Rancheros de la zona denuncian que ellos mantienen las vías de comunicación, las cuales utilizan para transportar sus cosechas, pero que también son utilizadas como áreas para unidades todo terreno que trasladan turistas a la zona a realizar actividades al aire libre como senderismo. En BCS, ya hay antecedentes de impuestos a turistas
Trabajadores del campo del municipio de Loreto se unieron para exigir una iniciativa de ley que les ayude a cuidar y mantener en buen estado los caminos “sacacosechas” que, denuncian, son utilizados como pistas para turistas que entran con vehículos todo terreno.
Los rancheros mencionan que es común que entren viajeros con unidades y máquinas, que erosionan y ablandan el terreno de las vías de comunicación, las cuales ellos utilizan para transportar el alimento para el ganado y lo que producen en sus tierras.
Las afectaciones que ocasionan los vehículos todo terreno, impiden que los productores puedan trasladarse adecuadamente por las rutas. Debido a que se encuentran en zonas lejanas a las ciudades, esto les obliga a arreglarlas con herramientas no óptimas, sin que tengan un usufructo.
Es por ello que piden una iniciativa de ley que proteja los caminos y a la gente del campo, en la que se establezca que cada vez que los turistas deseen entrar en las vías, paguen por una pulsera, como en los parques marinos, y que ese recurso se reserve para mantenimiento.
“No queremos que no entre la gente, queremos que si entran a lucrar dejen algo para los que viven ahí”, menciona Ricardo Fuerte, representante de los rancheros.
Ricardo, quien vive en la Sierra de la Gigante, expone que en épocas donde no hay salidas al mar, entran hasta mil turistas a la zona rural en 15 días. Todo esto, recalca, representa un gasto para los rancheros.
“Al final nos llega más trabajo y estas empresas, que mandan y rentan estos carros, ellos sí tienen utilidad de ocupar nuestros caminos. Nada más que nosotros los mantenemos y ellos son los que sacan el recurso. No nos parece. Obviamente ellos ganan muy bien por hacer esto (las empresas de senderismo y todos los que entran a ganar dinero), no entran de altruistas. ¡Por qué van a entrar sin pagar el esfuerzo que nosotros hacemos para arreglar esos caminos?”, agregó.
Recordó que en anteriores gobiernos había programas de empleo temporal para mantenimiento de caminos, sin embargo, ya no han observado trabajadores desde hace años.
“Nosotros vivimos totalmente marginados. Por ejemplo: ya sabes que en los ranchos no hay agua potable, no hay luz, no hay policías. Todos los demás servicios que hay en la zona, pues nosotros no los tenemos. Aunado a esto, nuestras vías de comunicación no son como en los pueblos, donde la maquina pasa de vez en cuando y los raspa” contó.
Los caminos “sacacosechas”, aquéllos que se usan para las áreas de producción, son de terracería. La mayoría de las ocasiones, comentan, los abren ellos mismos; el mantenimiento también corre por cuenta de los productores.
Comparten que cuando pasan huracanes y los arroyos atraviesan las comunidades, ellos los vuelen abrir para entrar a las zonas de producción.
“Les llamamos ‘sacacosechas’ porque la producción que tú tengas en ese rancho, por ahí sale. No nada más es un camino para ir y venir, es un camino que necesita estar en condiciones para que si necesitas sacar un vehículo pesado, esté en buenas condiciones”, reiteran.
Ahora que se han organizado para exhibir la situación, aseguran que ya están buscando acercamientos con legisladores para convertir la iniciativa en una realidad.
“Tenemos que hacernos tema, pero no tenemos que estar esperando a que ellos nos consideren. Nosotros tenemos que trabajar en nuestras soluciones, de ahí surgió la inquietud”, finalizó Ricardo Fuerte.
Ya hay antecedentes de impuestos a turistas en BCS
La solicitud de los trabajadores del campo de la comunidad de Loreto apenas empieza a hacer eco en la sociedad sudcaliforniana, sin embargo, hay documentación que demuestra que iniciativas como esta han sido aprobadas para restaurar, cuidar y mantener infraestructura estatal.
En noviembre del 2016, la XIV Legislatura del Congreso de Baja California Sur aprobó el Gobierno del Estado aplique un cobro de 350 pesos a los turistas extranjeros que visiten la entidad, con excepción de aquellos que arriben por medio de cruceros.
No obstante, fue tres años después cuando autoridades estatales comenzaron con la aplicación del gravamen. Datos de la Secretaría de Turismo, Economía y Sustentabilidad (Setues) mencionaron que desde noviembre de 2019 hasta los primeros meses del 2020 se habían recaudado cuatro millones de pesos aproximadamente.
En su momento, cuando el impuesto fue aprobado por el Congreso, autoridades de Setues expusieron que podrían recaudar más de mil millones de pesos al año. Tan solo en 2019 más de cuatro millones de turistas visitaron la entidad, cuando las expectativas eran distintas, ya que la pandemia no iniciaba aún.
A finales del 2020, el gobernador del Estado, Carlos Mendoza Davis, informó que se suspendería el cobro del impuesto al turista extranjero hasta que la crisis sanitaria se encuentre lo más cercano a la “normalidad”.
“Cuando comenzábamos finalmente a cobrarlo a principios del año y comenzaba ya a implementarse (después de años de venir trabajando en eso) ya comenzaban a caer pagos importantes… llegó la pandemia. Se paró de tajo la llegada de turistas extranjeros. Por supuesto que junto con ello se cayó la recaudación a niveles muy cercanos a cero”, dijo en su momento.