Solo hay un candidato independiente para una diputación en la entidad, mismo que se enfrenta a instituciones que benefician partidos, la falta de recursos y de estructura
En un contexto donde la participación de candidatos independientes escasea en Baja California Sur, Óscar Unzón es el único que optó por esta vía de participación para llegar al Congreso del Estado. Su objetivo: empoderar a los ciudadanos de la entidad.
De acuerdo con el listado de candidaturas del Instituto Estatal Electoral de Baja California Sur (IEEBCS), Óscar es el único candidato independiente a una diputación. Hoy sale a las calles en plena pandemia para pedir el voto y así llegar a representar el Distrito III.
Se enfrenta a la partidocracia, pues asegura que estos institutos ya no son la vía de participación coherente si se trata de hacer ciudadanía.
Su principal propuesta de campaña es realizar reformas que empoderen a la ciudadanía, que permitan a la población intervenir en las decisiones de cómo se invierte el gasto público.
“Mucha gente se queja de las calles por falta de pavimentación. Faltan esas iniciativas para que la misma gente pueda tomar decisiones sobre sus impuestos y obras públicas; que el gobierno no imponga las obras”, comenta.
Aunque suenen trillados, expone, los problemas cotidianos de los habitantes de La Paz no pueden dejarse a un lado: Cobros excesivos en el recibo del agua y la luz, mal estado de las calles, condiciones fiscales que no benefician y la corrupción, son algunas de las situaciones que más preocupan a los ciudadanos, según su experiencia (preguntando puerta por puerta).
A pesar de sus aspiraciones y entusiasmo, Óscar no olvida que se enfrenta a los partidos en un suelo nada parejo. Señala que mientras los partidos derrochan recursos públicos, a él ni siquiera se le había depositado el dinero para que iniciara su campaña un mes después del arranque de estas.
Menciona que ha aumentado la aceptación por los candidatos independientes, no obstante, falta información, ya que hay muchos ciudadanos que no entienden todavía este esquema de participación.
La fiscalización se vuelve un monstruo que se come las ilusiones de los independientes, pues no cuentan con la misma estructura que un partido para atender este requisito; sin embargo, sí son sancionados con multas altas que se salen del presupuesto que cualquier ciudadano común podría pagar.
Aunque las reglas no son justas, Óscar logró obtener las 986 firmas para ser candidato independiente. El riesgo por la pandemia fue un obstáculo, pero recorrió las calles de su comunidad para que los ciudadanos los apoyaran.
Comparte que el Instituto Nacional Electoral (INE) mantiene protocolos y solicitudes que no fueron actualizados para la pandemia, por ejemplo, la instancia pide una firma y una fotografía del ciudadano que accede a apoyar al precandidato independiente. Comenta que hubo quienes no aceptaron quitarse el cubrebocas para la instantánea.
Las imágenes con cubrebocas no fueron aceptadas por el INE, lo que invalidó firmas de apoyo para Óscar. Esta situación lo obligó a impugnar; tras ganar la apelación, hoy es candidato independiente.
A pesar de que las instituciones no favorecen la participación, faltan recursos, estructura y difusión, Óscar asegura que la única oportunidad que existe para deslindarse de los partidos y abrir paso a los ciudadanos.