Marido y mujer acuden a una psicóloga porque, tras 20 años de matrimonio, el hombre está muy decaído. Cuando les preguntan cuál es el problema, el tipo saca una lista larga y detallada de todo lo que ha tenido que soportar por dos décadas:
Poca atención.
Falta de intimidad.
Falta de comunicación.
Vacío.
Soledad.
No sentirse valorado.
No sentirse amado.
No sentirse deseado etcétera.
Finalmente, la terapeuta -muy bonita- se levanta, se acerca al hombre, le pide que se levante y lo abraza y besa apasionadamente. Lo recuesta en el diván, le quita la ropa y ya se habrán de imaginar lo que sigue….
Mientras la esposa observa estupefacta, con una ceja más alta que la otra, el hombre que se queda mudo. Cuando la doctora termina, se acomoda la ropa, se arregla el cabello, y él, se sienta en la silla medio aturdido.
La terapeuta se dirige a la señora:
“Esto es lo que su esposo necesita, al menos tres veces por semana. ¿Cree que pueda?”.
La mujer lo medita un instante y responde:
“Yo lo puedo traer los lunes, pero los miércoles y viernes ¡tengo Zumba!”.
Autora: Instructora de Zumba.
Conversación entre ancianos
— Compré este nuevo audífono el otro día.
“¿Lo estas usando ahora?”.
— Sí, y aunque valga mil dólares, es de lo mejor.
“¿Qué clase de aparato es?”.
— Son las 12:30.
Autor: Un jovenzuelo, seguramente…
Asmático
Un asmático sube con problemas cinco pisos, llama a la puerta, le abren y dice:
— Doctor, tengo mucha asma, ¿qué me recomienda?
“Fácil. No fume, no beba, descanse y cómprese unos lentes”.
— Y, ¿qué tienen que ver los lentes con el asma?
“Para que encuentre la oficina del doctor, que está abajo; yo soy contador”.
Autor: Un oftalmólogo.
Deseo peligroso
Una pareja de casados, ambos de 60 años, celebraban su aniversario de boda. Durante la fiesta apareció un hada para felicitarlos y concederles un deseo a cada uno. La mujer pidió un viaje alrededor del mundo. El hada agitó su varita mágica y en la mano de la esposa aparecieron billetes para un crucero de lujo. Después el hada le preguntó al marido qué quería:
“Quisiera tener una mujer que fuera 30 años más joven que yo”.
El hada agitó su varita… y ¡pum!, el hombre quedó convertido en un vejestorio de 90 años.
Autor: Hada burlona.
Decálogo de un flojo post-pandémico
1. Se nace cansado y se vive para descansar.
2. Ama tu cama como a ti mismo.
3. Descansa de día para que puedas dormir de noche.
4. Si ves que alguien descansa, ayúdalo.
5. Nunca desees el trabajo de tu prójimo.
6. Todo lo que puedas hacer hoy, que otros lo hagan por ti.
7. De mucho descansar nadie se ha muerto.
8. No hagas hoy lo que puedas hacer mañana.
9. El trabajo es sagrado… no lo toques.
10. Si trabajar es saludable, que trabajen los enfermos.
Autor: Un beneficiario de la 4T.
Azúcar
Un padre pide a su hijo:
“Ve y pídele azúcar a la vecina”.
El niño va, vuelve y dice a su papá:
“Dice la vecina no quiere prestarnos azúcar”.
Entonces, el papá grita:
“¡Qué tacaña, esa vieja! No importa, hijito, saca la nuestra, mejor”.
Autor: La vecina.
Tacaño
Este era un amigo al que no le gustaba gastar dinero, va al aeropuerto a que el piloto le dé un paseo y le pregunta cuánto cobra por llevarlo a él y a su esposa a dar una vuelta. El piloto le dice que 50 mil pesos.
— Pero, ¿cómo? ¡Es mucho dinero!
“Entonces, vamos a hacer un trato. Le doy una vuelta por toda la ciudad y, si usted no grita arriba, no me paga”.
— Okey, ya nos estamos entendiendo.
Y así suben el señor y su esposa, el avión despega y el piloto -que es acróbata- empieza a dar vueltas y vueltas, hasta que aterriza. Entonces le dice al señor:
“Bueno, perdí. Usted no gritó”.
Y el señor responde:
“¡Pues si no grité ni cuando se cayó mi señora!”.
Autora: Esposa precavida con paracaídas.