Más de 300 personas se encuentran acampando en las inmediaciones del cruce fronterizo de El Chaparral, con la esperanza de que el gobierno de Joe Biden les abra las puertas y los deje ingresar a Estados Unidos. Entre los cientos de migrantes varados en Tijuana, también se encuentran mexicanos que huyen de la violencia en sus estados.
Pese a que las autoridades norteamericanas han explicado a las personas en contexto de movilidad que aún no hay algún mecanismo para que ingresen a la unión americana, y los únicos que lo hacen hasta el momento son migrantes centroamericanos, con un proceso activo en el Protocolo de Protección a Migrantes (MPP por sus siglas en inglés), estos siguen llegando y colocando casas de campaña.
La población mayoritaria en este campamento es de haitianos y mexicanos, los menos son centroamericanos. Con la reactivación del MPP el 19 de febrero, solo los solicitantes de asilo provenientes de El Salvador, Honduras y Guatemala con un caso activo en la corte, van a poder ir cruzando a cuenta gotas para llevar su proceso en EU.
Por otra parte, las personas de origen haitiano reclaman que las autoridades de migración mexicanas no les han querido renovar su estatus migratorio en el país y que en Estados Unidos tienen pausados sus trámites de asilo, en gran parte por las restricciones fronterizas entre ambos países por la pandemia del virus Sars Cov-2 (causante del nuevo coronavirus).
En el caso mexicano, los migrantes provienen de ciudades cómo Guerrero, Michoacán, Jalisco, Durango, Oaxaca, el Estado de México, Puebla, entre otras; los nacionales huyen de la violencia que azotan sus lugares de origen a causa del crimen organizado que impera en casi todo el territorio nacional, pero que ha azotado primordialmente en localidades pequeñas.
Es el caso de “Carlos” (nombre otorgado por seguridad), de alrededor de 40 años. Vive en el campamento improvisado de El Chaparral junto con su esposa y dos hijos, quienes vienen huyendo de un poblado de Durango, donde los grupos del crimen organizado han impartido terror.
Carlos contó a ZETA que se encuentra huyendo de los “narcos” que lo querían reclutar para que fuera pistolero, pero él se negó y llegaron las amenazas en contra de su familia. El pueblo donde nació, poco a poco se volvió en un pueblo fantasma; explica que la violencia mató y ahuyentó a los residentes.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Migración (INM), dependiente de la Secretaría de Migración, entre el 1 de enero y el 1 de marzo de 2021se ha recibido y auxiliado a 25 mil 54 personas mexicanas repatriadas de Estados Unidos.
La dependencia informó a través de un boletín de prensa que al corte del 2 de marzo, por los puentes fronterizos y aeropuertos internacionales del país, arribaron 21 mil 676 personas connacionales adultas (mil 950 mujeres y 19 mil 726 hombres) y tres mil 378 menores de edad (338 niñas y 3 mil 40 niños) de edad.
Detallaron que de este universo, cinco mil 72 ingresaron por Baja California; cinco mil 3 por Tamaulipas; cuatro mil 859, vía Sonora; Coahuila, tres mil 155; y Chihuahua, mil 963. Alrededor de mil 170 proviene de Jalisco; mil 99 de Querétaro; mil 9 de Ciudad de México; 685 desde Michoacán; Puebla, 635; y 404 de Tabasco.
