De Trez en Trez
Uno.- Día gris por donde se le viera; aquel miércoles 20 de abril de 1988 la llovizna hacía más lento el tránsito vehicular en el crucero de “la 5 y 10” en la delegación La Mesa de Tijuana; los baches y las intempestivas maniobras de los choferes de taxis y autobuses de transporte público para ganarse el pasaje, lo dificultaban aún más. La llovizna arreció por un momento.
En compañía del Licenciado Francisco J. Ortiz Franco, en mi vehículo, nos dirigíamos a los juzgados civiles en su antigua ubicación, donde también estaban las oficinas de la Subprocuraduría General de Justicia del Estado. Encendimos la radio para escuchar un noticiero; no recuerdo cuál era, íbamos platicando.
De pronto, el conductor del noticiero dijo algo sobre un atentado contra un periodista; pusimos atención y entonces escuchamos que se trataba de la ejecución de Héctor “El Gato” Félix Miranda, codirector de ZETA y autor de la columna “Un Poco de Algo”.
Ambos proferimos una mentada de madre a nadie en particular, luego otras maldiciones; aceleré la marcha del viejo auto, era urgente llegar rápido al destino para buscar información de un caso que se convirtió en uno de los más famosos por los personajes involucrados y porque fue el primero de los perpetrados contra personal de ZETA. Años más tarde tocó el turno a Don Jesús Blancornelas y su escolta; después, a quien en esa mañana gris iba en el otro asiento delantero.
Doz.- Lo que siguió luego es una de las historias más sucias de la impunidad que da el poder económico y la influencia política, aderezada con la complicidad y la ineptitud de autoridades al servicio de personajes poderosos que bailan al son que les toquen, al tiempo que les tienen amarradas las manos y tapada la boca para que no los perjudiquen con sus pesquisas.
“Todos los caminos conducen al hipódromo…”, dijo el entonces primer gobernador de oposición, Ernesto Ruffo. En su momento, empleados del hipódromo de Agua Caliente fueron detenidos; sentenciaron a dos como autores materiales y uno más fue liberado y luego asesinado; los sentenciados ya están libres, pero del sospechoso autor intelectual nada. Hasta la fecha.
Trez.- En efecto, el que fuera “soldado del PRI, presidente municipal de Tijuana, candidato a gobernador de Baja California derrotado, concesionario del Hipódromo de Agua Caliente, propietarios de casinos y demás negocios, ha sido detenido en varias ocasiones: Introducción de artículos finos de lujo, fabricados con partes de animales en peligro de extinción, acopio de armas ligadas a otros homicidios, posesión y traslado de aves exóticas… Todas las ha librado.
Tan es así que, quien siempre dijo ser un “soldado del PRI” es ahora candidato a gobernador de BC por el Partido Encuentro Solidario (PES). “…no me llamaron a la guerra” justifica Jorge Hank; otro más de sus intentos para convertirse en gobernador con otro partido.
Así pues, a pesar de todas las circunstancias, de todos los indicios, coincidencias y de todas las investigaciones, al candidato del PES -ahora afeitado de su luenga barba y recortada su melena- nunca se le ha tocado un pelo en relación a la muerte de “El Gato” Félix.
Y así ha sido por más de tres décadas. En 33 años, cumplidos el pasado martes. Gobiernos estatales y federales llegan y se van, pero el caso del recordado “Gato” Félix Miranda continúa pendiente de que se haga justicia completa. Tal vez eso nunca suceda, pero al “soldado priista” lo habrá de perseguir siempre.
P.D.- Hoy no hay, se fue a descansar de tanta publicidad electorera chafa y mentirosa.
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.
Correo: profeohe@hotmail.com