Ugur Sahin, presidente ejecutivo de la empresa alemana BioNTech, dijo que confía en que la vacuna contra el SARS-CoV-2 (que causa la enfermedad COVID-19), desarrollada en conjunto con la farmacéutica estadounidense Pfizer, será eficaz contra una variante del coronavirus que apareció en Gran Bretaña.
Según una cita de la agencia británica Reuters, el directivo dijo en la cadena alemana Bild TV, que la compañía investigaría la mutación en los próximos días, pero que veía el asunto “con cierto grado de moderación”.
Este mismo lunes 21 de diciembre, países de todo el mundo -entre los que no está México- cerraron sus fronteras con Gran Bretaña, debido a los temores sobre una nueva cepa de coronavirus SARS-CoV-2 altamente infecciosa.
Sahin habló poco después de que la Unión Europea eliminó los obstáculos reglamentarios para la vacuna, desarrollada por BioNTech, conjuntamente con Pfizer, que se comenzará a utilizar después de Navidad.
La nota de calma del ejecutivo sobre la mutación en el Reino Unido, hace eco de las palabras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que advirtió que esto era parte normal de la evolución de una pandemia.
Según la agencia francesa AFP, este mismo día, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, intentó tranquilizar a los ciudadanos de su país después de que numerosos países cortaron toda conexión con ese país debido a una mutación del coronavirus.
Johnson aseguró que la gran mayoría de alimentos, medicinas y otros suministros “van y vienen con normalidad al país”, mientras que sostuvo una conversación con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ya que “queremos resolver estos problemas lo más rápido posible”.
Mientras que la importante cadena de supermercados británica Sainsbury’s, advirtió que si las perturbaciones se prolongan, podrían faltar aprovisionamientos de alimentos frescos como lechugas, coliflor, brócoli o cítricos.
En el sentido contrario, el exportador escocés de mariscos Lochfyne, denunció como un “desastre” el bloqueo de camiones cargados con pesca viva por valor de “millones de libras” destinada al continente.
Pero en una rueda de prensa, Johnson aseguró que los bloqueos “sólo afectan a la carga transportada por humanos”, es decir “sólo 20 por ciento del total que viene o va al continente europeo”.
Ello “significa que la gran mayoría de alimentos, medicinas y otros suministros van y vienen con normalidad”, precisó el primer ministro británico tras haber presidido una reunión de urgencia de su gobierno.
El surgimiento una nueva cepa del coronavirus, aunque no más letal que las anteriores, es un 70 por ciento más contagiosa, según reconoció el ministro de Sanidad británico, Matt Hancock, quien confirmó que se ha detectado su presencia en Gibraltar, Dinamarca y Australia.
Así como en Estados Unidos y Brasil, según con José Luis Alomía, director general de Epidemiología de la Secretaría de Salud (SSa) Federal mexicana. Por su parte, Hancock admitió ayer domingo 20 de diciembre, que en este contexto será “difícil” contener la pandemia en el Reino Unido, hasta que pueda extenderse una aún incipiente campaña de vacunación.
Ante esta situación, y contradiciendo todas sus promesas, Johnson volvió a confinar repentinamente a los 9 millones de londinenses y a 7 millones de personas más en el sur del país, donde las familias no podrán reunirse en Navidad.
Este mismo lunes 21 de diciembre, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) autorizó la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer y BioNTech para los casi 448 millones de habitantes de la UE, después de que entró en circulación en el Reino Unido.
Horas después de la decisión de la EMA, la Comisión Europea dio su propia aprobación formal para el uso de la vacuna, cuya distribución podría comenzar en algunos estados de la UE a partir del próximo domingo 27 de diciembre.