grupos del crimen organizado operan con impunidad, causan más problemas porque eso se convierte en mayor violencia para México y más drogas en Estados Unidos”.
— Los integrantes del crimen organizado, ¿se portan bien, como aseguró el Presidente López Obrador?
“No se portaron bien, porque durante el proceso electoral en México mataron a 102 políticos internos en la contienda por un puesto de elección popular, gubernatura, alcaldías y diputaciones. No se portaron bien, porque estaban apoyando a políticos que los iban a favorecer, los iban a proteger y brindar muchas cosas para seguir funcionando y traficando drogas. Eso no es cierto, que se portaron bien, porque los cárteles jamás se han portado bien”.
—¿Estados Unidos hace todo bien en la relación bilateral de seguridad y tráfico de drogas?
“Nosotros tomamos en cuenta que siempre ha existido la corrupción en ambos lados de la frontera, porque el tráfico de droga siempre va generando corrupción; siempre buscábamos miembros de las fuerzas de seguridad con los que podamos trabajar y hacer intercambio de información. Por ejemplo, cuando yo estaba en San Diego, tenía una muy buena relación con el procurador estatal de Baja California e intercambiamos información, trabajamos con la Policía Judicial federal, con los ministerios públicos federales, siempre tenía una amplia interacción con ellos y siempre funcionamos bien”.
— ¿Y ahora?
“Con lo del General Cienfuegos y las acusaciones del gobierno mexicano en contra de la DEA, sobre que nosotros fabricamos el caso contra el General y que no es cierto, porque nosotros no vamos a poner en riesgo de dañar nuestra carrera para hacer un caso en contra de Cienfuegos, eso no es cierto; y con la Ley de Seguridad donde se restringe la operatividad de la DEA y otras agencias de Estados Unidos, han dañado la coordinación y colaboración bilateral. Si hay fracasos, es por los nuevos reglamentos, con la Ley de Seguridad Interior, eso está causando problemas y se está convirtiendo en que los cárteles mexicanos estén operando con más impunidad”.
— ¿Cambió en algo la relación en temas de seguridad con México a la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca?
“El Presidente Donald Trump era el más corrupto que ha tenido Estados Unidos, a él no le importaba el crimen organizado y tráfico de drogas porque él estaba enfocado en su política racista contra inmigrantes que venían de México y Centroamérica. Siempre estaba muy contento con el Presidente de Honduras (Juan Orlando Hernández) y siempre lo felicitaba por el trabajo que estaba haciendo con los inmigrantes, pero no decía nada de que Hernández convirtió a Honduras en un narco Estado. Con Biden se va a mejorar la relación, porque él conoce la diplomacia y sabe cómo trabajar con México, lo conoce”.
— Al paso que va, ¿México podría convertirse en un narco Estado?
“Creo que aún no está en esa situación, pero podría llegar a serlo. Se necesita una nueva estrategia entre Estados Unidos y México para combatir a estos cárteles que ahora son súper poderosos, porque si siguen creciendo, porque hay otros cárteles que siguen detrás de ellos, si se convierten en lo que actualmente son el Cártel Jalisco Nueva Generación y Sinaloa, eso llegará a ser una amenaza de seguridad nacional que seguramente no va a poder parar México”.
Muchas gracias.