El alcalde de Ensenada, Armando Ayala Robles, presentó al ex presidente del Comité Técnico Estatal de los CCE en Baja California, Carlos Ibarra Aguiar, como parte de su equipo para la contienda a la gubernatura por el partido en el poder. Lo anunció como quien coordinará su precampaña y, con esa adhesión, contaba de facto con el apoyo de todo el sector empresarial, particularmente del Consejo Coordinador Empresarial. Pero más tardó en anunciarlo que en recibir la aclaración por parte del actual y recién nombrado dirigente del Comité Técnico Estatal de los CCE en Baja California, Gabriel Camarena Salinas: Ibarra renunció al CCE y ya no representa al órgano empresarial. Y sí, presentó su renuncia, pero la entregó el 4 de diciembre por la mañana, previo al registro de Ayala.
El resto de los grupos empresariales también manifestaron su descontento con la acción del empresario, ahora se explican cómo es que el Consejo Coordinador ha tenido una actitud de “pleitesía con el gobernador”. A Ibarra no le quedó otra que reconocer que Ayala cometió un agrave error al relacionarlo aún con el CCE, siendo que horas antes había renunciado. Por lo visto se olvidó de lo que juramentó en el cargo empresarial: “De manera especial deseo manifestar mi compromiso, que de ser beneficiado con su voto de confianza para continuar en esta digna representación, concluiré el periodo completo 2020-2021 sin aceptar ninguna invitación de la que pudiera ser objeto, para contender en el proceso político electoral que iniciará en septiembre de este año. Asimismo, tampoco renunciaré por aceptar ningún puesto de gobierno de los tres niveles; mientras haya salud, seguiré al frente de este compromiso que he asumido con toda seriedad”. Ah, qué incongruencia.