Esta semana, maestras y maestros monitores de Baja California Sur han realizado diversas manifestaciones en los municipios de La Paz y Los Cabos. El objetivo de las movilizaciones es solicitar al gobernador del Estado, Carlos Mendoza Davis, que firme y publique la reciente reforma a la Ley de Educación.
Según expusieron los y las monitoras, si el gobernador publica y acepta esta modificación, ellos podrían alcanzar certeza laboral a partir del próximo año.
Leticia Payán Zazueta, representante de los monitores, explicó que el trabajo principal de esta figura de docente es ser asistente educativo o maestro sombra de un niño o niña con discapacidad.
Los manifestantes se congregaron respetando los protocolos sanitarios, sin aglomeraciones, en el Palacio de Gobierno y en el Congreso del Estado.
“El motivo de la manifestación fue hacer acto de presencia y exigir que el gobernador firme la Ley de Educación. Se aprobó desde mayo y la regresó. Ayer se volvió a leer y aprobar en el Congreso. No hay una respuesta de por qué no la ha firmado, lo desconocemos”, dijo Leticia Payán.
Aseguran que el beneficio que traería a la comunidad es principalmente para los niños y niñas con alguna discapacidad, esto les permitiría mayores posibilidades de aprendizaje e integración en la vida escolar.
Asimismo, los docentes tendrían acceso a la certeza laboral, ya que actualmente no tienen prestaciones de ley (no generan antigüedad ni tienen seguro); perciben un sueldo de seis mil pesos mensuales.
Son un apoyo a la inclusión educativa, explican, a pesar de ello ni siquiera tienen un contrato. Los padres y madres de familia solicitan a un monitor o monitora y estos sirven como puente de comunicación activo entre alumnos, maestros de educación especial y tutores.
“Lo acompañamos adentro y fuera del aula, trabajamos al ritmo que el niño pueda dependiendo de la barrera de aprendizaje que presente”, comentó Leticia Payán.
“La niña que yo atiendo era una niña muy huraña. Los demás niños se asustaban con ella, la golpeaban. No podía agarrar un lápiz ni escribir. Ahora interactúa más con los niños, hace sus necesidades básicas y está aprendiendo”, compartió su caso.
En este contexto, las y los monitores se convierten en la garantía de aprendizaje de los alumnos con alguna discapacidad. El objetivo es que se logre que el niño o niña logre la autonomía.
Aunque son necesarios para la inclusión, se enfrentan a la precariedad por la ausencia de derechos laborales. Exponen casos de docentes monitoras que han fallecido en la lucha de obtener seguridad laboral y que enfrentaron condiciones precarias.
“Por eso exigimos que el gobernador firme y publique. Mediante nuestra lucha logramos que se nos metiera en esa ley a maestros compensados, de inglés. Pero nosotros somos los más vulnerables. Los principales beneficiados son los niños”, reiteraron.
El municipio de Los Cabos es el foco principal de la lucha de los monitores; los cabeños son quienes encabezan en movimiento. En total, son 108 los docentes de esta modalidad que insisten a las autoridades.