¿No les ha pasado alguna vez que ven a otra persona de su misma edad y piensan: “Seguramente no me veo tan vieja”? Pues voy a contarles mi historia.
Mi nombre es Susana Patricia y estaba sentada en la sala de espera de una terminal de autobuses. Al subir al camión rumbo a mi destino, estaba colgada la credencial del chofer, con su nombre completo. De repente recordé a un muchacho alto, buen mozo, pelo negro que tenía el mismo nombre y estaba en mi clase en la secundaria, como 35 años atrás. ¿Podría ser el mismo chico del que yo estaba secretamente enamorada?
Después de verlo manejando el camión, rápidamente deseché esos pensamientos. Era un hombre pelón, canoso y su cara estaba llena de arrugas. Lucía muy viejo como para haber sido mi compañero de clase.
Luego de revisar mi boleto de viaje, le pregunté si había asistido a la Secundaria 35.
“¡Sí, sí!”, respondió sonriente y orgulloso.
Le pregunté:
— ¿Cuándo te graduaste?
“En 1982, ¿por qué me lo pregunta?”.
— ¡Tú estabas en mi clase!
Él me miró detenidamente. Y entonces, ese feo, calvo, arrugado, gordo, barrigón, canoso, guango, decrépito, méndigo, cabrón, hijo de su… Chilindrina, me preguntó:
“¿Qué materia daba usted, profesora?”.
Autora: Mujer en sala de espera del cirujano plástico.
Leyes indiscutibles
Ley del objeto perdido. – Los objetos que buscas, jamás aparecerán cuando los necesitas, sino cuando estés buscando cualquier otra cosa, momento en el cual, claro está, será totalmente inútil, incluso hasta un estorbo.
Corolario: Debes buscar cualquier otra cosa cuando quieras encontrar lo que realmente necesitas.
Ley de la sublimación espontánea de los objetos. – Un objeto se llevará años estorbando donde a nadie conviene y sin que nadie se moleste en quitarlo de ahí, pero, cuando sea de utilidad, se habrá sublimado de forma espontánea.
Ley de compras. – No importa lo que quieras comprar, el que acaba de irse, se ha llevado el último. Esta ley es especialmente activa cuando buscas un regalo el día antes del cumpleaños de alguien y tienes las ideas claras sobre lo que quieres comprarle.
Ley del restaurante.- Si acabas de encender un cigarro, aparece el mesero con la comida.
Corolario: Si la comida tarda, enciende un cigarrillo.
Ley del Pior.- Cualquier situación, por mala que sea, es susceptible de empeorar.
Observación de Etorre: La otra fila es más rápida.
Variación de O´Brien a la observación de Etorre: Si se cambia de fila, la que acaba de dejar empezará a avanzar más rápido que la nueva.
Principio de la espera: Cuando más tiempo lleve en una fila, más probabilidades hay de que se haya equivocado de ventanilla.
Ley del Café en los Aviones. – Cuando las sobrecargos están a punto de servir el café, se produce una turbulencia.
Corolario: Servir café en los aviones produce turbulencia.
Ley de Murphy de la Guerra .- Tu arma la hizo el fabricante más barato.
Ley de Jacob de la Visita.- Si un familiar está todo el día esperando tu visita, el día que vayas a visitarlo por sorpresa no se encontrará en casa, o, a su vez, tendrá una importante visita.
Leyes del Juego de la Vida:
1. Usted no puede ganar.
2. Usted no puede empatar.
3. Usted no puede abandonar el juego.
Autor: Un filósofo a distancia.
El gran negocio
Dos amigos hablan de negocios:
— Estoy iniciando un negocio sensacional, pienso abrir un bar en el desierto.
“¿Estás loco? ¡En el desierto no va a entrar ni un solo cliente, allí en
medio de la nada!”.
— Es posible, pero si me cae alguno, ¿te imaginas la sed que tendrá?
Autor: Un emprendedor.