La ausencia por enfermedad de Guillermo Ruiz Hernández al frente de la Fiscalía General del Estado (FGE) está enturbiando las aguas dentro de la institución encargada de la investigación de los delitos del fuero común en Baja California. Y es que con la figura del abogado “todopoderoso” del World Trade Center de Tijuana, desvanecida, sus allegados no tienen orden ni control, por lo que buscan patearse las sillas para ver quién se cae. Para ponerle nombre y apellido, ahí está el fiscal Central Hiram Sánchez Zamora, quien instruye directamente bajo las órdenes de “El Titi”, quien podría considerarse su persona de mayor confianza, pero con en el escenario actual se endureció la relación laboral con dos personajes de similar jerarquía: el comisionado Carlos Alberto Flores y la visitadora Claudia Elena Meza de la Toba, los cuales no tienen problema para ignorar las instrucciones del brazo derecho de Ruiz Hernández. Y es que ninguno de los tres personajes está directamente subordinado al otro, por lo que tanto Flores como la visitadora están trabajando por su cuenta y aprovechando cualquier error para perjudicar al otro. Uno de los temas más evidentes ocurrió el lunes 23 de noviembre, cuando policías de todas las corporaciones del Estado se sumaron para protestar en busca de mejores condiciones de seguridad social. Pese a que la FGE no tenía una instrucción específica en contra de los uniformados, tanto Flores como Meza de la Toba enviaron personal para amedrentar a sus agentes y tomar nota de “rijosos”, con el objetivo de sancionarlos. Al día siguiente, el gobernador Jaime Bonilla Valdez ofreció apoyo a los cuerpos policíacos, reconociendo que su lucha es justa y que han sido olvidados por las pasadas administraciones. En el vacío, en la Fiscalía intentan perjudicarlos, y en el gobierno apoyarlos.