Los asesinatos continúan imparables no solo en la ciudad, sino en las delegaciones. Datos del Consejo Ciudadano de Seguridad pública indican un aumento superior al doble respecto a otros años
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La comandancia de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) en Ensenada, Delegación de San Vicente, fue atacada a balazos con armas largas, generando una fuerte tensión entre los policías de la zona rural.
En el lugar, agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) recolectaron 55 casquillos percutidos calibre 7.62×59, mientras testigos de los hechos, declararon que se trató de un solo tirador.
El incidente tuvo lugar a las 04:00 horas del domingo 21 de febrero, un par de agentes municipales se encontraba en esos momentos en el edificio y resultaron ilesos. En el lugar quedaron regados los casquillos, mientras dos patrullas tuvieron daños en carrocería y cristales.
Información recabada por la Unidad de Inteligencia de la FGE, indica que el suceso podría estar relacionado con el doble asesinato registrado la madrugada del miércoles 17 de febrero, cuando habitantes reportaron la presencia de dos cuerpos maniatados, tirados en un camino vecinal de San Vicente.
Los asesinados en San Vicente fueron identificados como Pedro Murillo Cárdenas y Octavio Villa Patrón. En el expediente de investigación se señala que el primero era propietario de un terreno en la zona, y lo mencionan como bajador de una avioneta.
Sus zonas de dominio para el trasiego de droga con avionetas era toda la zona serrana de San Vicente hasta el Valle de la Trinidad; todo lo cruzaban por la brecha de la calentura.
Los ataques armados se registran en la zona de mayor influencia de venta y trasiego de droga del Cártel de Sinaloa, por lo que, de acuerdo con datos recabados por la FGE, se trata de pugnas entre bandas del mismo cártel.
San Vicente es una delegación de Ensenada que se ubica a 84 kilómetros al Sur de la ciudad, es una zona agrícola y vinícola con producción de uva para vino.
ENSENADA ROMPE MARCAS EN HOMICIDIOS
En el transcurso de febrero, Ensenada ha registrado 41 homicidios dolosos y 91 en lo que va de año, la cifra más alta de la que haya observación.
Estadísticas del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública en Baja California, indican que este delito ha aumentado en 221% en comparación con 2019.
En los primeros 55 días de 2021, con 85 homicidios, se rebasó la estadística registrada en la totalidad de 2016, cuando se contabilizaron 60 homicidios dolosos y 105 en 2017.
La ola de asesinatos ha llegado incluso a las puertas de las corporaciones policiacas, luego que en enero arrojaran una cabeza humana a menos de cuatro cuadras de la DSPM y días después un cadáver calcinado a unos metros del mismo edificio.
Otro hallazgo surgió el martes 23 de marzo, cuando lanzaron a un hombre maniatado dentro de una caseta de la Policía Municipal que se encontraba abandonada desde hace unos años en las calles Lago Sur y Lago Baikal del fraccionamiento Villa Colonial.
La caseta de seguridad tiene los logotipos del programa “Unidos por tu Colonia” del XXIII Ayuntamiento de Ensenada, con la firma del alcalde Armando Ayala Robles.
Policías se amparan ante COVID-19
Ante la inseguridad que enfrentan, la falta de equipamiento y por carga de trabajo, elementos de Seguridad Pública Municipal promueven amparos para recibir incapacidades durante la contingencia por COVID-19. Aproximadamente diez oficiales municipales los han solicitado este trámite por su condición de salud.
La Asociación por la Dignificación Policías y su Comunidad en Ensenada encabeza estas acciones para evitar más muertes de elementos, “nos estamos encargando de promover esos amparos para que vayan a resguardo domiciliario debido al estado de salud o enfermedades que tienen, porque los exponen o son vulnerables a los contagios”, comentó Efraín Cruz, presidente de la agrupación.
Se trata de agentes vulnerables al contagio porque tienen problemas de hipertensión, renales, defensas bajas, diabetes o padecen de los bronquios.
Pese al decreto nacional para incapacitar a todo aquel trabajador con vulnerabilidad al contagio, Estado y Municipio no lo están haciendo. Las condiciones de seguridad social para los policías no están cubiertas, al no contar con seguro de vida ni equipo para prevenir contagio, como tampoco arcos desinfectantes.
Dos oficiales con hipertensión describieron a ZETA que la situación laboral es precaria y no hay suficiente equipo de protección para evitar el contagio. Hicieron una solicitud formal a la Dirección de Seguridad Pública Municipal, pero les fue negada y debieron recurrir a otros medios legales para conseguir separarse del cargo durante la pandemia.
