Aunque en apariencia la mujer del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán solo era su pareja, rebasó la delgada línea del ámbito delictivo. El FBI estableció que Emma actuaba como intermediaria y mensajera entre Guzmán y sus lugartenientes. Además de conspirar para distribuir heroína, cocaína, marihuana y metanfetamina, le acusan de participar en la planeación de la fuga de la prisión de Altiplano. Dos testigos colaboradores le señalan como miembro de la organización delictiva. Quedó presa sin derecho a libertad bajo caución y podría ser condenada a más de 10 años de cárcel
A diferencia de otras detenciones, la captura de Emma Coronel Aispuro, pareja del narcotraficante mexicano Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán Loera, pareciera más una noticia de las secciones de espectáculos que de la lucha que sostiene Estados Unidos en contra del narcotráfico y aquellos capos que representan un riesgo para la seguridad nacional de ese país. La mujer es señalada de conspirar para la distribución de drogas sintéticas y tradicionales, a través del Cártel de Sinaloa.
El glamour que envuelve al personaje, más allá de que en sus años mozos fue reina del Festival de la Guayaba de su pueblo natal, Canelas, Durango y es la joven amasia del que fuera el enemigo público número 1 de la Unión Americana, da ese toque al arresto de nota de infoentretenimiento que tanto gusta a los medios televisivos norteamericanos.
Comunicóloga de carrera, Coronel, de 31 años de edad, desde luego no es una capisa del crimen organizado, mucho menos una líder del narcotráfico a nivel internacional. Sin minimizar su inteligencia, sus talentos y facultades, su rol en la estructura del narco es muy clara. Una relación de total dependencia y sumisión ante el poder de un delincuente, además, muy al pendiente de la crianza y desarrollo de sus dos pequeñas gemelas, que a estas alturas ya rebasan los nueve años de edad.
Sin embargo, hay una línea muy delgada en el ámbito del derecho penal entre ser encubridora por amor o afinidad, y ser cómplice de conductas ilícitas. En este caso, es lo que el Buró Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) tratará de probar en juicio: que Emma, proveniente de una familia de narcotraficantes y vinculada sentimentalmente a otro, líder de un cártel, se convirtió en participante de la organización delictiva al colaborar en la fuga del capo de prisión, llevar y traer mensajes a miembros del grupo, así como dar indicaciones a nombre de Guzmán en cuanto al trasiego de drogas se refiere.
Desde hace varios años, Emma Coronel Aispuro se convirtió en la punta de la hebra en la búsqueda de Guzmán Loera para los sabuesos norteamericanos. Sabían que no solo la duranguense era dependiente o cautiva y no era solo un florero como otras parejas para Joaquín Archivaldo, sino que también el criminal se había vuelto dependiente de los encantos de la joven mexicoamericana y que tenía una particular debilidad por sus gemelitas.
Así fue que los estadounidenses rastrearon a Emma para lograr la detención del narcotraficante aquel 22 de febrero de 2014 en Mazatlán, Sinaloa. Después le volvieron a seguir la pista tras la fuga del sinaloense del penal del Altiplano en julio de 2015 y lograron recapturarlo en enero de 2016 en Los Mochis, tras perseguirlo algunos meses en la Sierra de Durango, donde se supo había estado con su mujer y sus hijas.
Luego de la extradición de Guzmán, Emma le acompañó por la travesía del llamado juicio del siglo, donde siempre ganó notoriedad ante la prensa. Pero el destino le jugó la mala pasada de que su compadre Dámaso López Núñez “El Licenciado”, testigo en el juicio, la involucró en la organización y señaló que se reunió con él en cuatro ocasiones para detallar el plan de la fuga del capo del penal de Almoloya. En abril de 2019, el diario New York Post adelantó que Estados Unidos investigaba por conspiración a Coronel Aispuro.
Simple coincidencia, la mujer fue detenida el lunes 22 de febrero reciente, en el Aeropuerto de Dulles, Virginia, que da servicio a la ciudad de Washington. Le imputan conspirar para distribuir consciente e intencionalmente las siguientes cantidades y sustancias controladas importadas ilegalmente a Estados Unidos de:
– Un kilogramo o más de heroína.
– Cinco kilogramos o más de cocaína.
– Una tonelada o más de marihuana.
– 500 gramos o más de metanfetamina.
La Corte Federal del Distrito de Columbia le negó la libertad bajo caución, ante el riesgo de que pueda evadirse de la acción de la justicia. Permanecerá bajo prisión preventiva en una cárcel norteamericana. Ahora la mujer de “El Chapo” Guzmán será procesada en juicio similar al de su pareja y podría enfrentar una pena mínima de 10 años de cárcel en caso de ser encontrada culpable de los cargos fincados. Asunto que podría tener los reflectores mediáticos que en este momento tanto le faltan a un gobierno entrante.
DELGADA LÍNEA
Las investigaciones y captura de Emma Coronel Aispuro se dieron con base en las pesquisas realizadas y la declaración jurada del agente especial norteamericano del FBI, Eric S. McGuire, uno de los principales elementos policiales en investigaciones practicadas en contra de organizaciones criminales internacionales, entre estas el Cártel de Sinaloa, donde ubica a miembros de alto rango como Ismael “El Mayo” Zambada García; “El Chapo” Guzmán y sus hijos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, así como Ovidio y Joaquín, de apellidos Guzmán López; además de Dámaso López Núñez “El Licenciado”.
McGuire asegura que en las pesquisas se ha interrogado a más de cien miembros, ex integrantes y asociados al Cártel de Sinaloa, entre ellos dos personajes que aparecen como “Testigo Colaborador 1” y “Testigo Colaborador 2”, además de escudriñar entre miles de comunicaciones electrónicas y por cable que fueron interceptadas con motivo de su vínculo con actividades de tráfico de drogas ilícitas de esa organización criminal.
De acuerdo con los informes del Testigo Colaborador 1, los capos y el cártel formaron la organización de tráfico de drogas más prolífica del mundo, que controlaba las rutas del narcotráfico desde Sudamérica hasta Estados Unidos, importando toneladas de cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana. Los líderes crearon toda una red de protección a través de la corrupción que permitió a otros narcotraficantes operar en todo México.
Por su parte, el segundo testigo cooperante aseguró que los cinco personajes antes mencionados junto con otros miembros del Cártel de Sinaloa, traficaron más de cien toneladas de cocaína.
En el caso de Joaquín Guzmán, fue de conocimiento público que después de ser apresado en México, fue extraditado a Estados Unidos el 19 de enero de 2017, donde enfrentó un juicio en el Tribunal del Distrito Este de Nueva York que inició el 13 de noviembre de 2018 y concluyó con un veredicto que encontró culpable al mexicano de participar en una empresa criminal continua, entre otros, el 12 de febrero de 2019. Posteriormente, el 17 de julio de ese año en la individualización de la sentencia, “El Chapo” fue condenado a cadena perpetua, más 30 años de prisión.
Emma Coronel Aispuro acompañó a su hombre en todo el viacrucis judicial. Y es precisamente donde el FBI y McGuire aceleraron la investigación sobre la mujer, advirtiendo que es ciudadana estadounidense, nació el 3 de julio de 1989 en California y radica en México. De acuerdo con el reporte, la duranguense se casó con Joaquín Archivaldo aproximadamente en 2007, producto de la amistad entre las familias Coronel y Guzmán. La pareja tiene dos hijas gemelas.
Inés Coronel Barreras, miembro del Cártel de Sinaloa y padre de Emma, fue designado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro, como “narcotraficante extranjero significativo” el 9 de enero de 2013. El hombre y su hijo Inés Omar Coronel Aispuro fueron detenidos en sonora el 13 de abril de 2013 por delitos contra la salud y portación de armas de fuego. Ambos fueron sentenciados a más de 10 años de prisión por un tribunal mexicano el 28 de abril de 2017.
Por declaración del Testigo Colaborador 1, Emma Coronel sabía del liderazgo del Cártel de Sinaloa por parte de Guzmán, quien coordinaba la distribución de heroína, cocaína, metanfetamina y marihuana con el propósito de contrabandear ilegalmente narcóticos a EU para su venta. El mismo testigo asegura Emma sabía que los hijos de “El Chapo” (Iván, Alfredo, Ovidio y Joaquín) también son miembros de alto rango de esa organización criminal, además de que su padre, Inés Coronel, coordinaba el transporte de drogas para Guzmán.
Según el agente McGuire, Coronel Aispuro está involucrada en las actividades delictivas porque:
- Creció con conocimientos sobre la industria del narcotráfico y siendo adolescente se hizo pareja de Joaquín Guzmán.
- Entendió el alcance del tráfico de drogas del Cártel de Sinaloa.
- Conoce y entiende que el Cártel de Sinaloa es el más prolífico de México.
- Estaba al tanto de los envíos de toneladas de cocaína, marihuana y metanfetamina, así como kilogramos de heroína.
- Entendió que las ganancias de la droga -que ella controlaba durante su matrimonio con Guzmán- derivaban de estos envíos.
La investigación abunda que mientras “El Chapo” se hallaba libre y evitaba ser arrestado, Emma transmitía mensajes en su nombre para promover actividades de tráfico de drogas. De la misma forma, se señala que cuando Joaquín Archivaldo estuvo preso a partir de febrero de 2014, la mujer continuaba entregando los mensajes que recibía de su pareja durante sus visitas a prisión, situación que no era monitoreada por autoridades mexicanas.
A las pesquisas se anexa una carta firmada por Guzmán Loera para Emma, que en su parte sustancial dice: “Respecto a Cleto, aumente la producción para que rinda. Saluda a Cleto. Dile que por favor me eche una mano, para que la primera venta sea de mi parte… porque tengo muchos gastos aquí”.
Según McGuire, Cleto es un productor de heroína que en Durango le trabajaba al capo, y estima que con la frase “gastos aquí” se hacía referencia al pago de sobornos dentro de prisión y para mantener a su familia. Al parecer, Cleto, habría entregado a Coronel Aispuro las ganancias de más de cinco kilogramos de heroína.
LA FUGA Y UN REINTENTO
También se involucra a Emma Coronel en la fuga de “El Chapo” del penal de máxima seguridad Altiplano el 11 de julio de 2015, hecho ocurrido en sábado por ser el día que no hay ningún tipo de visitas y pocos funcionarios se encuentran allí.
La mujer visitaba al capo con frecuencia después de su recaptura el 22 de febrero de 2014, tiempo en el que Guzmán suscribió una carta de su puño y letra, al parecer para su compadre Dámaso López Núñez, documento que también se encuentra bajo el control de pruebas del FBI.
La supuesta misiva contiene instrucciones detalladas sobre las operaciones del Cártel de Sinaloa, incluido el transporte de narcóticos. En una parte, el capo escribió: “Les pido que estén siempre de acuerdo entre ustedes y mis cuatro hijos. Contrata contadores en todo el estado y paga a los chicos y a las viudas desde allí, y lo que quede por mes, la mitad es para ti y la mitad para los cuatro”.
Otro fragmento de la carta refiere: “Sabes quién tiene los papeles de ese lugar. Envíelos a los gemelos, por favor. La madre de los gemelos les dirá algo a ustedes y a mis hijos. Esté alerta, compadre. Ella te lo explicará (…) La madre de las gemelas les traerá un mensaje a todos, para que todos lo vean personalmente”.
El FBI establece que Emma Coronel actuaba como intermediaria y mensajera entre “El Chapo” y sus lugartenientes, asociados e hijos, mientras continuaba dirigiendo las actividades del narcotráfico del Cártel de Sinaloa desde la prisión del Altiplano a través de varios individuos, entre ellos su mujer.
El Testigo Colaborador 1 recibió comunicaciones de Guzmán a través de Emma, solicitando su ayuda para facilitar la fuga de “El Chapo” del penal del Altiplano a través de un túnel, reuniéndose con la mujer. Posteriormente se juntaron para organizar la construcción del referido pasadizo subterráneo: Emma, Iván, Alfredo, Ovidio, Joaquín y el Testigo 1. El objetivo era evitar la extradición del prisionero a Estados Unidos, asegurar el control de la organización delictiva y continuar con el tráfico de drogas.
Fue a través de Emma que los hijos se enteraron de la petición de su padre, de comprar un terreno cerca de la cárcel para hacer el túnel, y el Testigo Colaborador 1 supo que tenía que adquirir un almacén, armas de fuego y un camión blindado. En esa reunión se discutió la necesidad de llevar un localizador GPS a Guzmán en el penal para identificar su paradero exacto y cavar el túnel en ese sentido.
A su vez, el Testigo 1 y los hijos de Joaquín proporcionaban actualizaciones del plan a Emma para que las transmitiera al capo.
El reporte norteamericano detalla que después de la segunda fuga de Guzmán Loera y su recaptura en Los Mochis el 8 de enero de 2016, “El Chapo” pretendió evadirse nuevamente del penal del Altiplano, pues Estados Unidos volvió a solicitar formalmente su extradición. El mensaje de Guzmán al Testigo Colaborador 1 fue, otra vez, utilizando a Emma como intermediaria, quien le preguntó si estaba de acuerdo en ayudar a la fuga. El cooperante aprobó su apoyo y Emma le proporcionó 100 mil dólares para comprar otro inmueble cercano al penal. Con el tiempo se fueron otorgando recursos económicos hasta llegar al millón de dólares para promover el escape.
Sin embargo, Joaquín Archivaldo fue trasladado al Centro Federal de Reinserción Social Número 9 en Ciudad Juárez, Chihuahua, entonces el plan era devolverlo a Altiplano para que pudiera escapar. Presuntamente Emma le manifestó al Testigo Colaborador 1 que se habían repartido 2 millones al funcionario mexicano que supervisaba las prisiones federales para facilitar el retorno del preso a Almoloya, pero Guzmán fue extraditado el 19 de enero de 2017 a la Unión Americana.
LEGALMENTE NO ES ESPOSA DE EL “CHAPO”
Autoridades mexicanas no tienen reconocida a Emma Coronel Aispuro como la legítima esposa del narcotraficante Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, pues este cuenta con matrimonios previos, algunos de estos carentes de validez por estar impedido al tiempo de celebrarse los contratos ante el Registro Civil.
“El Chapo” está casado formalmente con María Alejandrina Salazar Hernández, quien compareció ante el Ministerio Público Federal el 8 de febrero de 2005 a declarar ministerialmente. Ahí, la mujer originaria de Culiacán, vecina de la ciudad de Guadalajara, confirmó ser la esposa del narcotraficante.
En ocasión del arraigo de su hijo Iván Archivaldo Guzmán Salazar, al que solicitaba ver en visita familiar, Alejandrina dijo al fiscal de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada que contrajo matrimonio civil en el poblado de Jesús María, municipio de Culiacán, Sinaloa, en agosto de 1977.
Producto de ese matrimonio con el criminal procreó cuatro hijos, tres de ellos varones y una mujer, dedicándose en ese entonces a la compraventa de inmuebles con un ingreso económico de entre 25 mil y 30 mil pesos mensuales por tal actividad. En ningún momento se tiene conocimiento de la disolución de dicho vínculo matrimonial.
Por su parte, la doctora Mónica Ramírez Cano, psicóloga criminal y perfiladora criminológica, que en la última estancia en prisión de Joaquín Guzmán en Altiplano le realizó sus estudios de personalidad, aseguró en entrevista con Univisión que la esposa reconocida en el expediente administrativo era Alejandrina Salazar.
La profesionista advirtió que Emma ingresaba al penal de Almoloya como concubina de “El Chapo”, y que a quien doña Consuelo Loera, madre del criminal, reconocía como su nuera, era precisamente a la señora Salazar. Aunque mostraba respeto por las demás parejas que ha tenido su hijo.