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martes, octubre 8, 2024
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La herencia de la corrupción

Entre más vio, más veo; nuevamente salió al descubierto una cascada sonante de corrupción y robo de dinero en individuos de gobierno, funcionarios desvergonzados, cortados con la misma tijera cuando ingresan al servicio público y político. Creo yo que ninguna madre de estos implicados, ninguna progenitora les enseñó a robar o ser infieles en su mundo laboral, privado o público.

Sigue de manifiesto, muchos roban; desde el obrero hasta el de cuello blanco. Recordemos la explosión en Hidalgo en el dueto de Pemex; allí hubo robo hormiga de poca monta, obreros, amas de casa, niños (qué buen ejemplo), todos robaban a la nación, y quizá sea la última vez que lo hagan quienes salieron vivos. Sigue de manifiesto la enseñanza revolucionaria, saqueo, tranza, humillación, llevarse lo ajeno, como desde décadas atrás. Yo recuerdo desde Gustavo Díaz Ordaz, Echeverría, hasta el último bastión tricolor Enrique Peña Nieto.

Nuevamente el pueblo mexicano es humillado; son usados sus impuestos del 10% de IVA, el ISR, los que pagamos tributo. Ese dinero es tranzado, mal canalizado, no es usado en beneficio de los gobernados y se lo carrancean los que debían darle justo y buen uso para el progreso del país. Queda de manifiesto la penosa noticia de los futuros profesionista acá en UABC, campus Tijuana, que se comunicaron las respuestas en los exámenes de admisión.

Qué confianza les podemos tener a un egresado de la máxima casa de estudios, si ya quiere entrar viciado y con mañas, que en un futuro pondrá en práctica y lo veremos en las páginas de ZETA y en televisión, acusado y señalado como lo que fue al ingresar y ser profesionista, por parte de cualquier máxima casa de estudio.

Se fueron los valores, la ética, la filosofía, la honestidad; esas clases son ya poco vistas y ya no se estudian hoy en día. ¿Qué estamos haciendo mal nosotros los papás y mamás de familia? Es una herencia que no queremos olvidar, lo que nos dejó desgraciadamente la Revolución con sus revolucionarios: una maña torcida, penosa, y puesta en práctica ya después de más de 100 años.

Hoy tenemos un Ejecutivo que lucha, se desvela, ingenia, crea dependencias para educar mejor al pueblo y quitar ese hábito, ese empuje negativo de la corrupción de dos (corruptor y corruptible), que ha sido muy usado por décadas entre muchos mexicanos (no todos) y que han manchado la vida, imagen y desarrollo futurista en toda la nación.

Hacer las cosas bien y sanamente es sentirse parte y ser el empuje del país por los caminos de la honestidad, que quienes la practican -creo yo- tienen un sueño tranquilo, pues la conciencia controla todo el cuerpo humano, para sí eliminar lo dañino de los malos caminos, torcidos y equivocados, de la corrupción y la herencia arraigada en México.

Espero en 2021 nos conduzcamos mejor; que los que tienen esas prácticas de robo, tranza y corrupción, se alineen por lo honesto; y nuestros hijos, nietos, bisnietos y tataranietos (aunque ya no vivan los papás de hoy) se enteren que sus papás o mamás fueron pilares; y el ser mejor en el renglón de la conducta, de no hacer las cosas mal (y que parezcan bien).

Adelante, sí podemos desde el hogar, y al abrir la puerta del hogar empieza el que quiere vivir tranquilo y su reputación la tiene escrita en el alma, corazón y mente. Sí se logrará eso algún día. Esperemos en el 2021 mejore lo mal de 2020.

 

Atentamente,

Leopoldo Durán Ramírez.

Tijuana, B.C.

Autor(a)

Carlos Sánchez
Carlos Sánchez
Carlos Sánchez Carlos Sánchez CarlosSanchez 36 carlos@zetatijuana.com
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