Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pidió este martes 30 de marzo, una investigación más profunda respecto a la hipótesis de que el coronavirus SARS-CoV-2 (que causa la enfermedad COVID-19), surgió de una fuga de un laboratorio en China. Asimismo, el biólogo etíope criticó la falta de acceso a datos sin procesar.
Ayer lunes 29 de marzo, expertos de la OMS publicaron un informe respecto a lo que indagaron en China durante enero y febrero. En el reporte, los investigadores consideraron que la posibilidad de que el SARS-CoV-2 hubiera surgido de un laboratorio era “extraordinariamente improbable”, por lo que sugirieron de que inició con una transmisión de animal a humano, a través de un “eslabón perdido”.
“En lo que respecta a la OMS, todas las hipótesis siguen sobre la mesa. Este informe es un comienzo muy importante, pero no es el final. Todavía no hemos encontrado la fuente del virus”, dijo Adhanom Ghebreyesus, quien consideró, además, que se necesitarán más misiones con expertos para abordar a fondo, por lo que afirmó que estaba dispuesto a autorizarlos y desplegarlos.
“El equipo también visitó varios laboratorios en Wuhan [el supuesto origen del SARS-CoV-2] y consideró la posibilidad de que el virus ingresara a la población humana como resultado de un incidente de laboratorio […] Sin embargo, no creo que esta evaluación fuera lo suficientemente amplia. Se necesitarán más datos y estudios para llegar a conclusiones más sólidas”, añadió el director de la OMS.
Los investigadores concluyeron en su reporte, que el contagio a través de un segundo animal era probable o muy probable. Asimismo, consideraron probable el contagio directo de murciélagos a humanos y señalaron que la expansión a través de la cadena de frío de alimentos era posible, pero no probable.
Según los expertos, el pariente más cercano al virus que provoca la COVID-19 se ha encontrado en murciélagos, que se sabe son portadores de distintos coronavirus. Sin embargo, el reporte señaló que “se estima que la distancia evolutiva entre los virus de murciélagos y el SARS-CoV-2 es de varias décadas, lo que sugiere un eslabón perdido”.
El reporte elaborado por los investigadores de la OMS indicó que han encontrado otros virus muy similares al SARS-CoV-2 en pangolines, pero que también los visones y gatos son susceptibles a la COVID-19, lo que sugiere que podrían ser portadores.
“Aunque hay algunas pruebas de posible reintroducción del SARS-CoV-2 por el manejo de productos congelados contaminados importados a China desde la primera ola de la pandemia, esto habría sido extraordinario en 2019, cuando el virus no circulaba ampliamente”, agregó el estudio.
El reporte de los expertos de la OMS citó varios motivos que prácticamente descartaron la posibilidad de que el virus hubiera escapado de un laboratorio en Wuhan, accidentes que son poco habituales, ya que trabajan con coronavirus y vacunas están bien gestionados.
El informe también señaló que no hay registros de virus con parentesco cercano con el SARS-CoV-2 en ningún laboratorio antes de diciembre del 2019, y que el riesgo de cultivar el coronavirus de forma accidental era extremadamente bajo.