La suspensión de Canadá de vuelos desde y hacia México, entre otras medidas para evitar la propagación del virus SARS Co-V2 (COVID-19), ocasionarán una reducción de hasta 791 mil turistas provenientes de ese país y una pérdida económica de 782 millones de dólares a nuestro país, señaló el secretario de Turismo federal, Miguel Ángel Torruco Marqués.
El viernes pasado, el gobierno de Justin Trudeau anunció que llegó a un acuerdo con cuatro aerolíneas (Air Canada, Air Transat, WestJet y Sunwing) para suspender durante tres meses sus vuelos hacia destinos turísticos de sol y playa, entre los que se encuentran los de México y el Caribe.
Al entrar en vigor la medida este 31 de enero, Torruco Marqués indicó que las pérdidas económicas pueden ser menores a lo estimado, ya que las restricciones del gobierno canadiense son similares a las impuestas por el Estados Unidos, las cuales se pueden mitigar con acciones que algunas aerolíneas mexicanas y hoteles en México están aplicando, como pruebas de COVID-19 anticipadas al regreso de los turistas a su nación de origen, principalmente de la Unión Americana, y con estrictas medidas biosanitarias durante su estadía en México.
Además, en una fecha aún por confirmar, todos los pasajeros que lleguen a Canadá tendrán que someterse a una prueba de PCR en el aeropuerto de desembarco y esperar durante 72 horas en un hotel designado hasta que se tengan los resultados. Esta estancia puede alcanzar un costo de dos mil dólares canadienses y deberá ser cubierta por el viajero, señaló en un comunicado.
Precisó que el año pasado un millón veinte mil personas llegaron a México procedentes de Canadá; cantidad que representó una reducción del 61.3 por ciento respecto a lo registrado en 2019. La participación del mercado canadiense en el total internacional de México pasó del 10.8 al 10.2 por ciento, de 2019 al 2020.
Torruco Marqués puntualizó que las medidas implantadas por el gobierno canadiense también provocarán una disminución en el flujo de viajeros mexicanos hacia ese país, de alrededor de 372 mil turistas, equivalentes a una pérdida de 368 millones de dólares para Canadá.