Como parte de la historia de la literatura tijuanense, en su colección Artificios Orígenes, el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC) reeditó entre 2017 y 2019 tres de las primeras novelas publicadas en la ciudad fronteriza entre las décadas de 1930 y 1960.
Haydé Zavala Leyva, titular del IMAC de Tijuana entre 2016 y 2019, consideró oportuno rescatar tres de las primeras novelas que fueron publicadas en la ciudad fronteriza o que tienen a Tijuana como escenario -o quizá como personaje-, que los lectores deben considerar.
La primera novela sobre Tijuana a tomar en cuenta es “Tijuana In”, de Fernando del Corral Gassaud (Celaya, Guanajuato,1892-Cuernavaca, Morelos, 1969), mismo que firmaba como Hernán de la Roca, con un estudio introductorio de Humberto Félix Berumen que titula “La primera novela sobre Tijuana”, publicada originalmente 1932 por Editorial Cvltvra y reeditada por el IMAC en 2018.
“Fernando del Corral Gassaud, y con él ‘Tijuana In’, pertenece a la categoría de los autores desconocidos, excluidos o ignorados por la tradición literaria”, considera Humberto Félix Berumen en la introducción.
“La novela que en el terreno de lo literario ficcionaliza y da forma narrativa a la leyenda negra de Tijuana, el periodo histórico que comprende aproximadamente de 1919 a 1935 y que en parte coincide con la vigencia de la Ley Volstead (o Ley Seca), que en Estados Unidos prohibía la producción, venta y consumo de licores”, es una de las conclusiones de Félix Berumen.
La segunda novela reeditada por el IMAC en 2018 en coedición con el Seminario de Cultura Mexicana Corresponsalía Tijuana, fue “Calle Revolución”, de Rubén Vizcaíno Valencia (Colima,1919-Baja California, 2004), publicada en su primera edición en 1964 por Editorial Californidad, con el texto introductorio “‘Calle Revolución’ o la calle que era el infierno”, en el cual Humberto Félix Berumen advierte:
“En su nivel más evidente, la historia de un recorrido por la calle Revolución, metonimia o trasunto literario de Tijuana, pero que es, asimismo, el reconocimiento de lo que es y de lo que sucedía en ella. La confirmación para la protagonista de encontrarse no en una ciudad, sino en el infierno mismo de la inmoralidad y el vicio”.
En la reedición, Rogelio Vizcaíno Álvarez, hijo del autor de la novela, también señala:
“La narración ha perdido sus referentes con el paso de los años y sus personajes son, junto a su lenguaje, más un testimonio de las miradas y los sentimientos contrapuestos de un México que se fue y de una Tijuana que ya no existe y que se transformó varias veces, a una velocidad que la hace singular”.
La tercera obra literaria reeditada por el IMAC en 2018 como parte de Artificios Orígenes fue “A las ocho me mataré”, primera novela (de tres) de Joaquín Aguilar Robles (Hermosillo, Sonora, 1897-Tijuana, Baja California, 1991), publicada originalmente por Costa-Amic Editores en 1966. El título incluye textos introductorios de Gabriel Rivera, David Díaz y Flavio Ramos.
“La obra literaria de 1966 (A las ocho me mataré) de don Joaquín Aguilar Robles sirvió de base o referencia para el guion cinematográfico de la película ‘Break of dawn’ o ‘Rompe el alba’ (1988), que versa sobre don Pedro J. González. Fue dirigida por el tijuanense Isaac Artenstein, filmada en San Diego California y escenificada con las extraordinarias actuaciones de Óscar Chávez y María Rojo”, señala el historiador José Gabriel Rivera Delgado en la reedición.
Independientemente de la calidad literaria de “Tijuana In”, de Fernando del Corral Gassaud; “Calle Revolución”, de Rubén Vizcaíno Valencia; y “A las ocho me mataré”, de Joaquín Aguilar Robles, estas novelas forman parte de la historia de la literatura tijuanense.