El año en curso suma tres homicidios contra mujeres en dos meses; de 2019 a 2020 se tuvo un aumento de 7% en delitos sexuales
Colectivos de mujeres en Baja California Sur han hecho pública su preocupación por el alto índice de violencia de género, sobre todo el aumento de feminicidios, que de 2019 a 2020 fue del 100%.
En 2019 se registraron dos feminicidios, mientras que el año 2020 hubo registro de cuatro asesinatos que fueron clasificados como feminicidio, y cuatro mujeres asesinadas a quienes no se pudo acreditar el agravante de feminicidio.
“Basta de la violencia contra la mujer, de la indiferencia de la gente y la autoridad. Porque nos queremos vivas, no muertas”, expresó Nena Lino, familiar de Daniela Lino Ramírez, asesinada brutalmente en diciembre de 2020 en Los Cabos.
En el transcurso de 2021 se tienen contabilizados tres asesinatos que podrían ser considerados feminicidios, pero aún están bajo investigación; a ello se suma la sospechosa desaparición de una mujer y sus tres hijos en La Paz.
Un cuarto feminicidio en grado de tentativa acabada se registró el 10 de enero en Los Cabos, cuando Hugo Alejandro “N” discutía con su pareja, la agredió y amenazó de muerte mientras circulaban en un automóvil; la afectada vio una oportunidad de bajarse del auto y huyó del agresor, pero este la atropelló.
“La víctima iba a bordo de un vehículo por calles de la colonia El Zacatal en San José del Cabo, que conducía el imputado, con quien discutía, recibiendo agresiones físicas y amenazas de muerte, por lo que, en su oportunidad, la agraviada desciende del vehículo para tratar de ponerse a salvo, pero Hugo ‘N’ la persigue en el auto para atropellarla, poniendo en riesgo la vida. Hugo ‘N’ fue presentado ante el Agente del Ministerio Público, quien inició la carpeta de investigación por el delito de feminicidio en grado de tentativa acabada”, confirmó la Procuraduría General de Justicia del Estado.
El sujeto se encuentra en el Centro de Reinserción Social de Los Cabos, en espera que se le dicte sentencia y se judicialice su caso.
En la entrega de resultados por parte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, no se consideran personas del sexo femenino en el apartado de homicidios dolosos o feminicidios. De los siete homicidios, cuatro hombres han sido identificados, un masculino está no identificado y dos homicidios con estatus de no especificado.
Asimismo, para el próximo 8 de marzo se ha establecido el Paro Internacional de Mujeres BCS, México. La protesta se hará a través de redes sociales, con la intención de exigir el alto a los abusos contra las mujeres en el mundo.
“Estamos hartas de vivir con miedo a ser violentadas, ignoradas, asesinadas, queremos salir a la calle sin miedo”, exige el movimiento.
Aunado al aumento de feminicidios, de 2019 a 2020 se tuvo un considerable incremento de casi 7% en delitos sexuales, es decir, cuatro abusos más por mes. En 2020 se registraron 60 denuncias por abuso, violación o acoso por mes, dos denuncias al día.
“Ya basta” es la principal petición de los diferentes colectivos de mujeres, exigen la participación de lleno de las autoridades para castigar a cada uno de los agresores, pues si un acosador es detenido a tiempo, es posible que se pueda erradicar una futura agresión sexual, hasta un feminicidio.
APAGARON LA LUZ DE MONSERRAT
Justo un día después del 14 de febrero, Monserrat “N”, de 30 años y originaria de Toluca, Estado de México, fue encontrada sin vida en el interior de un domicilio en Calle Miguel Hidalgo entre Valerio González y Martínez del Río, Colonia Primero de Mayo en San José del Cabo.
Su cuerpo fue hallado semidesnudo, no presentaba huellas visibles de violencia, como tampoco se localizaron indicios de que alguien haya forzado la entrada para ingresar a la vivienda; parecía un evento bien planeado para arrancarle la vida.
“Personal de la Dirección de Servicios Periciales trasladaron el cuerpo de la víctima al Servicio Médico Forense para la práctica de la necropsia de Ley. De acuerdo con el peritaje médico, se pudo determinar que la causa de muerte fue asfixia por sofocamiento”, confirmó la PGJE.
Se abrió una carpeta de investigación por el delito de homicidio doloso, en tanto se pueda configurar el delito de feminicidio para conocer el móvil del atentado contra la mujer de 30 años.
Agentes de Investigación revelaron que es muy probable que el móvil del crimen haya sido pasional, pero no se descartan otras líneas de investigación, pues la manera en que Monserrat fue privada de la vida, derivó en primera instancia en abuso de la confianza de la víctima.
“Fue encontrada en el interior del domicilio, su cuerpo no presentaba huellas o signos de violencia, su vivienda no fue violentada, es decir, las puertas o ventanas no fueron forzadas, aparentemente fue privada de la vida y así lo estableció el Servicio Médico Forense, por asfixia por sofocamiento. Aparentemente el agresor la asfixió utilizando una almohada. Sin duda estamos hablando de la participación de un conocido, la víctima conocía a su agresor, por ello el ingreso y el acercamiento sin violencia”, determinó el agente de Investigación.
De configurarse como feminicidio, sería el tercer asesinato de una mujer de manera violenta en dos meses. Colectivos feministas alzaron la voz ante la creciente en atentados contra la mujer, no solo en cuanto a feminicidios, sino las violaciones, violencia intrafamiliar y otros delitos relacionados con la vulnerabilidad en contra de las féminas.
“Se tienen avances importantes, no hay lesiones en la víctima, salvo la asfixia por sofocación, sin duda se trata de un cercano a la víctima, muy pronto se estará dando avance alguno sobre la investigación y el probable responsable. Es la principal línea de investigación que nos ha llevado a unir las piezas del homicidio”, se informó.
JUSTICIA PARA DANIELA
“Nos encontramos en el Ministerio Público de San José del Cabo, ya son más de dos meses del feminicidio de Daniela, nos encontramos exigiendo justicia, exigiendo a las autoridades que hagan su trabajo, no les pedimos nada más, todas las personas que se nos quieran sumar y quieran estar levantando la voz, porque nosotros somos la voz de Daniela. No vamos a descansar hasta que Daniela tenga justicia, vamos a estar día y noche y los días que tengamos que venir hasta que haya justicia”, denunciaron familiares de Daniela Lino Ramírez.
La joven estudiante del Centro de Capacitación para el Trabajo Industrial fue atraída a una trampa el 16 de diciembre de 2020 por su ex pareja sentimental, quien la condujo a un cerro ubicado detrás del fraccionamiento Country del Mar en San José del Cabo.
Su ex novio, identificado como Jesús Ernesto Chinchilla Coronado, apodado “El Chuy” y/o “El Salchicha”, la asesinó y después calcinó su cuerpo. A la fecha sigue prófugo de la justicia.
Familiares se han manifestado en diferentes ocasiones en las instalaciones de la PGJE, también acudieron a la visita del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, no obtuvieron suerte, pues el mandatario no se tomó el tiempo para escuchar a las afectadas, quienes, a gritos y lágrimas desbordadas, regresaron sin éxito a Los Cabos.
Los últimos datos recibidos por ZETA, revelan que el caso de Daniela ya está esclarecido, desde el mes de enero se judicializó y cuenta con un mandamiento judicial vigente en contra del agresor, a quien se le busca por el delito de feminicidio agravado en busca de atrapar al asesino de la joven para aplicar todo el peso de la Ley.
Daniela era una joven indefensa, padecía discapacidad, casi no escuchaba y se le dificultaba comunicarse. No pudo defenderse de su agresor, quien actuó con alevosía y ventaja.
Luego de este suceso, el 8 de enero, Ana Luisa Patricia Judith Gutiérrez Hernández fue privada de la vida en el interior de su domicilio ubicado en Calle sin Nombre y Avenida Universidad del fraccionamiento Universidad en La Paz.
La empleada de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) fue brutalmente golpeada y degollada. Se trató del primer feminicidio de 2021, aunque no haya sido catalogado como tal por el Gobierno Federal.
Ana Luisa generó movilizaciones en las instalaciones de la PGJE, hasta donde llegaron colectivos, amigos y familiares para solicitar justicia por el artero atentado contra una mujer trabajadora que luchó hasta el último momento por su vida.
Los Cabos es el municipio que más casos de violencia y feminicidios registra, uno de los casos más sonados fue el de Andrea Juárez Castillo, ultimada de un golpe en la cabeza el 20 de enero en la Ampliación Matamoros de Cabo San Lucas. Leonardo René “N” fue imputado como autor material del feminicidio de su propia madre.
Lo peor es que escondió el cadáver en su propia casa y la reportó como desaparecida, incluso participó en su búsqueda, pero fue hasta el 11 de febrero que se dio a conocer que el propio hijo privó de la vida a su madre.
37 AÑOS Y MEDIO DE PRISIÓN EN CASO KARLA MARIELA
Se ha confirmado la sentencia en contra de Antonio Reyes Rivera, autor material del homicidio de Karla Mariela Martínez Ontiveros, perpetrado el 3 de octubre de 2018. Fue hasta el 11 de octubre que los restos de la joven fueron encontrados en la Carretera Transpeninsular de Cabo San Lucas a Todos Santos en el Kilómetro 94, en el arroyo debajo del puente “La Calera”.
De acuerdo con el reporte de la PGJE, el cuerpo de la mujer de 25 años “estaba en avanzado estado de descomposición”. Los investigadores no pudieron acreditar la agravante, pero por el móvil y la manera violenta y con alevosía con que fue tratada la víctima, sería clasificado como feminicidio.
Karla Mariela iba saliendo de su trabajo -aproximadamente a las nueve de la noche- en Plaza Puerto Paraíso en Cabo San Lucas, portaba uniforme blusa verde con el logotipo de la empresa MOBO, pantalón color negro y zapato plano negro.
“La joven luchó por su vida, pero fue más la furia de su feminicida, quien ya tenía todo planeado, el encuentro, el lugar y la forma de arrancarle el último suspiro. A Karla la asfixiaron de forma mecánica, usó unos cinchos con los que presionó a la víctima hasta provocarle la muerte”, refiere la fuente de investigación.
Otra fuente protegida confirmó el encuentro que tanto víctima como victimario sostuvieron la noche del 3 de octubre de 2018. Una vez perpetrado el atroz delito, Antonio Reyes Rivera se dio a la fuga a Guadalajara, Jalisco.
Según indagatorias, el homicida tenía una segunda pareja sentimental en aquella entidad federativa, y regresó a Los Cabos para dar por terminada la relación con Karla. Pero solo vino a terminar con su vida y huyó inmediatamente.
Reyes Rivera estableció como coartada sus redes sociales, pues inmediatamente del atentado, denunció la desaparición de su pareja, incluso fingió buscarla, pedir ayuda, mientras él se encontraba ya en Jalisco, donde su segunda pareja estaba dando a luz.
Al día siguiente del homicidio, Antonio trató de protegerse, lo primero fue tomar un vuelo a Guadalajara a las 15:55 horas, y el 5 de octubre celebró en redes sociales el nacimiento de su hijo, lo cual hizo sospechar a las autoridades.
Aparentemente Karla Mariela sostenía una relación en secreto, así lo confirmó la comunicación en redes sociales entre agresor y víctima la noche del asesinato. Karla se comunicó con su esposo y le dijo que ya iba en camino, pero antes de ir a casa se encontró con su verdugo.
En la investigación se estableció que el hombre “la llevó con engaños y amenazas a un paraje apartado, muy cerca de Migriño, donde empleó mecanismos de sujeción en el cuello, con cinchos de plástico presionó hasta causarle la muerte, abandonando el cuerpo en el lugar”.
Ocho días después, Karla fue encontrada sin vida y, dos años y cuatro meses después, se le hizo justicia. Su homicida ya tiene una sentencia sólida, confesiones y evidencia que lo mantendrá 37 años y medio tras las rejas en el penal de San José del Cabo.
Como el caso de Karla deben terminar todos los de feminicidio: con los agresores tras las rejas, pagando por su crimen.