El registro del empresario casinero Jorge Hank Rhon como aspirante del PES a la candidatura por el Gobierno del Estado de Baja California, dio un giro al escenario político electoral de la entidad.
Sin hacer absolutamente nada en trabajo político para construir una candidatura, el también ex alcalde de Tijuana dio la espalda al PRI y ahora busca competir por la próxima gubernatura de Baja California, luego que su partido a nivel nacional no lo consideró, por buscar una desesperada alianza con el PAN y el PRD, sus dos históricos rivales.
El casinero de Caliente se registró como aspirante a la candidatura el martes 26 de enero, donde siguió identificándose como militante y simpatizante del Partido Revolucionario Institucional, pero ahora competirá contra este en la próxima elección.
Lo curioso es que -como es ampliamente conocido- la raquítica estructura que prevalece en el PRI está precisamente alineada al siniestro del Hipódromo de Aguacaliente, desde el dirigente estatal Carlos Jiménez Ruiz, hasta los integrantes de los diversos sectores populares. Como el dirigente de Movimiento Territorial, Karim Chalita; el regidor tecatense Román Cota, encargado de la Red de Jóvenes; Claudia Sánchez, encargada del Organismo Nacional de Mujeres; y el ex delegado de La Mesa en Tijuana, Ranier Falcón, representante de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP).
Todos ellos forman parte de la corriente hankista de Baja California y actualmente son los liderazgos del priismo, el cual ahora participará en alianza con PAN y PRD, los cuales deben saber perfectamente que ahora duermen con el enemigo, pues tendrán los ojos y oídos del “hankismo” en todo el búnker electoral.
De concretarse la candidatura de Hank Rhon por parte del PES, el dirigente del Partido Acción Nacional, Enrique Méndez Juárez, conocido como “El Diablito Azul”, deberá replantear bien su estrategia de ganar perdiendo, máxime porque si no trabaja hábilmente, su partido puede convertirse en la tercera o cuarta fuerza electoral, algo que representaría un severo descalabro -aún peor del presupuestado- en la siguiente elección, donde pretenden llevar a la mexicalense Lupita Jones, ex Miss Universo, como la abanderada principal de la alianza “Va X Baja California”.
Por su parte, el partido tricolor deberá analizar qué tanto le conviene la alianza en Baja California, pues sin el dinero de Hank ni su operación política, podría -incluso- perder las prerrogativas que se otorgan año con año a los partidos, en caso de no alcanzar el 3% requerido.
No conforme con ello, el ex candidato a la gubernatura, Enrique Acosta Fregoso, se encuentra gestionando los pocos espacios que le quedarían al PRI, principalmente buscando la primera posición en la lista de regidores de Mexicali, donde destaca el nombre de Adriana López Quintero, su esposa.
Por cierto, el PBC se quedó sin candidato y ahora buscan impulsar al político Carlos Atilano, ex coordinador de la bancada de Arturo González Cruz, como abanderado de su partido en los próximos comicios.
VERGÜENZA
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ya le explicó al Ayuntamiento de Mexicali que el cobro de alumbrado público es “ilegal”, pero, aun así, mantienen la necedad de incluirlo en la Ley de Ingresos 2021.
Sin embargo, más allá de la terquedad de la presidente municipal Marina del Pilar Ávila, quien en verdad demuestra no tener una pizca de vergüenza es el regidor del Partido del Trabajo, Sergio Tamai, quien, junto con su madre, han sido activistas en favor de generar mejores y más justas tarifas de electricidad para los usuarios mexicalenses.
Esta lucha histórica por parte de los Tamai se tira por la borda, pues el supuesto activista ha demostrado que su congruencia es flexible y no tiene conflicto en votar por un incremento -aunque sea mínimo- a la tarifa de energía eléctrica de Mexicali.
Muy flexible terminó siendo Sergio Tamai Jr., quien solo busca preservar su pequeño coto de poder y dinero sin importarle la legalidad, o por lo menos, las necesidades de la ciudadanía.