Solo hay una forma para describir al ex candidato a la gubernatura de Baja California por el PAN, Óscar Vega Marín: empequeñecido. Después de servir como “carne de cañón” en el proceso electoral de 2019, donde fue aplastado por el hoy gobernador Jaime Bonilla Valdez, el ex abanderado de Acción Nacional ahora busca cobrar el favor e integrarse en la lista de regidores del próximo Ayuntamiento de Mexicali. Sin embargo, todo parece indicar que los acuerdos políticos apenas le van a alcanzar para integrarse en la segunda posición, pues la lista será encabezada por Edel de la Rosa Anaya, hermana del ex diputado Andrés de la Rosa, quien como buen kikista, sigue operando en beneficio de su grupo. Muchos se sorprenden que un personaje como Óscar Vega, con su “currículum”, le haya entrado a la búsqueda de puestos pequeños dentro de la administración pública. Además de ser ex candidato a la gubernatura el año antepasado, fue secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante la última etapa del Presidente Felipe Calderón Hinojosa, uno de los puestos más importantes, toda vez que se encargaba de repartir el dinero para los proyectos de seguridad en todo el país. Vaya que una regiduría no es nada despreciable para nadie -menos en esta época de negociar derrotas para el PAN-, pero no es la primera vez que Vega Marín entrega su nombre por espacios insignificantes. Basta recordar que en 2013 intentó ser candidato a la gubernatura de Baja California, pero perdió en el proceso interno contra Francisco Vega de Lamadrid, y como premio de consolación, le otorgaron la Dirección de Relaciones Públicas, espacio de medio nivel en aquella cuestionable administración. Sea como sea, Vega Marín regresará de las sombras y formaría parte del XXIV Ayuntamiento de Mexicali. Parece que PAN abona al beneficio de la ecología, porque solo carga con personajes reciclados para 2021.