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viernes, octubre 4, 2024
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La rebelión de “Lupita” Mora

Uno de los personajes más congruentes con el lopezobradorismo en Baja California, además de fundadora de Morena, es Guadalupe Mora Quiñones, quien desde que asumió como presidenta municipal de Mexicali, emprendió lo que parece ser una “rebelión” en contra de lo establecido por los dos grupos políticos preponderantes: los marinistas y los bonillistas. Remoción de funcionarios de la pasada alcaldesa, discrepancias en temas coyunturales y hasta una impugnación por el método de selección de candidatos, refuerzan estas versiones. Para el regidor panista Héctor Ibarra Calvo, este conflicto político tiene “secuestrado” a Mexicali, el cual debería ser ajeno a temas partidistas

La mañana del jueves 8 de abril, la presidenta municipal de Mexicali, Guadalupe Mora Quiñones, formalizó su inconformidad contra la Comisión Nacional de Elecciones de Morena en torno al proceso de selección de candidatos, con el objetivo de que le sean explicados los resultados de las encuestas, fechas y demás relativos que clarifiquen la designación en el proceso en que ella participó.

Su inconformidad quedó plasmada en un documento de 24 páginas tamaño oficio, dirigido a magistrados y magistradas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en el que solicita un “juicio para la protección de los derechos político electorales del ciudadano en contra de la violación a las bases de la convocatoria emitida por Morena”.

En diversas entrevistas, la alcaldesa en funciones ha externado no estar de acuerdo con el resultado de las encuestas que colocan a la ex directora del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Mexicali (Imacum), Norma Bustamante, como puntera de las preferencias electorales, dado que Mora Quiñones también cuenta con el interés legítimo de buscar la reelección al cargo.

Este es uno de los varios movimientos políticos que dejan clara la rebelión de “Lupita” Mora, además, es evidente su conflicto con el gobernador Jaime Bonilla Valdez y con la alcaldesa de Mexicali con licencia, Marina del Pilar Ávila Olmeda.

Desde que asumió el cargo el 7 de marzo, Lupita ha removido a aproximadamente 15 funcionarios de primero y segundo nivel, ya sea porque se unieron a la campaña de Ávila Olmeda, porque se requirió el escaño para otra persona cercana, e incluso por sospechas de corrupción.

Pero también ha formado un frente opositor a temas coyunturales como el dictamen de la opinión de municipalización de San Felipe, el cual generó un conflicto entre Mora Quiñones y regidores afines a Marina del Pilar.

La candidata morenista a la gubernatura se dijo respetuosa de las acciones de su suplente, y que el regidor José Ramón López Hernández negó una ruptura entre la bancada morenista con la primera edil. Para el munícipe Héctor Ibarra Calvo, un conflicto político partidista tienen secuestrado a Mexicali, pues la administración pública se ha vuelto un juego de poder entre el ala más dogmática del partido vinotinto (con Lupita Mora) y la influencia de la abanderada morenista en Baja California (Marina del Pilar Ávila).

Hector Ibarra, Regidor

Para Rafael Figueroa, presidente del Consejo Político de Morena y el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Octavio Sandoval López, la indefinición sobre un posible regreso de Ávila Olmeda a la gestión municipal, no es lo ideal y supone ciertos conflictos entre ambas partes.

El presidente de la Coparmex y el mismo edil panista, precisan que ya existen consecuencias que van desde la gestión municipal hasta la inseguridad que se vive en Mexicali.

 

LUPITA LLEVA EL CASO AL TEPJF

Nadie dentro de Morena se atreve a declarar oficialmente que existe una ruptura dentro del partido entre las presidentas municipales Lupita Mora y Marina del Pilar Ávila, pero todos tienen conocimiento de ello.

Desde aquel 7 de marzo, cuando Mora Quiñones salió del edificio del Poder Legislativo con su nuevo nombramiento, el diputado Juan Manuel Molina- uno de los más cercanos a Marina- logró que la licencia de Ávila Olmeda no se diera de manera definitiva y tuviera la posibilidad de regresar a su encargo, lo cual no ocurrió con el resto de las peticiones.

Mora salió del recinto externando que gobernaría por siete meses y que buscaría la reelección, pero en realidad, el Congreso dejó la puerta abierta para que gobernara solo tres.

En sus primeros discursos y atenciones a medios de comunicación, Mora Quiñones fue mesurada e intentó no enfrentarse con sus compañeros de partido, pero la cortesía se desgastó rápidamente.

La mañana del jueves 8 de abril, el equipo jurídico de Lupita Mora presentó formalmente su inconformidad contra de la Comisión Nacional de Elecciones de Morena ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), donde de una forma sutil y precisa -refiere- hicieron lo que les dio su gana y omitieron cumplir con todos los estatutos y principios de Morena para la selección de candidatos.

La intención es combatir los resultados de la encuesta que ubicaron a Norma Bustamante como candidata única de Morena a la alcaldía de Mexicali, por encima de la ex titular de la Secretaría de Infraestructura, Desarrollo Urbano y ordenamiento Territorial (SIDURT), Karen Postlethwaite, y la propia Mora Quiñones.

El documento establece que el 24 de marzo, el delegado de Morena, el senador Ricardo Velázquez Meza, dio a conocer los nombres de las y los candidatos de Morena a las presidencias municipales, pese a que el acuerdo inicial era que se harían públicos el primero de abril.

Mora Quiñones refiere que no fue notificada sobre ello y se le ha negado información al respecto, por lo que acudió a la Sala Superior ante la posibilidad que se violen sus derechos político-electorales.

En el escrito, Mora plantea que no existe certeza de los resultados en las encuestas ni el análisis cualitativo de la Comisión Nacional de Elecciones, lo cual representa una violación a sus intenciones de contender por la reelección a la presidencia municipal.

Con esta serían cuatro inconformidades en contra de los procesos internos en Baja California, externó el presidente del Consejo Político de Morena, Rafael Figueroa, quien se abstuvo de brindar detalles, argumentando que son los propios interesados quienes deben externarlo.

El presidente del Consejo Político de Morena, aseguró que tanto Lupita como el resto de los aspirantes están en su derecho de inconformarse y pelear por una explicación, e incluso, emprender un tema jurídico sí así lo consideran.

Mientras en Morena fue rechazada, emisarios de Jorge Hank Rhon y el Partido Encuentro Solidario (PES) buscaron a Mora Quiñones para ofrecerle la candidatura, pero ni siquiera los recibió. Lo mismo ocurrió con representantes del Partido del Trabajo (PT), donde surgió la posibilidad de pelear por una reelección, toda vez que se trata del mismo instituto político que conformó la coalición. Sin embargo, también lo descartó.

 

SAN FELIPE, EN PUGNA POLÍTICA

La rebelión de Lupita llega a su punto más alto precisamente con la inconformidad de los resultados, pero se ha visto en otros sucesos como el debate ocurrido el 29 de marzo en el Cabildo de Mexicali, donde regidores morenistas y la propia alcaldesa, discreparon en torno a la municipalización de San Felipe, comunidad ubicada a 200 kilómetros al Sur de Mexicali, con una población aproximada a 24 mil personas.

Dos días antes de la sesión, los regidores fueron convocados para una sesión extraordinaria del Cabildo donde pudieran analizar este tema, pero los ediles se negaron a asistir ante la falta de información, dejando sola a la alcaldesa de Mexicali.

Tanto Ibarra Calvo como López Hernández, afirmaron que Mora Quiñones incumplió el acuerdo de convocar hasta el día lunes, por lo que no pudieron asistir.

Durante dos horas de sesión y debate, el Cabildo de Mexicali, de mayoría morenista, rechazó el dictamen que contenía la opinión en contra de la municipalización del puerto – propuesto por Mora Quiñones-, donde encontró mayor oposición dentro de su propia bancada que en las contrarias.

Mora sostenía que era insuficiente la información en torno al sustento económico de San Felipe; además de que no hubo una preparación seria de infraestructura y desarrollo, consideró que no era tiempo para la municipalización. No dejó pasar que había intereses oscuros en la intención de municipalizar el puerto y partir en dos el territorio de la Capital del Estado.

Los regidores de oposición Fernando Rosales, Héctor Ibarra y Alexandro José Puyol Manríquez, mostraron su inconformidad hacia la situación y falta de seriedad del dictamen, sobre todo por lo que consideraron una “trampa” del Congreso del Estado, que manipuló la Constitución para llevar a cabo este proceso totalmente viciado.

Lupita Mora Quiñones respaldó la postura de la oposición, pero la bancada morenista le dio la espalda y no se envió la opinión técnica.

Días atrás de esta sesión, tanto el diputado Juan Manuel Molina como Marina del Pilar Ávila Olmeda, se posicionaron en torno al tema; el primero de manera activa y la segunda por medio de redes sociales.

Molina García, el primer interesado en sacar adelante este tema, refirió que se hizo un plebiscito donde votó el 16% del padrón electoral -el más bajo en un proceso de sufragios formal en la entidad- y que su obligación era escuchar a la ciudadanía, lo cual representa aproximadamente a 2 mil personas. Ávila se limitó a expresar que está a favor de la municipalización.

“San Felipe tenía que ser municipio, no hay ninguna duda, esto no es una pelea entre sanfelipenses contra mexicalenses, o de un mismo municipio, ni contra la lucha de los sanfelipenses. De lo que se trata del secuestro de una intención legítima por parte de los sanfelipenses por un proyecto de un grupo de interés y político, nosotros lo señalamos en el diseño inconstitucional, donde decíamos que sí era necesario reformar la Constitución”.

El puerto se volvió un escenario político en el cual los marinistas presionaron para respaldar la municipalización, mientras que, apoyada por la oposición, Lupita se mostraba en contra.

 

“MEXICALI, SECUESTRADO POR GRUPOS DE INTERESES”: HÉCTOR IBARRA

Para el concejal panista Héctor Ibarra Calvo, se ha perdido la institucionalidad en la administración pública y Mexicali se encuentra “secuestrado” por grupos de interés dentro de Morena.

“Mexicali no se va a refundar en siete meses de gobierno, no va a renacer, menos si tomamos en cuenta que son dos meses de campaña y regresando debes preparar la entrega- recepción. Son falsos discursos que para mí ponen en juego la política pública, la continuidad del gobierno, la calidad de prestación de servicios públicos y secuestrados por grilla”, mencionó.

Para Ibarra Calvo y Octavio Sandoval López, es un hecho grave la incertidumbre política y de gobierno que se genera por la indecisión de Marina del Pilar Ávila Olmeda en torno a la posibilidad de regresar a la administración.

Lo peor -asegura Sandoval López- es que existen problemas importantes, como la seguridad en el Valle de Mexicali, que no se atiende por la falta de coordinación entre las instituciones locales, estatales y federales, cada vez más evidente.

Para el coordinador de la bancada de Morena, José Ramón López Hernández, no existe realmente una ruptura por parte del Cabildo con Mora Quiñones ni una intervención de Marina en las decisiones del gobierno municipal; todo lo limita a una simple discrepancia de ideas.

En su opinión, es natural que la nueva alcaldesa quiera incluir a todo su equipo y no importa cuántos cambios se concreten, pues la administración pública tiene la obligación de cumplir el Plan Municipal de Desarrollo, sin importar el personaje que la dirija.

Autor(a)

Eduardo Villa
Eduardo Villa
Periodista desde 2011 y corresponsal en Mexicali del Semanario Zeta. Participante del Border Hub del International Center for Journalists y coautor del libro “Periodismo de Investigación en el ámbito local: transparencia, Acceso a la Información y Libertad de Expresión”
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