En México 19 millones 96 mil 161 mujeres experimentaron violencia de algún tipo, de las cuales casi la mitad (49.2%) no compartió con nadie la situación, siendo las mujeres casadas o en unión libre las que menos expresaron la violencia ejercida contra ellas, dijo Saúl Vázquez Ramírez, integrante del Equipo de Proximidad Comunitaria de la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación.
La violencia contra la mujer es todo acto que le haga daño o sufrimiento físico, sexual, o psicológico para las mujeres, inclusive la amenaza de tales actos, la coacción y la privación arbitraria de la libertad, tanto en la vida pública como en lo privado, refirió durante la conferencia virtual “Contra la violencia de Género enfocada a la mujer”.
Al conmemorar el Día Internacional de la Mujer, este 8 de marzo de 2020, Vázquez Ramírez explicó que la violencia contra las féminas comienza con chantajes, mentiras, engaños, celos, ofensas, humillaciones, amenazas e intimidaciones, así como al tratar de controlar o prohibiciones a las mujeres algo.
La violencia puede recrudecerse con agresiones “jugando”, empujones, golpes, amenazas de muerte, hasta llegar a la violación y el asesinato de las mujeres, mencionó el funcionario público, quien refirió el Violentómetro, diseñado por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) para poder identificar si se vive una situación de violencia y no permitirla.
“Muchas veces se piensa que por el hecho de que no hay una marca en el cuerpo, o alguna lesión evidente no es violencia física, pero no es verdad, la violencia física se presenta desde que hay contacto con la otra persona, por muy leve que sea y es violencia física y tenemos que saberla identificarla para no permitirla o ser partícipe de ella, porque la violencia va en aumento. Se empieza con un leve toque, un jaloncito”, abundó.
Llamó a las mujeres a no quedarse calladas ante la violencia, ya que hay otras formas que si bien no son tan impactantes también causan daños a las personas, como la violencia psicológica, económica y patrimonial.
Sobre la violencia psicológica, Marisela Luna Sánchez, integrante del Equipo de Proximidad Comunitaria afirmó que es “tan sutil” que el daño que va sufriendo la mujer es tan lenta que la víctima no siempre es consciente del todo que la padece, “hasta que empieza a sentir cómo se comienza a minar y a destruir su autoestima”. Se efectúa mediante la negligencia, abandono reiterado, celos, insultos, devaluaciones, marginación, comparaciones destructivas, infidelidad, y rechazo, entre otras acciones.
En tanto, la violencia económica se refiere a que las mujeres son dependientes económicamente de los hombres y éstos las limitan para adquirir lo que necesitan. La violencia patrimonial es aquella en la que los bienes de una mujer los administra un hombre bajo el argumento de que él es el único que puede hacerlo.
Al reiterar la importancia de expresar que se es víctima de violencia, Vázquez Ramírez recomendó que familiares, amigos o vecinos establezcan señales de ayuda, para que la mujer pueda pedir auxilio sin que sepa su agresor, cuando ésta se encuentre en alguna situación que la ponga en peligro.
El servidor público se pronunció a favor de que en casa, los hombres colaboren igualmente con las mujeres en las tareas domésticas, y que a los niños y niñas no se les asignen actividades por rol o género, porque tanto un hombre como una mujer puede cocinar, lavar, planchar.