Conforme al marco legal actual la Auditoría Superior de la Federación (ASF) realiza sus funciones de fiscalización superior sobre los recursos públicos de los tres órdenes de gobierno, una vez que concluye el ejercicio fiscal. Se trata de auditorías ex post, y es el momento en que se dictaminan las recomendaciones, reintegro de recursos o sanciones ante los órganos de procuración e impartición de justicia.
Sin embargo, se trata de hechos consumados, y, por tanto, ya no se pueden realizar acciones preventivas, si se recuperan recursos o se sancionan a los infractores. Pero el destino que el Congreso o el Ejecutivo previeron para los recursos, no se cumplió. Lo anterior no resta mérito a las auditorías que hoy se realizan, pero hace falta que no nos tardemos tanto.
El auditor de un país central o unitario, miembro de OLACEFS ha comparado este tipo de auditorías, con hacer una autopsia, tenemos el cadáver, se encuentran las balas, se ubica al presunto responsable y se le castiga, pero los recursos para ya no sirvieron para el gasto en salud, educación, o infraestructura social que se requiere, sino a generar ahorros presupuestarios, pero los ciudadanos se quedan sin la obra o el programa que necesitaban.
Necesitamos revertir esa situación, por lo que estamos impulsando la aprobación de una Reforma, que otorgue a la ASF facultades para fiscalizar en tiempo real o concurrente. Incluso ya se analiza en la Cámara de Diputados, una propuesta para otorgar el tiempo real a la ASF. Un gran avance complementario fue la aprobación por las comisiones respectivas de ambas cámaras, prácticamente por unanimidad, de la Auditoria Digital.
Coincidentemente, la OCDE se pronunció sobre la importancia del tiempo real en la fiscalización superior como ya empieza en darse en otros países tanto federales como unitarios.
La fiscalización en tiempo real o control concurrente es una herramienta que permitirá fiscalizar mientras los hechos, actos o actividades de un proceso se están ejecutando, y busca advertir situaciones que pudieran poner en riesgo el resultado del programa o proyecto. Además, brinda oportunidad de romper círculos viciosos que pueden llevar a faltas administrativas y en casos más lamentables aún, la corrupción.
El tiempo real además fortalece la transparencia y rendición de cuentas. La facultad para fiscalizar en tiempo real permitiría que la ASF acompañe y fiscalice de manera simultanea a los entes de gobierno, en el momento de ejecución de los programas y políticas públicas, para que se eviten daños a la hacienda pública.
Un buen ejemplo de como la fiscalización en tiempo real es una buena práctica internacional, es el caso de la entidad de Fiscalización Superior de Alemania, país también federal que gracias a esta herramienta legal examina los grandes programas gubernamentales en cada una de las etapas, lo cual le otorgar la posibilidad de detectar deficiencias en un período temprano e informar a los ejecutores para evitar actos de corrupción.
Especial relevancia tienen este tipo de auditorías en emergencias naturales o humanas , pues permite alcanzar un equilibrio entre la respuesta gubernamental oportuna para la atención, y la transparencia, la rendición de cuentas y la integridad para la fiscalización superior.
Otro caso es el de Perú, que cuenta con facultades para realizar la fiscalización en tiempo real, es un país centralizado con solo un orden de gobierno, lo que les permite implementar medidas correctivas a tiempo.
De ahí la importancia que tiene que el poder legislativo, siga impulsando y apoyando la reforma necesaria para que la ASF cuente con las facultades para realizar auditorías en tiempo real, no cuando ya pasó mucho tiempo, como incluso el Presidente ha señalado y muchos legisladores han planteado como una limitante legal a ser superada.