La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, informó que el caso de la joven egresada de medicina Mariana Sánchez Dávalos, quien fue víctima de abuso sexual en Chiapas y no recibió la debida atención de autoridades, debe investigarse con perspectiva de género, pues de no aplicarse ese enfoque, el resultado de la investigación “puede ser muy diferente”.
Sánchez Dávalos, quien realizó sus estudios de licenciatura en la Universidad Autónoma de Chiapas, fue hallada sin vida la semana pasada, en la colonia Nueva Palestina del municipio de Ocosingo. De acuerdo con un boletín de la fiscalía estatal, la causa de su muerte fue “asfixia mecánica secundaria por ahorcamiento”. La joven había interpuesto una denuncia por abuso sexual perpetrado en esa localidad chiapaneca, procedimiento legal con el cual no logró que se atendiera su queja.
En conferencia de prensa matutina, este lunes 1 de febrero, la titular de la Segob, aseguró que el gobierno de México se mantiene “en estrecha comunicación con autoridades de Chiapas”, en el ánimo de esclarecer el caso. Afirmó que la comisionada nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, Fabiola Alanís Sámaro, “está interviniendo” y según expuso: “un equipo de guerreras” está “viendo este asunto”.
Tal como recapituló un reportero presente en la rueda de prensa, en lo referente a su demanda judicial por abuso sexual mientras realizaba servicio social, Sánchez Dávalos recibió como respuesta: “vaya y descanse un mes”.
Sánchez Cordero reconoció “que desde el principio ella sufrió nuevamente violencia y por supuesto la re criminalización de las autoridades hacia su persona”.
Mencionó que se requiere “capacitar las policías municipales para que también tengan esta responsabilidad de perspectiva y no re criminalicen a las mujeres y las manden a sus casas”.
La funcionaria federal hizo “un llamado a todas las autoridades, para que desde el primer respondiente hasta el juez que resuelva algún caso de violencia contra mujeres, que todo se haga con perspectiva de género”.
Consideró que “todavía falta un camino muy largo en materia de combatir y erradicar esta violencia” y estimó oportuno concientizar “a la población de que lo que van a hacer estos médicos es en su beneficio, que están haciendo servicio social y con remuneraciones mínimas”, pues “es difícil que se vayan hasta poblaciones muy recónditas”.
Añadió que “es un tema también de comunicación con estas poblaciones para que los reciban bien”, toda vez que “ellos (quienes habitan en esas poblaciones) también quisieran que se les recibiera como estos servidores públicos que están atendiendo estos problemas de salud”.