“La no-verdad del cristianismo europeo, no es la no-verdad del cristianismo”.
-Nicolas Berdiaev
La humanidad ha sido testigo, durante el siglo XX y XXI, de la fructífera motivación religiosa en el ámbito político y social de personajes y líderes admirables: Gandhi en la India; Nelson Mandela en Sudáfrica; Luther King en Estados Unidos; Vaclav Havel en Checoslovaquia; Lech Walesa en Polonia; José Mujica en Uruguay; Gorbachov en Rusia…
Bernardo Barranco advertía en una de sus colaboraciones en la revista Proceso en torno a una andanada, que se venía venir de pentecostalismo en el ámbito político latinoamericano. Lo que es bien analizado no es tan exacto o verosímil, toda vez que los supuestos partidos políticos cristianos… por ejemplo, el Partido Encuentro Social (PES), que según el analista Barranco no debió de nuevo ser aceptado por el INE, ya que perdió su registro en las elecciones de 2018; pero lo recuperó “gracias a unas pifias”, y ahora lleva el nombre de Partido Encuentro Solidaridad. En una especie de franquicia hamburguesera. Tal instituto político ha sido tomado en el país por candidato que son todo, menos eso: cristianos. Sin pertenencia, es decir, espurios a ése y otros partidos.
Así como el termómetro para medir la temperatura, la gente sencilla, el pueblo puede medir la sinceridad o autenticidad de los candidatos de todos los partidos en sus motivaciones religiosas [cuando las manifiestan], hay que estar listos con el ver para creer.
En medio de la babel de falsedades y verdades que expresan los partidos en sus encuestas a modos o muchos medios impresos o de comunicación que no mienten, pero tampoco dicen la verdad (porque no son sinceros con las masas o con los lectores, o la audiencia), ahora sí que hay que comer carbón para descubrir algunos indicios de veracidad entre las redes digitales y los mass media.
Si usted observa, en el Semanario ZETA, aparecen semanalmente inserciones pagadas de propaganda y publicidad de algunos candidatos, pero esta casa editorial es clara en sus principios éticos, y agrega a esa propaganda esa leyenda: inserción pagada. No así en otros medios impresos, radio y televisión, en donde diariamente algunos candidatos aparecen a color en primera plana, como si en verdad se tratase de una información objetiva y destacada por su importancia.
En desventaja de otros candidatos en Baja California y otros estados, realmente algunos que pregonan su deontología o ética de comunicación; en la práctica están “arreglados”, en perjuicio del pueblo y del propio medio. De aquí la grandeza en la objetividad de las publicaciones verdaderamente heroicas e independientes. La gente busca la verdad, no ser manipulada.
¿Quién tiene la verdad? Habrá que escuchar a Santo Tomás de Aquino (siglo XIII): Adequatio intelectus et res. La adecuación de la inteligencia a las cosas.
El único de los hombres que acompañó a Cristo en la crucifixión fue San Juan, el discípulo amado: y consigna este apóstol y evangelista que quien dice que ama a Dios, a quien no ve, y no ama al prójimo a quien sí ve, es un mentiroso y la verdad no está en él. Porque nadie puede amar a Dios a quien no ve, si no ama al prójimo al que si ve.
Bernhard Häring, uno de los más admirados teólogos del siglo XX, al hablar de moral y política, recuerda el trágico episodio de la Alemania nazi, en donde la indiferencia y la irreflexión del pueblo, de la gente, convirtieron a un criminal en potencia en un asesino en acto como lo fue Adolfo Hitler; no solo contra el pueblo judío, sino contra los mismos cristianos y católicos; no solo europeos, sino de toda la tierra.
Bien anota el pensador ruso-ucraniano Nicolás Berdiaev, que “la no verdad del cristianismo europeo, no significa, en absoluto, la no-verdad del cristianismo”.
Germán Orozco Mora reside en Mexicali.
Correo: saeta87@gmail.com