El viernes 23 de abril en punto de las 10:30 de la mañana, un grupo de alrededor de 200 personas migrantes marcharon con sus hijos desde el campamento instalado en El Chaparral hasta la garita de San Ysidro, y se colocaron a un costado de la fila peatonal para cruzar Estados Unidos, y exigir al presidente Joe Biden les brinde asilo humanitario.
Las personas que se movilizaron hasta el otro punto de acceso a la unión americana por Tijuana, en su mayoría eran de origen mexicano, quienes contaron a este Semanario que sus principales motivos para desplazarse de sus ciudades de origen fue la violencia. Las familias eran originarias de estados como Guerrero, Oaxaca, Jalisco y Michoacán.
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Con cartulinas donde se identifican como mexicanos, le solicitaron al presidente de Estados Unidos su apoyo para poder ingresar a ese país en calidad de refugiados, luego de ser amedrentados, violentados y perseguidos por grupos del narcotráfico que impera en sus pueblos.
Pasaron todo el día y la noche en ese punto, en forma de plantón. Las familias se encontraban en un punto donde no estorbaban para el paso de automóviles o peatones que deseaban cruzar al país vecino del norte.
Sin embargo, hubo personas que se inconformaron con su presencia en este sitio y se mostraron molestos con las personas en contexto de movilidad. Los comerciantes de la línea fueron los principales hostigadores de este grupo que se plantó frente al acceso a Estados Unidos.
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Durante dos días y una noche, una docena de elementos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) hicieron guardia en el acceso para frenar cualquier intento de cruce masivo por los carriles vehiculares a su país, mientras que del lado mexicano hubo presencia de la Policía Municipal de Tijuana.
El sábado 24 de abril alrededor del mediodía, comerciantes ambulantes que trabajan entre las filas de autos que esperan su turno para cruzar a EE.UU., se fueron contra el grupo de migrantes que se encontraba plantado. En el lugar había niños y adultos mayores, pero los vendedores no se detuvieron con su ataque.
Entre gritos y groserías se generó una trifulca entre ambos grupos, que tuvo como resultado la intervención de la policía municipal de Tijuana; lejos de detener a los violentadores, esto revictimizó a los migrantes. Finalmente, el grupo de migrantes regresó a su campamento en El Chaparral.
Se calcula que la población actual en el campamento es de alrededor de dos mil personas y 800 menores de edad. De acuerdo con estadísticas de la Agencia de la ONU para Refugiados (Acnur), hasta el 27 de abril van nueve mil 117 personas con casos activos de Protocolo de Protección a Migrantes (MPP por sus siglas en inglés) que ingresaron a Estados Unidos para iniciar su proceso de asilo humanitario.
Por ciudad, el acumulado en Tijuana asciende a dos mil 10 personas; en Matamoros es de dos mil 234; en Ciudad Juárez son tres mil 454 personas las apoyadas; en Reynosa, 759; y en Nuevo Laredo, 396 personas con casos activos a las que se hizo prueba COVID y que fueron acompañadas a EE.UU.
El viernes 19 de febrero, cruzaron los primeros 25 migrantes al país del norte para continuar con sus trámites de asilo político. Acnur informó en esas fechas que solo son 25 mil personas las que se tienen contempladas en la primera fase de este programa.
