Gran parte de la riqueza y poder político de Virginia Noriega, se debe a que “vende” el poder de su sindicato para beneficio personal. La dirigente de los trabajadores de la salud no tiene colores ni partido, siempre y cuando logre beneficiarse por encima de cualquier sector, incluyendo el propio, lo que le ha permitido ser diputada en dos ocasiones -una por el PRI y otra por el PAN- y una más regidora del Ayuntamiento de Mexicali. En ninguno de los casos hizo algo. Pues resulta que ahora se subió a la Cuarta Transformación y se registró como aspirante a la candidatura de la diputación del Distrito IV de Mexicali, para competir en la “encuesta” interna del partido. La política, quien reside en Estados Unidos y trabaja en México, ofreció a su “sindicato” para apoyar a la alcaldesa con licencia Marina del Pilar Ávila Olmeda en su carrera por suceder a Jaime Bonilla. ¿El costo? Regalarle la candidatura a la diputación local del Distrito IV, pero ahora por Morena, por lo que nuevamente, “Vicky” Noriega buscará un espacio dentro del Congreso del Estado comprometiendo a sus trabajadores. Pero bueno, ya se sabe que todo se vale en la 4T, hasta sacrificar a verdaderos morenistas que buscan ocupar los cargos de elección popular.