En 2015 se entregó la última actualización del Atlas de Riesgo al entonces XXI Ayuntamiento de Tijuana; para su elaboración se contó con la participación de Protección Civil del Estado, la dirección municipal de Protección Civil, el Instituto Metropolitano de Planeación de Tijuana (Implan) y el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (Cicese). Los dos millones de pesos que se requirieron fueron otorgados por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, la Sedatu.
Un Atlas de Riesgo es un sistema integral de información, en el cual se establecen varias bases con datos suficientes para que las autoridades puedan realizar un análisis del peligro, del riesgo y la posible vulnerabilidad que podría ocasionar un desastre natural de distinta escala en determinados puntos de la ciudad.
El coordinador de Protección Civil del Estado, Salvador Cervantes, comentó que las direcciones municipales son las encargadas de monitorear de manera permanente las zonas ya marcadas como de alto riesgo, mientras que el organismo a su cargo tiene la facultad de emitir declaratorias estatales de desastre que soliciten los mismos municipios.
En el caso de Tijuana, en el último año se han emitido cinco declaratorias de este tipo. La primera fue en diciembre de 2019, en referencia a los deslizamientos ocurridos en la colonia Sánchez Taboada. Posterior se emitieron declaratorias en las colonias Cumbres del Rubí, Alfonso Ballesteros, Vista Alamar y Camino Verde.
Al momento que se realizó el diagnostico para la actualización del Atlas de Riesgo de 2014, se detectaron 23 zonas afectadas por deslizamientos o agrietamientos en viviendas ya edificadas, de estas solo ocho se consideraron como “inactivas”, las cuales se localizaron en las colonias Costa Azul, Niños Héroes, Tejamen, Patrimonio Familiar, Los Maestros, 70-76 y Camino Verde (polígono 1 y 2). De estas colonias, solo reactivaron los deslizamientos en Camino Verde, que en 2020 se decretó su declaratoria de desastre.
En la anterior administración municipal, la dirección de Protección Civil contó con un recurso limitado a seis millones de pesos que en su totalidad se invirtió para el pago de nómina y algunos gastos operativos de la paramunicipal, según explicó José Rito Portugal Servín de la Mora, titular durante el XXII Ayuntamiento.
“La dirección municipal de Protección Civil no tiene la capacidad técnica para aventarse la actualización de un Atlas de Riesgo. Nosotros recibimos el Atlas del Riesgo de la administración anterior, pero después nos tocó atender otros ochos deslizamientos que ya no se ingresaron a ese documento”, expresó.
Servín de la Mora explicó que la actualización de este documento también podría usarse para identificar zonas de riesgo donde ya hay asentamientos, para que la autoridad municipal pueda establecer rutas de acción, ya sea para prevención o atención en caso de que surja alguna emergencia, pero falta voluntad política para que se le dé la importancia necesaria al tema.
