El Distrito Gastronómico de Tijuana, donde se ubican los mejores y más caros restaurantes de la ciudad, se ha convertido en una extensión del Palacio Municipal. En los distintos restaurantes despacha, a partir de las dos de la tarde, el secretario general del Ayuntamiento, Carlos Mora Álvarez. Efectivamente quienes tengan un tema con el funcionario público y no lo encuentren en la oficina, pueden acudir a cualquiera de los restaurantes de la zona y ahí lo encontrarán cualquier día de la semana. A diferencia de la alcaldesa que tiene audiencias en las oficinas de Palacio, como el resto de los colaboradores de primera línea, Mora, sus operadores y algunos colaboradores, se dividen en los restaurantes, para hacer arreglos y trámites que implican al Ayuntamiento. Uno de los días de la semana, el alcalde con licencia, Arturo González Cruz, fue testigo en el restaurante The Grill, por cierto de la familia Kabande, de cómo los colaboradores internos y externos de Karla Ruiz Macfarland acordaban anuencias municipales al calor de la comida y las copas. Y vaya, todavía se recuerda cuando, precisamente González Cruz, despidió al director de Tránsito Municipal, Carlos Betancourt, cuando solía pasársela en el Saverios más que en su oficina. Cómo ha cambiado el manejo de los temas institucionales en la alcaldía de Tijuana con la administración de Karla Ruiz.