Dicen que a Alejandro Baltazar Chávez, Juez de Distrito radicado en Tijuana, no le gustó nada que lo eligiesen para suplir las vacaciones de una de sus compañeras, Victoria Olivas, y lo hayan mandado a trabajar sus casos el sábado 16 de enero. Aparentemente el juzgador no tenía ganas de trabajar y bateó todos los asuntos, entre los cuales destacaron tres mujeres detenidas en posesión de droga en el aeropuerto. Gabriela Alejandra Sagala Medina fue detenida el 9 de enero y, de acuerdo con el parte informativo, después de ser intervenida, declaró que tenía un dolor en el vientre y pidió apoyo para extraer un paquete de fentanilo que portaba en el interior de su vagina. La jueza Olivas calificó de legal la detención, escuchó la imputación y dejó a la fémina en prisión preventiva pendiente de vinculación. Pero cuando el expediente lo atendió el sustituto Baltazar Chávez, este no se informó del caso, y dijo que el Ministerio Público no había dado información suficiente de circunstancia, tiempo, modo lugar y ocasión, para acreditar el acto de molestia sobre la mujer. La dejó libre. Similar fue el argumento para liberar a Paulina Sánchez Pérez y a Abril Niebla Sánchez, alias Sonia Ayón Núñez, quienes estaban juntas. Esta última portaba credenciales con los dos nombres y, mientras mostraba una de ellas, se puso nerviosa y dejó ver la otra. Requerida para una revisión por la presunta falsificación, la droga que traían oculta en los zapatos se exhibió. De acuerdo con el juez, los elementos de la Guardia Nacional no justificaron el primer nivel de contacto o acto de molestia, porque las credenciales falsificadas no eran elementos para “una sospecha razonada”. También las dejó libres, todo por mandarlo a cubrir vacaciones.