Lo que inició como un hecho aislado, se extendió a diversas rancherías de las comunidades de San Antonio y El Triunfo, cuando los animales de establo comenzaron a morir sin una razón aparente. Hoy, después de un año de crisis en la producción y venta, los ganaderos se enfrentan a la pérdida de su patrimonio.
En un boletín de prensa, la Coordinación de Sanidad e Inocuidad Alimentaria, la Secretaría de Pesca, Acuacultura y Desarrollo Agropecuario (Sepada) explicó que la causa de la muerte son las enfermedades conocidas como Fiebre Carbonosa, también llamadas “Balazo”, y Clostridium, o “Piedra Negra”.
Demandan apoyo de autoridades para detener la mortandad de reses en El Triunfo
“Es muy raro que aquí muriera una vaca de la enfermedad conocida como balazo. Hay muchos que vivimos del ganado y nuestro patrimonio se está acabando”, comentan los afectados.
Alfredo García, ganadero de El Triunfo, comentó que en las últimas dos semanas, el número de decesos se duplicó. Comparte que desde que la situación avanzó para convertirse en una problemática grave, solicitaron el apoyo de los tres niveles de gobierno; sin embargo, es hasta ahora que escucharon una opción viable de auxilio.
Supuestamente, explica, tienen el compromiso de que en breve acudirá una brigada de Sepada para analizar e investigar sobre la presencia de la bacteria en otras zonas, especímenes y en el agua; también aplicarán muestreos en animales de establo para descartar las enfermedades.
Asimismo, comparten que hay un compromiso para vacunar a mitad de precio a las reses en sus rancherías. La otra parte de la inversión quedaría cubierta por el gobierno estatal, según comentan.
“Una vaca vale entre 9 y 10 mil pesos, sin contar las crías que da al ganadero y los productos que de ella salen, como el queso y leche. Las autoridades de Gobierno del Estado no tenían conocimiento a fondo, pero esperamos que esta semana haya una solución”, dijo.
Aunque se les inmunice en los próximos días a los animales, hay ganaderos que han registrado pérdidas importantes que ponen en riesgo sus producciones de derivados.
Según comenta Alfredo García, hay quienes han registrado la muerte de 10 de sus 15 vacas. Con el deceso viene una cadena de afectaciones debido a la pérdida potencial de leche y crías que podrían obtener en los siguientes 15 años.
“La vaca pare y la cría se carga a los dos años, a los tres años ya es una vaca. Las crías que iba a echar es una ganancia que ya no tendremos. Viven hasta 15, 16 años, algunas hasta más; son vacas de todas las edades las afectadas, las robustas están muriendo también”, subrayó.
“Por parte del Gobierno Federal no hemos tenido apoyo, supuestamente contestaron que se retiraron los presupuestos. Ni siquiera se acercaron para revisar la situación”, agregó.
Leocario Aguirre Escalera, coordinador de Sanidad e Inocuidad Alimentaria de Sepada, expuso que se trata de enfermedades que ya están en el estado, por lo que el gobierno no las considera exóticas. Por este motivo, no hay tantos programas que intervengan directamente.
Explicó que hay condiciones que incrementan la enfermedad por estas bacterias, como las sequías y mala alimentación, ya que en esta situación los animales no tienen defensas para combatir y recuperarse.
“Estas enfermedades son pandemias, siempre están presentes; se necesita inmunizar a los animales contra esas bacterias para bajar o anular la mortandad”, reiteró el médico veterinario de la Sepada, Hugo Badilla Cruz.
Comentaron que las comunidades donde se ha identificado la presencia de la bacteria son El Triunfo, San Antonio y Álvaro Obregón, todas en el municipio de La Paz. Una teoría de los especialistas apunta a que la convivencia de los animales en campo abierto influye en el incremento de contagios que se ha reportado en el último mes.
“Lo que pasa es que los animales conviven en el monte; si no tienen defensas, ahí se contagian unos con otros. Son factores de contagio la convivencia y el manejo que se le dé a los cadáveres, ya que si no se entierran bien pueden contaminar el área de pastoreo”, señalaron.
“Cada seis meses deben vacunar a sus animales, pero recurren a la vacuna cuando ya hay mortandad (cuando es para prevenir)”, recalcaron.
En caso de que mueran por estas enfermedades, es necesario enterrarlos y cubrirlos con una capa de dos centímetros de cal. Si llegan a quedar al aire libre, con cualquier úlcera o sistema bucal puede esparcirse la bacteria.
Hicieron hincapié en que esta enfermedad puede durar hasta 30 años en el aire, por lo que la prevención es crucial en estas zonas para proteger el patrimonio de los ganaderos.
Con respecto a la intervención de la Sepada, confirmaron que en breve realizarán inspecciones en otras áreas para descartar presencia de la bacteria. Sobre la vacunación a un precio accesible, detallan que se trata de gestiones que lleva a cabo la institución; sin embargo, aún no hay una fecha exacta para iniciarla.