“El imperialismo, el norteamericano en primer lugar, no ha cambiado ni de pellejo, ni de pelaje, ni de naturaleza. Es y seguirá siendo agresivo, aunque solo le quede un colmillo”.
-Enver Hoxha. Conferencia de los 81 partidos comunistas y obreros celebrada en Moscú. 16 de noviembre de 1960.
Hay quienes consideran al Partido Demócrata de Estados Unidos (EE.UU.), al cual pertenecen Joe Biden, Barack Obama y Bill Clinton, como un partido de “izquierda”. Nada más alejado de la verdad. Tanto el Partido Republicano de Trump como el Partido “Demócrata” de Joe Biden son las dos alas del mismo buitre nazi-fascista norteamericano.
Innumerables organizaciones “pro-migrantes” siempre han inculcado e ilusionado a la gente con esta falsa idea.
La gran mayoría de estas organizaciones “filantrópicas” llamaron, el año pasado, a la comunidad latinoamericana en Estados Unidos, a que votara por el Partido Demócrata con el señuelo de que Biden les abriría las puertas; es decir, que les otorgaría el asilo a todos aquellos miles de mexicanos y centroamericanos, principalmente, que Trump deportó (bajo el programa “remain in México”) a la frontera norte de nuestro país (Matamoros, Ciudad Juárez, etc., etc.).
Miles de obreros mexicanos deportados, junto con sus hermanos de clase, proletarios, de otros países (guatemaltecos, hondureños, etc.,) han estado sobreviviendo, por más de dos años, en las ciudades antes mencionadas, como cavernarios en “campamentos” y habitaciones ruinosas, decrépitas e insalubres, esperanzados en el asilo que supuestamente el “bueno” de Biden les habría de otorgar.
Recientemente, los días 25 y 26 de febrero, los goebbelianos de Televisa publicaron, con resaltado encomio, que el gobierno de Biden ya había empezado a autorizar el regreso a EE. UU .de los deportados de “remain in México” de hace dos años. A 27 personas el primer día y a 125 el segundo día -agregaba el hitleriano portavoz televisivo- se les concedió el asilo. ¡Después de dos años de espera, y sobreviviendo como perros sarnosos! ¿No es esto una prueba de la “bondad” del nuevo cabecilla del más desalmado imperialismo que jamás haya existido?
Ahora veamos una nota que apareció en el diario socialdemócrata de derecha, La Jornada, el pasado 4 de febrero: “Autoridades estadunidenses deportaron ayer por el puente internacional Zaragoza a poco más de cien indocumentados de El Paso, Texas, a Ciudad Juárez. El gobierno del presidente Joe Biden ha expulsado a cientos de migrantes en sus primeros días, a pesar de que prometió en campaña que cesaría las expulsiones”. Además, el diario agregaba: “el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos deportó la semana pasada a 15 personas a Jamaica, así como 269 a Guatemala y Honduras… Personal del Consejo Estatal de Población recibió este miércoles en Juárez a los nuevos expulsados, que eran en su mayoría mexicanos capturados en días recientes por elementos de la Patrulla Fronteriza”.
Por un lado, el nazi-fascista Joe Biden les proporciona el asilo a unas cuantas decenas después de más de dos años de espera; y por otro lado deporta a miles, contrario a sus promesas de campaña electorera en que “fustigaba” a Donald Trump por su feroz ataque a los migrantes.
Más que imbéciles, esas organizaciones “pro-migrantes” son unos miserables alabarderos del ala izquierda del ogro imperialista.
Ningún mexicano honrado puede olvidar que fue el gobierno del Partido Demócrata de Barack Obama -del cual Joe Biden fue su vicepresidente- quien deportó más de tres millones de mexicanos.
¿Y el muro? Como es sabido, el nuevo capitoste de la Casa Blanca ha declarado abiertamente que la continuación de la construcción de tal muro, durante su reinado, quedaba suspendida. Los arrastrados lacayos del imperialismo, sobre todo el régimen morenista, aplaudieron está “benevolente” resolución.
Empero, Biden en realidad ya no necesita tanto el muro en la frontera México-EE.UU. porque es mucho más eficaz (feroz y sanguinario) el otro “muro” levantado en la frontera México-Guatemala. 27 mil feroces efectivos militares es el nuevo “muro” que los hitlerianos de Washington han construido en la frontera sur de nuestro país.
¿No es tal hecho demostración tácita de que México es una colonia de EE. UU. y de que todos los dictados de la Casa Blanca son cumplidos a cabalidad por sus capataces coloniales?
Todos los anteriores dictadorzuelos del PRI y del PAN, así como el actual partido Morena en el poder, han sido y continúan siendo meros mastines del amo norteamericano. Principalmente. La verborrea patriotera de AMLO-Morena es solo la cortina de humo tras la cual tratan de ocultar su traición. Su ciega obediencia a los capitalistas norteamericano.
Las palabras se la lleva el viento, los hechos quedan.
AMLO bien puede hablar día y noche de “independencia” y de “soberanía”, pero son los hechos, los irrefutable hechos -como decía el gran Lenin- los que se deben de tener más en cuenta que las palabras. Y, preguntamos: ¿no es eso corrupción? Más que corrupción es un crimen. Y eso es lo que son AMLO-Morena: unos criminales. Igualitos, en lo esencial, a los sanguinarios sátrapas del PRI y del PAN.
Atentamente,
Javier Antuna
Tijuana, B.C.
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