La falta de empleo y políticas públicas “flojas”, incentivan el incremento del comercio informal en BCS, detallan los líderes de las cámaras
Desde que dio comienzo la contingencia sanitaria por el nuevo coronavirus, líderes empresariales y autoridades advirtieron sobre las consecuencias económicas que la pandemia traería para Baja California Sur, una de ellas relacionadas con el casi inevitable incremento del comercio informal.
Aunque las cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) indican que la informalidad en Baja California Sur ronda por el 40 por ciento, los representantes del sector empresarial aseguran que la realidad es distinta.
La presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Lorena Hinojosa Olivas, mencionó que basta observar cómo el servicio de venta de comida a través de redes sociales se incrementó exponencialmente.
Recordó que la parálisis económica del 2020 obligó a miles de familias a buscar un sustento económico para sobrevivir tras la pérdida masiva de empleos.
Esta crisis económica provocada por la COVID-19, conllevó a una pérdida del empleo formal que también se traduce en una menor recaudación de impuestos.
Datos del sector empresarial y autoridades indican que el comercio informal aumentó casi al 60 por ciento en los últimos 12 meses.
De acuerdo con datos de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), para 2019 la informalidad rondaba por el 44 por ciento.
Además de denunciar las desventajas en la competencia frente a un comercio informal, la Coparmex ha recalcado que la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) tiene “baches”, ya que la única vía para lograr que el recurso llegue a las arcas del erario es por medio de la facturación.
Asimismo, los líderes empresariales detallan que el mismo secretario de Hacienda, Arturo Herrera, les confirmó que el incremento del comercio informal es exponencial, no solamente en Baja California Sur, sino en México en general.
Lorena Hinojosa recalca que el suelo no es parejo y que la presión a los comerciantes formales tampoco alienta a que permanezcan laborando de forma legal.
“Más vale estar en la informalidad donde no pagas aguinaldo, Infonavit, impuestos. Esta situación lejos de ayudar a que haya mayor participación de ciudadanos queriendo formalizar sus negocios, hace que nos preguntemos: ¿para qué?”, subraya.
En una crisis que no tiene una fecha exacta de finalización, la líder de la Canirac prevé que el comercio informal seguirá creciendo en la entidad, ante la falta de políticas públicas que incentiven a los empresarios y de estrategias que garanticen trabajo formal.
En este punto, los representantes del sector empresarial coinciden en que falta interés de los tres niveles de gobierno para garantizar el fomento del comercio formal, ya que, señalan, las autoridades temen a las consecuencias políticas de presionar y garantizar que los ciudadanos contribuyan a las condiciones fiscales.