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domingo, febrero 18, 2024
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Cae 65% venta de dólares en casas de cambio de BC

Especialistas consultados por ZETA indicaron que el dólar oscilará entre 19 y 20 pesos el próximo año. Sin embargo, el panorama es negativo para los centros cambiarios en Baja California. La restricción fronteriza entre México y EU bajó hasta 65% la demanda de dólares y los ingresos de las casas de cambio

En línea con el resultado de la última encuesta sobre expectativa económica del Banco de México (Banxico), que ubicó el dólar en un rango de 20.53 a 20.65 pesos para 2021, especialistas consultados por ZETA estimaron que el precio de la divisa estadounidense se mantendrá estable, “sin variaciones significativas” y con una tendencia a la baja el próximo año.


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Vianey Bañuelos Núñez, presidenta de la Asociación de Centros Cambiarios Unión Mexicali, Asociación Civil, previó que el dólar cerrará 2020 en rangos de entre 20 y 20.15 pesos por unidad, y aunque en enero podría incrementarse hasta 20.40 pesos, el resto del año la moneda extranjera disminuiría entre 19.90 y 20.10 pesos.

Esta estimación considera que la recuperación mundial por la llegada de las vacunas contra el coronavirus no será lo suficientemente rápida para resarcir los daños causados por la pandemia. Por otro lado, la política de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED, por sus siglas en inglés) seguirá manejando las tasas de interés bajas y no serán muy atractivas para los inversionistas.

Aunque la asunción de Joe Biden a la Presidencia de Estados Unidos -el 20 de enero de 2021- reducirá las sanciones a las exportaciones que impuso Donald Trump, esto “no necesariamente ayudaría en corto plazo a fortalecer al dólar”. De modo que se espera que la divisa extranjera “no aumente de manera relevante” durante el próximo año, comentó Bañuelos Núñez.


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Perspectiva similar compartió Ismael Plascencia López, presidente del Colegio de Economistas de Baja California, quien estima que el dólar se mantendrá en 19 pesos, e incluso podría disminuir hasta los 18 pesos, “dependiendo de la cantidad de dólares que estén entrando en la economía”.

En opinión del presidente del Centro de Estudios Económicos de Baja California, Roberto Valero, el dólar no disminuirá más allá de los 19 pesos, ya que “estaríamos hablando de que hay especulación, que alguien está trabajando para que baje, comprar barato y vender caro”, pero hay que reconocer que el Banxico ha estado muy atento a la especulación y, cuando hay situaciones de ese tipo, interviene inmediatamente en el mercado.

FOTO: GALO CAÑAS/CUARTOSCURO.COM

“La frontera va a estar cerrada todavía hasta ya muy entrado el año 2021, entonces, seguramente el primer trimestre del año seguiremos viendo un dólar muy barato en centros cambiarios, y a nivel global se esperaría que cuando tome posesión el nuevo Presidente de Estados Unidos, el dólar se mantenga estable, alrededor de 20 pesos, que se estima es su valor”, expuso el especialista.

En el tipo de cambio se tienen que tomar en cuenta otros factores, como las inversiones, el flujo de turistas extranjeros y la balanza comercial, la cual está alrededor del 30% debajo de los rangos que tenía.

“Están entrando pocos dólares y saliendo pocos dólares, el flujo es muy bajo, así que el tipo de cambio ciertamente estará estable independientemente de la caída de la economía mexicana”, advirtió Valero.

Por su parte, Roberto Fuentes Contreras, integrante del Sistema de Investigadores Nacionales y académico de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), observó que la estabilidad en el tipo de cambio durante el próximo año hace que las expectativas del nivel de precios en general (inflación) sea de 3.57%, manteniéndose dentro del objetivo del banco central.

 

CENTROS CAMBIARIOS, EN RIESGO DE DESAPARECER

Derivado de la pandemia de coronavirus y la restricción del cruce fronterizo entre México y Estados Unidos, las operaciones en centros cambiarios tuvieron una reducción anual entre 40 y 65%, señaló Vianey Bañuelos Núñez, presidenta de la sección especializada de Centros Cambiarios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur) de Mexicali.

Igualmente, del 23 de marzo al 15 de noviembre de 2020, el monto de operaciones y de ingresos de estos establecimientos cayó entre 30 y 60% respecto al mismo periodo del año anterior. Situación por la que algunas casas de cambio “han pensado en cerrar sus puertas definitivamente”, aseveró la empresaria.

Para paliar las afectaciones provocadas por la pandemia, los centros cambiarios redujeron su horario. “Cierran a las cinco o seis de la tarde, y otros cierran sábados y domingos”, añadió Bañuelos Núñez, quien consideró que se requieren más incentivos a la economía: “No hemos tenido apoyo del Gobierno Federal, sobre todo a las empresas que se han visto más afectados por la contingencia sanitaria”.

En ese sentido, se pronunció a favor de que haya reducciones temporales del Impuesto sobre la Nómina para a las Pequeñas y Medianas Empresas (PyME), pues de esa forma se apoyaría la creación de empleos formales.

La disminución de la demanda de dólares ocasionada por la pandemia acentuó el problema de excedente de dólares que los centros cambiarios vienen registrando desde 2011, cuando los bancos dejaron de comprarles la divisa. Ante ello, las casas de cambio limitan la compra de dólares como una estrategia para contener sus pérdidas.

“Cuando estamos viendo que nos estamos dolarizando, que empezamos a comprar muchos dólares que no vamos a poder vender, dejamos de comprar”, por ello, Bañuelos consideró positiva la reforma a la Ley del Banxico, ya que si el banco central comprara los excedentes de dólares, los centros cambiarios podrían seguir comprando la divisa, “pero ahorita como sacamos los dólares con empresas, con usuarios que se dedican a la compra y venta de productos extranjeros, si estos negocios están cerrados o bajó tanto su actividad por la contingencia sanitaria, no tenemos dónde sacar los dólares; por lo tanto, nosotros también tenemos que restringir la compra de dólares, y por ende, nuestros ingresos disminuyen”.

 

DISPUESTOS A BAJAR UMBRAL DE IDENTIFICACIÓN CON REFORMA A LEY DEL BANXICO

El 9 de diciembre, el Senado de la República aprobó, con 67 votos a favor, 23 en contra y 10 abstenciones, la reforma a la Ley del Banxico. Entre los principales cambios que propone, se encuentra la obligación del banco central para comprar, al tipo de cambio vigente, las divisas (dólares) que no sean repatriadas por instituciones financieras.

De igual manera, establece que los billetes y monedas que no puedan ser repatriados podrán ser parte de la reserva internacional de México. Además, las instituciones financieras monitorearán las operaciones para detectar movimientos inusuales, y reportarán al Banxico las operaciones de compra de billetes y monedas extranjeras.

Ante el desacuerdo con la iniciativa expresado por la Junta de Gobierno del Banxico y los riesgos que observó en materia de lavado de dinero, junto con otras instituciones como el Fondo Monetario Internacional, la discusión de la iniciativa del senador Ricardo Monreal se pospuso para mediados de enero y/o principios de febrero próximo.

Respecto al tema, Bañuelos Núñez aseguró la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV, autoridad supervisora del sector financiero y de los centros cambiarios), la Unidad de Inteligencia Financiera y el Servicio de Administración Tributaria cuentan con un mecanismo sólido de prevención de lavado de dinero.

“Decir que esta reforma a la Ley del Banco de México vulnera al banco central porque lo expone al lavado de dinero, es como decir que los bancos relajarían sus requisitos, sus estándares y que el arduo trabajo que ha hecho la CNBV y la UIF no continuaría fomentándose, cosa que entristece, porque es como decir que en esta última década en la que México ha trabajado para tener y mantener un sistema sólido y fuerte en prevención de lavado de dinero, no ha servido de nada”, ejemplificó.

En su opinión, la banca debe permitir que todos los sectores que pertenecen al sistema financiero y los supervisados por la CNBV, como los centros cambiarios, tengan cuentas bancarias, hagan transferencias bancarias, compren y vendan dólares con tarjetas de crédito y utilicen sistemas de pago digitales como CODI. Todo ello, con mecanismos y matrices de riesgo para mitigar el riesgo de lavado de dinero.

“De esta manera realmente ayudarían a disminuir el uso de efectivo, porque aumentarían las transacciones de manera digital, que dejan rastro, lo que permitiría a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, a la Unidad de Inteligencia Financiera y el Servicio de Administración Tributaria, contar con más elementos para rastrear el lavado de dinero y así también se disminuiría la evasión fiscal”, explicó la titular de la Asociación de Centros Cambiarios Unión Mexicali.

En aras de que la reforma sea avalada por la Cámara de Diputados, los centros cambiarios analizan bajar el umbral de identificación de usuarios a partir de 500 dólares, como sucedía antes.

Recordó que al principio, cuando se instauró esa medida, las casas de cambio tuvieron afectaciones porque los usuarios no querían dejar sus credenciales de elector y se iban a Estados Unidos o a mercados, gasolineras, farmacias y restaurantes, lugares que por ende empezaron a pagar mejor el dólar, y al final eso hizo que se homologara con EU que el monto para identificación fueran mil dólares.

No obstante, Bañuelos Núñez comentó que los centros cambiarios no “están cerrados de que se pudiera bajar más” el umbral para la identificación de usuarios, siempre y cuando los bancos les abran cuentas y les compren sus excedentes de dólares, y las casas de cambio puedan hacer transferencias por sistemas de pago digitales como CODI.

Añadió que los centros cambiarios ya efectúan reportes de Operaciones Inusuales y reportes de Operaciones Internas Preocupantes. Cuentan con diversas guías que ha emitido la autoridad, como la Guía para la Prevención y Detección de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita en el Sistema Financiero derivadas de Actos de Corrupción, y la Guía de Riesgos de Lavado de Dinero con motivo de la contingencia sanitaria de COVID-19.

En contraste, los académicos consultados por ZETA, Roberto Fuentes Contreras e Ismael Plascencia López coincidieron en que la reforma a la Ley del Banxico violenta la autonomía del banco central y no tiene beneficios “tangibles” para quienes reciben remesas, ni para quienes viven del turismo extranjero, como se ha querido argumentar.

Fuentes Contreras advirtió que de aprobarse la iniciativa, aumentará el monto de dólares que los bancos no puedan repatriar a EU, y juzgó que obligar al Banxico a comprar esos excedentes “no tiene sentido, no es un negocio para el Banco de México”, pues tiene la reserva internacional en varias partes del mundo, lo que le permite tener mejores rendimientos.

La reforma a la Ley del Banxico es un ataque directo a su autonomía, ya que el objetivo del principal del banco central es la inflación y con relación a esta decide la política monetaria del país. “El único que puede determinar cuántas divisas tenemos debe ser el Banco de México, su autonomía le debe permitir decirnos cuántos dólares tenemos, y una Ley que le obliga a comprar esos excedentes claramente violenta esa autonomía”, indicó.

En suma, “económicamente no tiene sentido”, violenta la autonomía del banco central y no hay garantía de que esos dólares que los bancos le venderán al Banxico tienen una procedencia legal, lo que pondría en riesgo la credibilidad de este.

La lectura política es que la administración y el partido en el poder quieren ver qué tanta resistencia va a tener cuando quieran hacer reformas más importantes al banco central. Es decir, que esta reforma va más allá de la utilidad económica o el objetivo social que se ha esgrimido, ya que “no pareciera tener mucha utilidad ni para los usuarios, ni para la certeza del sistema financiero mexicano, ni para la autonomía del Banxico”.

Autor(a)

Julieta Aragón
Julieta Aragón
Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco. Cursé la maestría de Periodismo Político en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y sigo en proceso de tesis. Soy reportera de ZETA desde 2017.
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