Desde que llegó la pandemia al mundo, llamado coronavirus o SARS COVID-19 en inicios de marzo de 2020 -o según expertos, antes-, ha bajado la densidad mundial de habitantes, con gran número en miles de decesos por COVID hasta finales de 2020. También la tasa de natalidad podría bajar.
Un embarazo y su gestación dura nueve meses. Por temor al coronavirus, bajará -o bajó- el porcentaje de embarazos en las mujeres, ya no hay relaciones sexuales entre las parejas heterosexuales por temor a contagiarse. Todos sabemos que el beso apasionado entre marido y mujer, o pareja sexual, es el inicio del deseo sexual, y termina muchas veces en coito, y podría dar el futuro embarazo; más si la mujer está en su mes de reproductividad sexual.
Todo eso se ha calmado y ha bajado el número de partes en enero de 2021; también por temor al nuevo mundo, de vivir y adaptarse a las medidas mundiales de sanidad y precaución contra el coronavirus.
De la misma manera, ha bajado quizá, no sé, el número de solicitudes sexuales en el negocio más antiguo del mundo, la prostitución. También esa industria ha tenido su debacle en hombres que buscan encuentros sexuales, y las damas de noche, temerosas a que se infecten de coronavirus con sus clientes. Pues gran medida o freno de natalidad y población nos llegó a México en marzo de 2020. Quizá algo inusual de la disminución poblacional en el mundo con miles de muertos, y se detuvo los nacimientos por falta de encuentros sexuales, dando como resultado no más hijos a este mundo.
Todos sabemos que hemos nacido cada uno por gracia de Dios y por amor, por eso aquí estamos; pero se vino esta pandemia y hoy en los hospitales, después de los nueve meses de coronavirus en el mundo, no se escuchará el llanto fino y delicado de un infante al recibir su nalgada al salir del materno útero femenino, y succionar oxígeno del ya.
Hoy se escuchan lamentos y llantos de muerto por tanto enfermo de coronavirus en esos centros de natalidad y curación, que hoy son clínicas de fallecimientos, mas no de alumbramientos y buena salud a sus solicitantes. Gran lección y cambio mundial nos ha traído y dejado esta pandemia en muchos aspectos, que jamás olvidaremos.
Sin duda bajará y habrá disminución demográfica y de nacimientos en el mundo (ya hay baja demográfica, con más de un millón de decesos), y los nacimientos… creo también en este 2021, al completarse nueve meses de coronavirus, en esos meses bajaron las relaciones sexuales, los besos y la fecundación sexual (espermatozoide y óvulo), frenando la futura población mundial en parejas que así viven y pueden ser padres o madres.
Pero el temor a infectarse del virus, y la mortalidad a lo que es, es el antídoto de nacimientos, teniendo la abstención sexual como método.
Nada ni nadie esperábamos este cambio abrupto de vivir, se detuvo la economía, y sin economía no hay nada; y menos sin salud. Y sin nacimientos, el mundo disminuirá su masa poblacional del “ya”. Mientras, sigamos con las medidas de precaución de salud, y mientras no tengamos una vacuna, seguirá este mal, y la disminución demográfica (nacimientos en el mundo) del año 2020 jamás vivido, así como este 2021.
Esperemos pronto el desenlace y fin del coronavirus, ojalá pronto con su antídoto o vacuna de donde sea, pero que sea efectivo. Mientras, sigamos con las medidas rigurosas hasta hoy. La lección ya nos la dio la vida por no hacer las cosas bien y vivir como debía ser, respetando la vida.
Nada de reuniones de más de 10 personas, sin medir sus temperaturas, y con antibacterial. Esperemos un mejor año. Suerte.
Atentamente,
Leopoldo Durán Ramírez.
Tijuana, B.C.