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martes, octubre 1, 2024
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“La novela negra mexicana está siendo reconocida”: Élmer Mendoza

“La cantidad de lectores de novela negra mexicana ha aumentado muchísimo”, expresó a ZETA el narrador que acaba de publicar “Ella entró por la ventana del baño”, editada por Alfaguara. Sobre el actual proceso electoral, advirtió: “Espero que el 6 de junio los mexicanos tengamos el valor y la inteligencia para no volver a caer en la magia del Presidente Andrés Manuel López Obrador”

Dos casos tratará de resolver simultáneamente el policía ministerial de Sinaloa, Edgar “El Zurdo” Mendieta. Primero, entre el crimen organizado investigará el paradero del peligroso ex militar narcotraficante Sebastián Salcido, que recién acaba de recobrar su libertad luego de purgar una condena de 22 años de cárcel; y al mismo tiempo, en sus ratos libres, el detective deberá cumplir la última voluntad del moribundo Ricardo Favela: encontrar y traerle una misteriosa ex novia que solo sabe que es pelirroja y se parece a Milla Jovovich.

Se está ante “Ella entró por la ventana del baño”, la nueva novela negra del narrador sinaloense Élmer Mendoza (Culiacán, 1949), recién publicada por el sello Alfaguara de Penguin Random House Grupo Editorial, teniendo como protagonista a “El Zurdo” Mendieta.

Con “Ella entró por la ventana del baño”, Mendoza continúa la saga de novela negra iniciada con “Balas de plata” (Premio Tusquets de Novela 2008), “La prueba del ácido” (Tusquets, 2010), “Nombre de perro” (Tusquets, 2012), “Besar al detective” (Literatura Random House, 2015) y “Asesinato en el Parque Sinaloa” (Literatura Random House, 2017).

 

UNA RELACIÓN MUY ESCABROSA

Qué oscura relación habrá entre Edgar “El Zurdo” Mendieta, un policía ministerial adscrito a la Procuraduría General de Justicia del Estado, con Samanta Valdés, jefa del Cártel del Pacífico, es lo que Élmer Mendoza explora en “Ella entró por la ventana del baño”, mientras el detective lleva a cabo sus investigaciones; o, en otras palabras, el narrador interpreta o recrea cómo podría ser la relación entre un representante del Estado y una poderosa narcotraficante.

—¿Podrías hablarnos de esta exploración que haces en el maridaje entre la capisa Samanta Valdés y el policía ministerial Edgar “El Zurdo” Mendieta en “Ella entró por la ventana del baño”?, solicitó ZETA a Élmer Mendoza en entrevista vía Zoom.

“El mundo de la delincuencia tiene muchos elementos ocultos que, los que no andamos ahí, pues ni los conocemos, a veces los leemos en las novelas o los vemos en las películas. Los grupos delincuenciales más famosos del mundo, por ejemplo, los italianos, son bandas familiares y también son bandas que tienen relaciones de familia con familia. En ‘El Padrino I’, que es para mí la obra maestra y una de las mejores películas de la historia del cine, las dificultades y las uniones son entre familias: los Tattaglia con los Corleone. Creo que ese poder, al menos en la mayoría de los cárteles en México se da también eso; entonces, eso implica que es posible una relación de amistad y odio entre bandas, pero también con el sector de la policía.

“Lo que he hecho es como poco a poco enlazar desde ‘Balas de plata’, ir tejiendo una relación primero muy escabrosa, muy difícil, muy ofensiva, entre Edgar Mendieta y Samanta Valdés; pero Samanta, que es muy inteligente, un día tuvo un problema en ‘Nombre de perro’ que ella supo que el único que se lo podía resolver de la gente que tenía cerca, era ‘El Zurdo’, lo llevó a Mazatlán y la idea era que ‘El Zurdo’ tenía que descubrir quién habría asesinado a su pareja; ‘El Zurdo’ lo resolvió y ella se lo ha agradecido siempre, y la forma de agradecérselo es que lo protege. En novelas posteriores ella siempre aparece y ‘El Zurdo’ siempre se resiste.

“Incluso, en ‘Besar al detective’, Samanta lo respalda completamente porque es muy bien sabido que los cárteles mexicanos tienen también su parte en Estados Unidos; entonces ‘El Zurdo’ recibe una ayuda incondicional para encontrar a Jason (hijo de ‘El Zurdo’); igualmente, en ‘Asesinato en el Parque Sinaloa’, cuando al ‘Zurdo’ lo atrapan y lo van a matar, se salva porque el padre del jefe de los marinos y el padre de Samanta fueron amigos; y Samanta, cuando habla con él, pues acude a esa amistad, no lo amenaza ni le dice nada. Fíjate, esas relaciones existen porque a final de cuentas no son comunidades tan grandes, son comunidades que siempre están en relación.

“Lo que hago aquí es reproducir esa circunstancia particular que viven muchísimos de los policías de nuestro país, que de alguna manera tienen una relación no amistosa, pero sí se conocen, yo no sé si se manden regalos de cumpleaños o en Navidad, pero de plano sí se conocen y saben hasta dónde se respetan, sobre todo los policías a ellos (los narcotraficantes), que están súper armados”.

 

UNA NOVELA MUY INTENSA

En “Ella entró por la ventana del baño”, Élmer Mendoza entrelaza capítulos breves muy intensos, que irremediablemente llevan al lector de la mano hasta el final de la novela.

En algún momento de la entrevista, al narrador sinaloense se le planteó que los fragmentos cortos de “Ella entró por la ventana del baño” parecen relatos independientes, que de repente recuerdan a sus cuentos siempre intensos, como los contenidos en “Trancapalanca” (Dirección de Investigación y Fomento de Lectura Regional de Sonora, 1989; reedición Tusquets, 2013), para inmediatamente preguntarle:

¿Qué tanto ha influido el cuento en tu trayectoria de novelista?

“Lo que uno aprende de los cuentos, es como a tratar un asunto con mucha intensidad en poco espacio, particularmente en los cuentos cortos, pues todavía exige muchísimo más”, respondió lapidario.

En ese momento trajo a la memoria un cuento de “Trancapalanca”, para luego relacionarlo con la intensidad que prevalece en “Ella entró por la ventana del baño”:

“Por ejemplo, me acuerdo de un cuento que se llama ‘El caso de Marlene Stamos’, es un cuento policíaco muy breve. Hay ciertas partes de la novela que yo sentía que no podían ser capítulos largos, tenían que ser capítulos breves, que son la parte de la pelirroja, entonces los trabajé así, de tal suerte que desde la primera línea hasta la última fuera muy intenso; es decir, obedece desde luego a una decisión técnica de escritura”.

 

ENTRE ESCRITORES

Andar por “Ella entró por la ventana del baño” es encontrarse de repente, a través de citas o alusiones o guiños, a poetas como Jaime Sabines, José Emilio Pacheco, Jaime Labastida Ochoa o Alí Chumacero; además de narradores como Fernando del Paso y Juan Rulfo. De hecho, por esos días en que se encuentra investigando, “El Zurdo” Mendieta está leyendo “Deidades menores” de F. G. Haghenbeck.

“Todos los puse ahí como un homenaje a su recuerdo”, reconoció Élmer Mendoza, luego arguyó:

“En el caso de Jaime Labastida, porque yo soy su lector desde antes de ir a la Universidad. En el caso de Haghenbeck, quise mandarle un saludo, pero ya no lo vio (murió el 4 de abril de 2021), ahora es un homenaje a su memoria, para celebrar nuestra gran amistad; de veras éramos muy amigos, era un hombre con el que me llevaba muy bien, con el que tuve muchísimas coincidencias, porque él era un escritor muy trabajador.

“También es un gran homenaje a mi maestro Fernando del Paso y a Rulfo. Juan Rulfo es un autor que quiero tanto que lo sigo siempre, mi novela ‘Cóbraselo caro’ (Tusquets, 2005) tiene que ver con él. Siempre me preguntan si la Fundación Rulfo me ha reclamado, les digo: ‘nunca’; es decir, yo conozco a dos de sus hijos y jamás me han reclamado, al contrario, me dan abrazos y me dicen que tengo una manera muy particular de recordar a su padre, eso para mí es muy estimulante.

“José Emilio Pacheco es un autor con el que tuve una relación cercana, era admirable y tiene una obra admirable que espero que los mexicanos sigan leyendo, porque José Emilio es un poeta muy intenso, un narrador muy hermético y extraño, propositivo en sus novelas, pero también era un hombre que era una universidad, todos los ‘Inventarios’ de él tienen lecciones muy potentes para leer, para reconocer autores, yo lo quería mucho a él”.

Incluso rememoró al poeta que firmaba como JEP, quien lo animó a escribir sobre libros:

“El hecho de que siga comentando novelas en El Universal tiene que ver con José Emilio, que siempre me dijo: ‘No lo dejes de hacer, casi nadie escribe de la literatura mexicana’; le dije: firmé un contrato por un año, nada más. ‘No, tú síguele’, me dijo. Ya tengo muchísimos años ahí”.

 

EN LA NOVELA NEGRA MEXICANA

Una de las figuras de la novela negra mexicana es Élmer Mendoza. Apenas en 2020, fue reconocido con el Premio Negra y Criminal en el V Festival Tenerife Noir “por su trayectoria literaria”, y este año la Universidad Autónoma de Sinaloa lo condecoró con el Doctorado Honoris Causa.

Actualmente en México se hacen festivales de novela negra y algunas ferias del libro incluyen constantemente mesas de diálogo y conferencias sobre el género negro en su programación. ¿Qué está pasando en cuanto a la novela negra en México?

“Hay un grupo de autores de primer nivel y la cantidad de lectores de novela negra mexicana ha aumentado muchísimo. Aún no tenemos best seller, ninguno de nosotros somos best seller, somos autores long seller, es decir, de larga vida, porque yo todavía tengo lectores de ‘Balas de plata’, que salió hace trece años”, refirió el autor para empezar.

“A la novela negra mexicana le han descubierto virtudes que tienen que ver con la literatura como género, como arte, no solamente son novelas de aventuras o donde hay un detective, sino que cumplen todas las reglas de la literatura como arte, que tienen propuestas en forma de escritura, en forma de lenguaje y creo que han entrado a la academia; no solamente a la academia mexicana, sino de Europa, que fueron primero, y Estados Unidos también.

“Entonces, la novela negra mexicana está siendo reconocida, y eso, como quiera que sea digamos le ha dado solidez al movimiento, a la presencia de novelas negras, y creo que cada día crecemos más. Imparto cursos y siempre hay dos o tres participantes que están escribiendo novela negra, y espero que la publiquen y sigamos creciendo en cantidad y calidad”.

¿Qué te gustaría aportar a la novela negra?

“En primer lugar, siempre ser capaz de crear historias originales, ése es el gran esfuerzo, y solidificar esa idea de que la literatura negra es una literatura que se escribe con mayúsculas; la literatura negra no es para nada un género menor, y como tal tiene que ser por el mismo desarrollo de la historia, la de los recursos literarios, del lenguaje, de la creación de atmósferas, pero sobre todo la creación de emoción. La emotividad para mí es básica, y creo que ésa es la fuerza que una buena novela negra tiene”.

 

“NO VOLVER A CAER EN LA MAGIA DEL PRESIDENTE”

Élmer Mendoza ha sido un crítico importante de Andrés Manuel López Obrador, tanto como candidato como Presidente.

En junio de 2018, previo a la elección presidencial, el autor sinaloense advirtió en entrevista para ZETA, aludiendo al histrionismo de AMLO cuando era candidato:

“Sé que a los mexicanos les cuesta mucho reaccionar, siguen teniendo desprecio por los mejores, por los más inteligentes, por los más preparados; los mexicanos no confían cuando dentro del grupo de mexicanos hay alguien distinto, que destaca académicamente. O sea, no confían, siempre les gusta el que es más histriónico, el que vocifera más”.

Ahora, tres años después con López Obrador fingiendo como Presidente, y como contexto insoslayable en que se realizó esta entrevista, se le cuestionó a Mendoza qué es lo que más le preocupa del sexenio actual. Y anotó tres inquietudes:

“En primer lugar, me preocupa la política de salud que creo que está muy fallida, somos 130 millones de mexicanos y va el 8 por ciento de vacunado (contra COVID-19); eso me preocupa”.

En segundo lugar, refirió: “Me preocupa también el tema de la seguridad, el gobierno (de López Obrador) no ha sido capaz, con todo el tiempo que lleva, de diseñar una política adecuada”.

Y, en tercer lugar, “también me preocupa la eliminación de los fideicomisos de apoyo a la ciencia y la cultura; hubo científicos que tuvieron que parar proyectos a la mitad, y es una pena, porque eso nunca había pasado”.

A propósito de los comicios en puerta, Mendoza volvió a advertir:

“Espero que el 6 de junio los mexicanos tengamos el valor y la inteligencia para no volver a caer en la magia del Presidente Andrés Manuel López Obrador y votar por otros, menos por ellos (los morenistas), para poder pararlo, al menos en el Poder Legislativo”.

Élmer Mendoza presentará virtualmente “Ella entró por la ventana del baño” en la FIL UABC el sábado 15 de mayo a las 16:00 horas.

Autor(a)

Enrique Mendoza
Enrique Mendoza
Estudió Comunicación en UABC Campus Tijuana. Premio Estatal de Literatura 2022-2023 en Baja California en la categoría de Periodismo Cultural. Autor del libro “Poetas de frontera. Anécdotas y otros diálogos con poetas tijuanenses nacidos en las décadas de 1940 y 1950”. Periodista cultural en Semanario ZETA de 2004 a la fecha.
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